El perfil de un nuevo presidente para Venezuela
Pido disculpas a Venezuela por atreverme a escribir sobre un tema escabroso como lo es el perfil que debería tener el próximo presidente a elegir en Venezuela. Posiblemente, la mayoría de los venezolanos. Esten pensando en que este personaje debería provenir de la política o del ejército, como es la costumbre ancestral en nuestra patria. Me voy a atrever a disentir o discrepar de quienes piensan así. Quienes me conocen saben que soy un petrolero quién se dedicó 100% a la industria del petróleo. Sin embargo, he sido un inquieto ciudadano interesado en la política, la economía, lo social, el deporte, la tecnología y demás disciplinas de interés mundial. En los últimos años de mi vida, le he dedicado algo de tiempo a la escritura, y a la política informal, sobre todo, una vez que el presidente Hugo Chávez Frías declaró en cadena ante el mundo, que su gobierno se declaraba marxista leninista, es decir, comunista.
Dado que me considero un demócrata cabal, no puedo estar de acuerdo con el comunismo, y mucho menos, que este comunismo se instaure en mi propio y único país. No estoy seguro de ser el primero, segundo o tercer o cuarto venezolano que votó por Hugo Chávez y al poco tiempo se desilusionó de haberlo hecho, pero algo si es cierto. Al darme cuenta de la torta que había puesto al votar por él, en contra de las sabias argumentaciones de mi santa madre, Lugarda, me dije internamente, que lo único que podía hacer era dedicarme a escribir en contra de este gobierno, puesto que se había quitado la máscara con la que engaño a casi toda Venezuela. Que lástima, que los demás venezolanos no se dieron cuenta de este pequeño detalle.
Volviendo al tema del título del escrito, les confieso que he estado inmerso en el tema de la candidatura presidencial. No porque desee ser presidente, puesto que tengo los pies sobre la tierra, y no soy tan irreal como para aspirar a algo tan lejano para mis aspiraciones. Mi interés anticipado en la próxima candidatura presidencial, se debe al temor que tengo como venezolano de que volvamos a poner la torta, eligiendo a un candidato guiado por la emoción, en lugar de usar la razón y la inteligencia. He allí el reto que tenemos como venezolanos, para no volvernos a equivocar.
Se me ocurrió revisar nuestra historia, y me enteré, que la misma está llena de militares como presidentes de Venezuela, al punto de sumar unos 150 años de gobiernos militares desde Simón Bolívar hasta Marcos Pérez Jiménez, y solo 40 años de democracia, durante la cuarta república. Estos últimos 18 años de gobierno que el gobierno califica de democráticos, los sume a los gobiernos militares porque en el fondo eso es lo que ha sucedido. Durante unos 10 años o más, hubo gobiernos civiles, impuestos por militares, que es como decir casi lo mismo. En resumen, la mayor parte de nuestra experiencia republicana, hemos sido gobernados por militares. Los pocos gobiernos democráticos y civiles que tuvimos, gobernaron bajo la presión militar y/o comunista, e hicieron todo lo posible por debilitar la gestión de éstos con la esperanza de retomar el control político de Venezuela.
Ante esta cruda y evidente realidad, es la razón por las que me permito invitarlos gustosamente a ustedes mis compatriotas que me leen, para que reflexionemos sobre este crucial e importante tema y no lo tomemos tan a la ligera. Seguramente, existen partidos políticos, políticos, empresarios y militares soñando con ser presidentes. Es más, existe una consulta permanente en los medios de comunicación, en la cual preguntan al venezolano sobre su preferencia para la presidencia de Venezuela entre varios políticos de actualidad, entre los cuales aparece un empresario, Lorenzo Mendosa como probable candidato. Inspirado en esta encuesta, se me ocurrió disertar sobre el tema y dar mi opinión sobre mis preferencias presidenciales.
Dado que no sabemos cómo se elegirá el próximo gobierno venezolano, lo único que se puede hacer por ahora es especular sobre el tema. Tal como se presenta la actual situación, los escenarios que pudieran presentarse las resumo a continuación. A) Un auto golpe de Estado por los militares que apoyan al actual gobierno, cansados de la actual situación, y apoyados por la militancia chavista inconforme y algunos opositores. B) Un acuerdo político militar entre gobierno y oposición que adelante la fecha de elecciones presidenciales previstas para 2019, realizadas por adelantado en cualquier fecha del presente año 2017. C) Derrumbe del gobierno por la presión nacional e internacional, parecida a la salida de Marcos Pérez Jiménez. D) El régimen convertido en dictadura socialista formal, impone una nueva constitución y un nuevo gobierno por la fuerza de las armas. E) Aun cuando las mayorías latinoamericanas desaprueban una intervención militar extranjera en Venezuela, esta opción no es descartable. Recordemos que EE.UU. ha declarado a este gobierno como una amenaza para el gobierno norteamericano, razón de peso para no descartarla.
De todas las 5 posibilidades o escenarios probables, solo dos de elloos (B y C), permitirían elecciones presidenciales, pero en diferentes formas de acuerdos. Solo en el caso (B) se podría hablar de una elección presidencial relativamente tranquila y pacifica que permita ser controlada. En el caso (C) o salida apresurada del gobierno, se tendría que decidir la elección de un gobierno provisional temporal o de transición de duración mínima que permita colocar las cosas en orden. La última vez que sucedió en Venezuela fue en la caída del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, nombrándose una junta provisional de gobierno compuesta por 5 personajes (Contralmirante Wolfgang Larrazábal (presidente) y los coroneles: Luís Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Romero Villate. Este gobierno duro un año en sus funciones, hasta que entregó el poder al nuevo gobierno electo en diciembre de 1958, donde resultó electo Rómulo Betancourt del partido Acción Democrática.
Uno los rasgos más notables de ese primer gobierno de la democracia venezolana fue el hecho, de que se formó un gobierno de coalición entre los 3 partidos políticos más relevantes de la Venezuela de esa época. AD 2 ministerios, URD 3 ministerios Copey 2 ministerios. El gabinete de coalición betancourista se destacó por estar integrado de diversos intelectuales y connotados profesionales de la vida pública nacional, como: Juan Pablo Pérez Alfonzo, Mariano Picón Salas, Rafael Pizani, Andrés Aguilar, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Arnoldo Gabaldón, Ramón J. Velásquez, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez, Octavio Lepage, José Antonio Mayobre, Leopoldo Sucre Figarella, entre otros. Entre los gobernadores de estado designados por Betancourt destacan Luis Piñerúa Ordaz, Enrique Tejera Paris y Luis Augusto Dubuc.
Es de destacar, que la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, hizo un daño terrible a la sociedad venezolano, donde hubo muertes, desaparecidos, torturados y perseguidos; no obstante, la infraestructura del país era inmejorable, había seguridad ciudadana, fortaleza de la moneda, empleos, desarrollo industrial, capacidad adquisitiva y crecimiento y desarrollo económico. Es decir, los grandes retos para el país, eran sin duda alguna, la estabilidad política del país, la guerra fría, el desarrollo integral del campo (ganadería y agricultura), la nacionalización del petróleo, el desarrollo de industrial de la minería, educación, salud, y conclusión de los servicios básicos, iniciados por el perezjimenismo.
Lamentablemente para la naciente democracia de Venezuela los efectos en Latinoamérica por la revolución cubana, en esos momentos, admirada por todos sin excepción interfirió y afectó directamente nuestra situación política, puesto que al poco tiempo de arribar triunfante a la Habana ésta, se declaró comunista y se alejó del gobierno de los EE.UU., se alió a la URSS, y empezó la pesadilla de américa, con el primer gobierno comunista en la región. Tan es así, que los primeros intentos del advenimiento de una tercera guerra mundial fueron protagonizados por Cuba y URSS contra los EE.UU., por la base de cohetes construida en Cuba, descubierta por los EE.UU. Una de las peores pesadillas vividas por la humanidad, fueron los 11 días de crisis, mientras duraron las negociaciones.
Hablar de una nueva presidencia democrática para Venezuela, pareciera para algunos ser una tarea fácil y rutinaria. Para los venezolanos de la tercera edad, no pareciera ser tan fácil, puesto que tenemos recuerdos y experiencias que nos obligan a ser cautos a la hora de emitir una opinión o tomar una decisión. Me atrevo a afirmar, que los esfuerzos para recuperar el tiempo perdido por la democracia venezolana, va más allá de lo estimado por los más conservadores.
El meollo del asunto está en el hecho de la destrucción masiva ejecutada por el chavismo en Venezuela, no se conformó con acabar con la economía del país, sino que fue mucho más allá. Se encargo de que el venezolano, no tuviese ni siquiera el derecho ni la oportunidad a soñar de nuevo. Es decir, pareciera que por Venezuela ha pasado un huracán categoría 5 por sobre todo el país, aunado a dos terremotos grado 8, uno en occidente y otro en oriente, rematados por tornados a lo largo de nuestras costas. Es decir, a Venezuela habrá que reconstruirla de éste a oeste y de norte a sur. Por tal razón, no podemos darnos el lujo de equivocarnos a la hora de escoger el nuevo camino a recorrer y los acompañantes que deseamos que nos escolten en ese largo e incierto camino.
Me inclino por una coalición entre partidos políticos que componen la MUD, reforzados por un grupo asesor de muy alto nivel compuesto por intelectuales y profesionales multidisciplinario, que garanticen que las decisiones importantes a tomar por el nuevo gobierno sean hechas en forma colegiada, preferiblemente consensuadas. Es decir, debemos pasar de la era del presidencialismo exacerbado a la era del conservadurismo mesurado.
Debemos atender las recomendaciones del pueblo, el cual en la encuesta que tiene tiempo circulando, en varios medios de comunicación, está señalando, que, para la próxima presidencia de Venezuela, se está pronunciando mayoritariamente por el inversionista e industrial Lorenzo Mendoza. Esta sabiduría del pueblo debemos analizarla con profundidad, puesto que en mi opinión y la de otros venezolanos, tal candidatura está tomando fuerza y forma. En ese primer gobierno post dictadura socialista, se requiere preferencialmente de un capitán experto en comercio, industria y economía, que nos dirija a un buen puerto seguro. Desconozco, admiro y respeto a Lorenzo Mendoza tal como admiré y respeté a su padre, quién, por cierto, jugó un papel importante en la época de transición de la dictadura perejimenista a la democracia naciente de la 4ª república. En mi opinión, démosle más tiempo de preparación y maduración a los políticos jóvenes, para sean lo presidentes del futuro, cuando Venezuela este más y mejor recuperada.