El factor G
Lo que es el complejo hidroeléctrico, conocido por la venezolanidad como “El Guri”, así en forma sencilla, y lo que ha significado para nuestra nación puede apreciarse en el documental cuyo enlace está al pie de esta nota. Hoy, luego de más de tres lustros de descuido, “El Guri” podría tener el potencial de detonar una explosión de otra naturaleza, mayor que el conjunto de cuántas enormes fueron necesarias para su construcción.
Tal y como es habitual, el régimen endosa la responsabilidad de la fragilidad actual del gigante. Poco importa si culpa al fenómeno el Niño o a un supuesto consumo excesivo de los abuelitos. Calificados técnicos independientes han explicado que “El Guri” fue construido con previsiones suficientes para varios años de sequía. No obstante, la posición de NicoMa es la de siempre: yo no fui.
Es total la desinformación oficial en cuanto al riesgo real y a cualquier previsión o plan de contingencia, así como orientaciones a la ciudadanía, en caso de ocurrencia del apagado de “El Guri”, total o parcial. El régimen es consecuente también con su opacidad y con la absoluta ausencia de interés por la gente. El conocimiento experto está en capacidad de estimar el daño a equipos eléctricos de toda índole y el rango de dificultad para volver a encender turbinas y cuanto aparato se apague.
Sin imaginación resaltante, en tal escenario de prolongada penumbra, asoma amenazante un jolgorio por parte del hampa común, ya de por sí ensoberbecida y cada día más sanguinaria por el estímulo de la impunidad rampante. Con o sin el concurso por encargo de los grupos violentos oficialistas aún bajo control, cuyo uso para amedrentar a la población no sería inédito, un ambiente emparentado con el caos luce difícil disociar de eventuales largos apagones. La guinda de la torta la colocaría el hambre, es decir, la población desesperada en procura del alimento que no encuentra ni a plena luz del día.
Correspondería a las reservas profesionales, comprometidas con sus responsabilidades, en cada cuerpo de seguridad, activar el contrapeso pero ¿sería posible evitar la pluralidad de caídos?
Las agonías pueden ser largas y la del régimen ya lo es pero el Factor G podría precipitar un desenlace. De ocurrir esa película de terror, tal vez traiga consigo la retirada, espontánea o inducida del conductor “yo no fui” que nos habría llevado hasta allí.
Mientras se disipa la amenaza o sucede el colapso eléctrico, el flamante ministro seguirá contando las gotas que caigan sin informar, ni alertar.
https://www.youtube.com/watch?v=2ivoEtsEPfo