El legado de Fe y Alegría (Padre Vélaz)
La labor de la iglesia católica en nuestros países latinoamericanos se siente, se percibe y por supuesto ha dado frutos, son muchas las ordenes, congregaciones y por sobre todo ministros, prelados y sacerdotes que han dado su vida a una causa, a promover un proyecto vinculado a los más humildes, a los que padecen penurias, a los que no tienen salud, educación y demás.
Quiero referirme en medio de la celebración de los sesenta y un años de Fe y Alegría, brevemente a la labor y trayectoria del Padre José María Vélaz, motor, bujía, promotor y gran visionario del papel de la educación y de manera especial de lo que ha sido Fe y Alegría como proyecto, realidad y modelo educativo, y ciertamente revisando algunas notas y papeles no puede divorciarse la labor y menos aún desconocer la impronta de los jesuitas en Venezuela y de manera especial, del Padre José María Vélaz que con toda seguridad nunca pensó en terminar sus días con tantos logros y concluir su periplo en las confluencias del rio Masparro en Barinas, al Padre José María Vélaz le sorprendió un infarto una mañana de julio en 1985, no hay duda que hizo mucho, que vio materializado sus sueños y seguro de haber estado vivo otros proyectos hubiese incubado e impulsado para impactar por via de la educación y el trabajo el progreso social.
José María Vélaz fue ejemplo vivo y permanente de servicio a Dios y a la comunidad, al prójimo, de padres españoles, chileno de nacimiento y venezolano por adopción, nos demostró que su pase y vida por este mundo no fue en vano, fue un hombre con muchas virtudes, formado, letrado, sencillo, tesonero, un hombre que entendió que la educación y formación son las claves y palancas más importantes que un ser humano tiene para crecer y progresar y eso fue básicamente Fe y Alegría un experimento, un proyecto, un logro, una realidad basada en transmitir formación en valores, trabajo y estudio a los más humildes, la educación fue en la perspectiva de José María Vélaz “alimento para el alma … así como nadie puede vivir sin alimento o comida nadie puede desarrollar su espíritu sin educación”.
El padre José María Vélaz pudo materializar sus sueños y obra en parte por su tesón, su coraje y temple, desde joven albergo sentimientos nobles, valores humanos y tuvo la suerte de tocar la puertas y vincularse en cuerpo y alma a los jesuitas, espacio, familia y orden religioso donde logro cultivarse, formarse y acrecentar una formación literaria, teológica, filosófica y religiosa, además de albergar y madurar algunas ideas y sueños que por la gracia de Dios, la disciplina y una labor incansable, logró materializar en Fe y Alegría, y Fe y Alegría se convirtió en un modelo que supero incluso los marcos o espacios de Venezuela, Fe y Alegría se multiplico y expandió en todo el país con una característica o elemento en común y fue establecerse en sectores humildes y populares, su éxito materializar y más aún reproducir una modelo educativo integral donde se cultiva el espíritu, la fe, el intelecto, la familia y el trabajo.
El padre José María Vélaz aparte de buen lector cultivo la buena pluma y el buen castellano, escritos, relatos, ensayos, citas abundan, en buena medida referidas a la educación, la fe. Una mañana fría ya establecido en San Javier del Valle en Mérida expresó “un niño sin escuela es una estrella que se apaga, una flor que se marchita, un arroyo que se seca” nada más real y por ello su empeño en la educación en los niveles más básicos o elementales.
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