El periodismo
Actividad u ocupación, que sería un poco, como especie de un examen de conciencia, respecto de nuestra situación en este planeta, en el cual estamos viviendo.
Es de considerarse un tema de suma importancia ahora más que nunca, cuando Europa e Hispanoamérica se enfrentan a una serie de desafíos de trascendencia extraordinaria ante variopintas tomas de decisiones de las que podría depender de un modo radical su actitud a futuro en el mundo; la posibilidad de asumir un papel de primer orden en el escenario mundial, de ser menos espectadores de la historia que otras agrupaciones humanas, podrían fabricar para nosotros y que jamás sería igual a la que podríamos hacer participando como actores principales de tal hechura. Además, nos hallamos en un mundo que enfrenta algunas de las más importantes y profundas transformaciones que haya conocido la humanidad en todo su devenir. Transformaciones tan grandes y de tanta monta que igualmente, nos escaparían con frecuencia de no ser por los medios; de tal forma que es hora de preguntarnos ante este mundo ¿qué está cambiando ante nosotros para nosotros y con nosotros?
La globalización es muchísimo más ostensible en las comunicaciones. Vivimos en un mundo intercomunicado, en el cual somos Partícipes casi instantáneamente, y testigos de lo que ocurre, la humanidad entera, el acaecer en el momento cuando ocurre; gracias a la revolución de los medios de comunicación.
Más aún, la globalización ha hecho que todos tengamos conciencia de una cierta unidad de destino, así como de limitaciones y riesgos. Estamos concientes de que vivimos en un planeta finito. Cuyos recursos son de manera muy real e inmediata, por lo cual la ONU está promoviendo unos 17 objetivos globales de desarrollo sostenible (ODS).
Lamentablemente, Venezuela tras la consolidación de una cultura mediática, de poco más de unas cuatro décadas de tradición cuenta con algunos medios proclives al bloqueo de sus canales de información por una supuesta “guerra mediática”.