El país y la economía al garete
En el transcurrir de estos años de revolución hemos visto inventos, locuras, improvisaciones por doquier, todo absolutamente todo es posible en “revolución”, se han expropiado no sólo fundos, haciendas, negocios y empresas, se han expropiado ilusiones, se nos prometió el cielo en la tierra, se nos habló de pobreza cero (0), se nos vendió la idea del bolívar fuerte y después de haber tenido una moneda de libre convertibilidad hoy no vale nada y peor aún creyeron que por ponerle la F de fuerte así sería cuando no hubo una política fiscal, monetaria y económica que permitiría de manera real fortalecer la moneda, reservas y demás.
Pero el engaño no se agota y se nos habló de industrializar al país, acá en pocos años seríamos capaces de construir autos, reactores, teléfonos, satélites y para usted de contar y resulta que no somos capaces ni siquiera de producir y abastecer mínimamente lo que comemos a diario. Expropiamos y estatizamos de todo justo o injusto necesario o no pero sin direccionalidad, sin objetivos precisos más allá de mutilar la iniciativa privada, la pequeña y mediana industria y tanto fue así que en estos años de revolución son más de diez empresas cerradas, y en ese transcurso los inventos se seguían dando, cultivos hidropónicos, cooperativas, gallineros verticales, unidades de producción social, vallas, propagandas y primeras piedras pero nunca cuajaron los proyectos pero el dinero si se erogo, se dilapido.
Y la historia la repite luego de Chávez el presidente Maduro con una visión mucho más retrógrada, delirante y totalmente descontextualizada y desconectada del siglo XXI, siglo este sustentado y anclado en la democracia como ideal de vida y como régimen político, división de poderes públicos, Estado de derecho, garantías, supremacía de la Constitución, desarrollo, crecimiento, educación, emprendimiento, valor agregado y otros.
Este gobierno en pocos años ha manejado la sumatoria de varios países latinoamericanos en décadas con la paradoja de retroceder, con la cruda realidad de empobrecer a la población material e inmaterialmente, cuando más dinero ingreso más retrocedió el país, mas pululó la corrupción que termino siendo una especie de trabajo, profesión y ocupación en la V República.
Esta revolución desaprovecho el ciclo y periodo 2007 – 2012 con un barril petrolero promedio a 100$, no sólo se dilapidaron recursos, registramos como nunca antes un boom de importaciones en detrimento de lo nacional, sino además nos endeudamos como nunca antes, la deuda interna y externa tomo proporciones astronómicas, y la constante seguían siendo los inventos, las emotividades ya no del presidente Chávez sino Maduro, más inventos, más prestamos, más fomento de todo afuera y para quien pida ayuda, mientras los venezolanos se nos iban las horas y días en colas para hacernos de alimentos, medicinas y otros, y en lugar de corregir las graves distorsiones de política económica, cambiaria, monetaria y fiscal se optó por lo fácil masificar el uso de una palabreja horrenda como la “guerra económica” unido a colocar toda la administración pública, empresas del Estado, gobernaciones, manejo de industrias, fondos, finanzas a militares sin formación, sin experticia y experiencia en los diversos campos de la planificación, administración y demás con los resultados que todos conocemos discrecionalidad e ineficiencia.
El gobierno no sólo el presidente Nicolás Maduro, sus ministros, colaboradores, gobernadores recibieron un voto castigo en las elecciones parlamentarias del 6D y lejos de leer al país, de comprender el rechazo, el deterioro de su base de apoyo, lejos de rectificar, de admitir que el modelo está roto, no avanza, lejos de ser moderados y humildes gritan, atropellan, chantajean. La oposición concentrada en la Mesa de la Unidad Democrática sigue emitiendo señales de unidad, cordura, seriedad, coraje y responsabilidad con el papel a desarrollar en el seno de la nueva Asamblea Nacional, básicamente proponer una agenda y prioridad legislativa agrupando la reforma de un conjunto de leyes y por supuesto recuperar la función contralora y fiscalizadora.
El Presidente Nicolás Maduro tiene ya un tiempo hablando de revolcón, sacudón, rectificación pero nada ocurre mientras la economía hace aguas, cerramos 2015 con las peores distorsiones que una economía en el mundo pueda tener, la mayor inflación y riesgo país, desempleo, endeudados, con las reservas liquidas afectadas, con la productividad en el piso como consecuencia de cuatro tipos de cambio, catorce años de control y destrucción del sistema de precios, desinversión y escasez por doquier, y los venezolanos teníamos las esperanzas y expectativas en anuncios y efectivamente las esperanzas se esfumaron la misma noche del martes 6 de enero día de reyes al no oír un anuncio de política económica, una propuesta de andamiaje y menos aún ministros con experiencia, formación y experticia, la crisis actual es de envergadura, delicada, compleja y por ello cómo hemos dicho no tienen magnitud ni dimensión de la misma es lo único que explica rotar algunos ministros y nombrar unos amateur o aficionados, más crudamente quieren curar un cáncer con atamel o dramanime que de paso no hay, o es como si el capitán del Titanic en 1912 quisiera reparar el daño del casco con pegatanque o algún pegamento o sellador.
Preparémonos para un año accidentado, nefasto en el escenario económico y muy conflictivo en lo político. La historia ha podido ser diferente pero la miopía, los radicalismos unidos con ignorancia e irresponsabilidad nos conducen por un sendero espinoso, un camino aciago y agreste que todos sin excepción nos tocara recorrer y percibir los daños y efectos. El gobierno sólito está llevando a que la idea y tesis del referéndum revocatorio que hoy no es la prioridad por la propia crisis económica se convierta en la prioridad de los venezolanos en el corto plazo. El gobierno y la economía están al garete. Que Dios nos agarre confesados.
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@rivasleone