El nuevo papel de los Alcaldes de Iberoamérica
Los Alcaldes Iberoamericanos fueron convocados el 11 de Noviembre en México por diez instituciones que han logrado articular redes de cooperación entre ciudades, entre ellas la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI); la Unión Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales (UCLG), la Red de Ciudades Suramericanas (REDCISUR); FLACMA.
En el evento se expusieron experiencias que fueron plasmadas en una Declaración que se presentará en la Cumbre de Jefes de Estado Iberoamericanos.
Este año los habitantes de las ciudades representan el 55% de la población mundial. Se prevé que para el 2030 más del 60% de los hombres y mujeres del planeta vivirán en los centros urbanos dejando atrás la realidad rural del pasado. Las ciudades han venido asumiendo un papel protagónico que exige que los Gobiernos Centrales entiendan que deben contar con los Alcaldes para enfrentar los graves problemas de violencia, participación ciudadana, desarrollo económico, movilidad, vivienda, seguridad, empleo y en general los graves problemas que se viven en las ciudades, que sólo se pueden enfrentar sí Gobierno y Alcaldías participan conjuntamente en su solución.
El sentimiento de angustia y luto existente en México por el atroz asesinato de los 43 estudiantes de Iguala hizo que los representantes de las ciudades de América Latina reunidos en la capital Azteca para participar en el IX Foro Iberoamericano de Gobiernos Locales iniciaran su reunión condenando el abominable hecho y reafirmando que sólo a través de la democracia, la libertad, el diálogo y la tolerancia es que los Gobiernos Locales pueden cumplir el papel que están llamados a ejercer en beneficio de sus respectivas poblaciones.
En la Declaración de México, los electos locales expresan su disposición de dar sus aportes para enfrentar problemas como el calentamiento global; el apoyo de las ciudades para lograr el Desarrollo Sostenible (ODS); sumarse a la Agenda 21 de la Cultura, y
participar en la Conferencia de HÁBITAT III con propuestas concretas. Se trata de ofrecer una activa participación que coadyuve en la solución de los problemas que afectan a los habitantes de las ciudades, siendo imprescindible el apoyo de los Alcaldes para alcanzar
las Metas del Milenio como base de la Cooperación Sur Sur entre ciudades. Esta nueva realidad se opone a aquellos Gobiernos con vocación totalitaria que persiguen a Alcaldes de oposición desconociendo la voluntad popular y las competencias que los representantes de las ciudades están llamados a desempeñar. Hoy no basta con comparar las diferencias existentes entre un país y otro, sino que es necesario hacer referencia a las experiencias de una u otra ciudad: ¿cuál fue la solución que Sao Paulo le dio al problema del tránsito?, ¿Cuál ha sido el aporte de Medellín para reducir la violencia? ¿Cuál ha sido la experiencia de Santiago de Chile para prevenir desastres naturales como terremotos? Todo ello exige que los Gobiernos entiendan que la solución de los problemas radica en las buenas prácticas de los Gobiernos Locales debiendo apoyar esta nueva realidad.