El ministro de Educación de Venezuela Aristóbulo Izturiz, insulta al magisterio

Un ministro de Educación de cualquier país del mundo, tiene por obligación moral, humana, lógica, sensata y de sentido común; enardecer, estimular, motivar   y ennoblecer, el rol de los maestros y educadores. Lo que acaba de afirmar el ministro Aristóbulo Izturiz en una rueda de prensa es el colmo del fanatismo, de la estupidez, y de la insensatez, al afirmar que un obrero debe ganar lo mismo que un maestro, puesto que considera que es discriminatorio, que un maestro deba ganar mayor salario.

Esta desequilibrada y aberrante afirmación, nos demuestra que el régimen no tiene la más mínima idea, ni le interesa, el conocer por qué las personas normales mayoritariamente, buscan el progreso y estudian mucho para lograr sus sueños, y llegan hasta graduarse de doctores, para aspirar a una mayor y mejor calidad de vida, así como sentir inmensas satisfacciones personales de lograr metas y objetivos elevados, que muchos no pueden lograr, por diversas razones, donde quizás la de motivación es una de ellas.

Este instinto natural de superación en las personas que se dedican al magisterio, es precisamente el estímulo de la mayoría de los docentes del mundo, del porque se dedican a esa profesión en cuerpo y alma. Se sienten orgullosos y realizados de contribuir en formar y educar a su pueblo, contribuyendo con su grano de arena al desarrollo del país. Lo más repulsivo de tal posición y declaraciones, es el hecho de que este “ministro” el cual además,  ha sido hasta vicepresidente del país, se haya expresado de esa forma de los maestros, al equipararlos con los obreros y trabajadores.

Los países con mejores indicadores y éxito en el área educativa del mundo, tienen un secreto bien guardado. El pagarle a los educadores los mejores salarios del área administrativa de sus gobiernos; puesto que se ha determinado que es la mejor forma de incentivar a estos para el logro del excelente nivel de educación en esos países.  Este secreto, permite la gran calidad de los maestros y educadores en general y la enorme motivación que logran, para ejercer su profesión acertadamente. Estos países para despecho y frustración del señor Aristóbulo Izturiz, son países socialistas escandinavos, donde la administración está totalmente bajo la responsabilidad de sus gobiernos, que viven felizmente en democracia a despecho de los rusos, chinos, norcoreanos y cubanos, quienes no encuentran la fórmula de la felicidad y del progreso económico.

No entiende el señor Aristóbulo Izturiz que esa revolución comunista del proletariado, que él y su camarilla desearían aplicar para igualar los sueldos por debajo, no tiene ni tendrá vigencia en el mundo actual, puesto que es un sistema caduco y vegetativo que ha fracasado donde se ha intentado aplicar. Los problemas económicos del régimen, los causó el mismo régimen. Ni los maestros, ni obreros, ni empleados en general deben ser culpados de ello.

Intentar justificar la negligencia y mediocridad del régimen totalitario chavista, que destruyó la economía del país de esa forma tan aberrante, además de mostrar sus grandes debilidades, muestra una ignorancia supina en materia administrativa y gerencial, así como su desesperación de intentar aplacar los reclamos de la enorme burocracia creada por el mismo gobierno a modo de demagogia y populismo- Con el uso de este tipo de respuesta a quienes reclaman sus derechos, de aumentos salariales y contractuales dignos y ajustados a derecho, el régimen se auto descalifica e inmola.

Si Aristóbulo Izturiz, cree firmemente en lo que dice y predica, debería dar el ejemplo de austeridad y rebajarse el altísimo sueldo y beneficios que seguramente devenga, dando el ejemplo de consistencia con lo que predica y desea para otros. Debería además, donar su costoso yate, como ejemplo de desprendimiento de las cosas materiales.  Lo que sí podría asegurar, es que con los ingresos y horros como maestro, y/o con su sueldo como gobernante, es imposible que haya comprado tal yate.

Lo que usted acaba de expresar públicamente, le descalifican para ser ministro de educación. También le descalifican para administrar cualquier tipo de recursos dentro de la administración pública a la que pertenece. También le descalifican como líder político, puesto que no tiene ni puta idea de lo que lo que es y significa la política, la cual en su entorno, es tan cavernícola como usted la piensa. Desconoce usted que así como existe una cadena de mando en el ejército, en el mundo civilizado y diversificado; también existen esas cadenas de mando, con diferencia de sueldos y salarios. Incluso, en el mundo del marxismo leninismo, donde las libertades y justicia están bajo el control del régimen de gobierno, las diferencias de clases profesionales y sociales y salariales también existen y seguirán existiendo a pesar de ustedes los usurpadores.

Según la constitución de Venezuela, seguimos siendo demócratas, libres, con derechos y obligaciones ciudadanas, donde la justicia ciega debería prevalecer así como el libre ejercicio de la profesión, la libertad de prensa y el derecho a movilizarse en el país aún deberían existir. Mientras la constitución no sea modificada y convertida en comunista, seguiremos rigiéndonos por la actual constitución de la república de Venezuela; la cual por cierto, tanto el canciller Arriaza como el presidente Nicolás Maduro la tienen como un libro de bolsillo y la muestran hipócritamente cuando desean atacar y defenderse de la oposición y del mundo libre, que les acusa de dictadores.

En Venezuela todos los empleados públicos y privados son importantes y necesarios para mantener activa a la república, generando riquezas que ésta necesita para su desarrollo económico y general. Obligar al personal de la burocracia  y sector privado a aceptar sueldos miserables por fallas y errores administrativos del gobierno, es una gran irresponsabilidad y violación de los derechos humanos.

Dado que la presión de los empleados públicos y privados exigiendo sus derechos, continuará seguramente aumentando, y por el otro lado, las respuestas acidas del régimen, tales com las tratadas en este artículo, de parte de un ministro se repetirán e incrementarán, para peor.

Tal como se le ha pedido reiteradamente al régimen, la solución lógica y sensata a esta situación, es la de que se entreguen pacíficamente el poder; para que otros venezolanos legítimos, más  claros, preparados, aptos y dispuestos a recuperar la democracia y la patria, cambien su destino de incierto a positivo y más esperanzador, para bien de las mayorías. Venezuela está destruida y necesita urgentemente recuperarse del estado actual en que se encuentra.

Por lo tanto, se solicita del gobierno ilegitimo actual, acepte la propuesta y realidad  de la Asamblea Nacional que apoya la comunidad internacional, de asumir la presidencia de la república, bajo la presidencia temporal del diputado Juan Guaidó, mientras se convoca y realizan nuevas elecciones presidenciales y generales, que permitan restituir la gobernabilidad y el Estado de Derecho en Venezuela, desde hace años vulnerado por la actual administración del país.