El gobierno vs. Maduro
Lo que le ocurre al chavismo es una crisis orgánica, que va desde lo más sencillo (buscar un slogan) hasta lo más profundo (el legado de Chávez). El gobierno se encuentra entrampado, sabe a ciencia cierta que el país va por mal camino, incluso, todas las mediciones de opinión referencian que más del 80% del sector chavista de la sociedad percibe negativamente el presente y futuro de Venezuela, lo que es peor, culpa directamente al Presidente Maduro.
El primer mandatario nacional asciende al poder por una orden electoral emitida por el expresidente Chávez a sus devotos, a tales efectos, Maduro es hoy la única ancla en común que tienen los rojos, al menos, el pueblo rojo, porque puertas adentro del PSUV el panorama no está muy claro, se habla de varias corrientes, de fisuras y también de descontento. Frente a la muy difícil situación económica, política y social de la nación, el Presidente Maduro afronta dos decisiones altamente complejas; la primera es mantener el modelo vigente, plasmado en el “Plan de la Patria”, un modelo controlador de la economía, de las divisas y recalcitrantemente centralista, que como es popularmente sabido no ha dado resultados favorables desde hace tiempo, al contrario, ha obligado al gobierno tener que utilizar fuertes medidas de racionamiento de alimentos y productos en general, a raíz de la profunda improductividad que sufre el país. Sí Maduro mantiene el mismo modelo que hoy día rige a Venezuela el deterioro estructural será tan inevitable como catastrófico.
Ahora bien, sí el presidente decide abordar la crisis, realizando los drásticos ajustes necesarios, debe afrontar, en primer lugar, los ataques del sector más radical de su partido (y propio gobierno), por cuanto dichos cambios pasan por una reconciliación con el sector productivo privado, mismo al que han criticado y atacado tajantemente a lo largo de estos luengos 15 años. En segundo lugar, debe afrontar los embates de carácter ideológicos o dogmaticos del pueblo afecto, al cual se han encargado de adoctrinar valores y principios radicalmente opuestos con todo lo que huela, se parezca o sea “burguesía”. Esto sin mencionar las duras consecuencias al impacto del bolsillo de los venezolanos que provocarán dichas medidas, como el ajuste del precio de la gasolina, como consecuencia de haberlas retardado contraproducentemente, sea como sea, son inevitables.
Lo cierto es que, el hecho significativo que Maduro realice otro “golpe de timón”, muy distinto al realizado por Chávez, pone en tela de juicio el vértice político, económico y social de la denominada “revolución”, que es el “Plan de la Patria”, mismo por el cual Chávez lo designó a él como heredero, como “su hijo”. Ello colocaría en tela de juicio gran parte de lo que el gobierno ha labrado por más de década y media, peor aún, sí realiza los ajustes económicos necesarios el presidente terminaría de sacudir el delicado piso político que hoy lo sustenta. Es toda una odisea, sí Maduro no realiza los cambios y continúa el rumbo actual, con aplicación de medidas paliativas, verá descender día a día su ya comprometida gobernabilidad, conllevándolo a corto o mediano plazo a un inevitable caos, donde cabe cualquier elucubración. Ahora bien, sí realiza los cambios estructurales que amerita la economía (y el país en su conjunto) afrontaría de manera inmediata una enérgica revuelta política e ideológica, pudiendo trasladarse al plano social, pero estas revueltas serían mucho más manejable hoy día a que sí se presentasen más adelante, a juzgar por el acelerado descenso de aceptación y de popularidad que lo está agobiando.
Sin embargo, esas medidas (de ser las correctas) en mediano y largo plazo le generaría resultados favorables, tanto para su gobierno como para el país en general. Por si fuera poco, existe otra gran disyuntiva, es que mucho se habla de la crisis de liderazgo en la oposición, pese a todo lo que está ocurriendo en Venezuela prácticamente ningún líder de ese sector capitaliza el descontento hacia el gobierno, pero ¿acaso el gobierno, a parte de Maduro, tiene otro líder arraigado entre sus seguidores? ¡No… he ahí el dilema!
ESTE MEDIOCRE DEBE RENUNCIAR SO PENA DE SER LINCHADO EN LA PLAZA MAYOR. UN COLOMBIANO IGNORANTE QUE HA TRATADO DE SER UN TITERE DE LOS CASTROS POR AMOR AL PODER EN DESMEDRO DE LA CALIDAD DE VIDA DE LOS VENEZOLANOS NO PUEDE MORIR A SOMBRERAZO.