El endeudamiento de América Latina sigue creciendo
José Tomás Esteves Arria
En días recientes muchos analistas se han hecho eco del elevado endeudamiento fiscal que está pesando en América Latina, en este sentido es escalofriante ver como después de Venezuela, cuyos males ya todos conocemos le sigue Argentina con el 80% del PIB en deuda fiscal y luego Brasil con 78%. También nos llama poderosamente la atención El Salvador país dolarizado con 78%, y hasta el Uruguay país bien mencionado como ejemplo de economía que se maneja adecuadamente, alcanza un 60,6%.
Deuda fiscal en América Latina | Porcentaje del PIB |
Venezuela | 80,9 |
Argentina | 80,0 |
Brasil | 78,0 |
El Salvador | 76,3 |
Uruguay | 60,6 |
Nicaragua | 52,5 |
Costa Rica | 52,4 |
Bolivia | 51,6 |
Colombia | 48,1 |
Ecuador | 46,4 |
México | 45,3 |
Honduras | 43,8 |
República Dominicana | 39,8 |
Panamá | 36,8 |
Perú | 26,4 |
Chile | 25,6 |
Guatemala | 23,7 |
Paraguay | 20,4 |
Fuente: Banco Mundial (2018) |
Una de las causas de este endeudamiento, además del incremento sostenido del gasto público en los diferentes países latinoamericanos, es el crecimiento de la liquidez internacional y que aún Estados Unidos no ha subido las tasas de interés por lo tanto sigue siendo barato endeudarse en los mercados internacionales de capitales.
Según uno de lo últimos informes publicados por la CEPAL (Comisión Económica para la América Latina) para el año 2018, en pago de intereses de su deuda Argentina gastó 3,9% del PIB, Brasil el 6,1%, Colombia 2,6%. En promedio América Latina gasta el 2,4%. Entre los países menos endeudados tenemos a Paraguay, Guatemala, Chile que apenas tiene 25,6% de deuda fiscal en relación al PIB, Perú con 26,4%, y Panamá con 36,8%. Así pues, Chile, Perú y Panamá que experimentado crecimiento y baja inflación en los últimos años se encuentran menos endeudados y por lo tanto con mayor margen de maniobra ante cualquier desastre natural o percance económico.
Es interesante señalar que Argentina tenía reservas internacionales brutas, en el año 2018 un monto de 52.988 millones US $, Chile 37.395 millones US $, Colombia 47.506 millones de US $, República Dominicana 6.985 millones US $, Perú 58.533 millones US $, mientras que Venezuela para esa misma fecha también apenas 8.828 millones de US $.
También otro dato que llama la atención es el riesgo país. Esto es, la calificación que da el mercado a las deudas fiscales externas de los países de América Latina. En el cuadro que sigue, construido con datos de la calificadora de riesgo Fitch, vemos también cómo los países que crecen, que no tienen casi problemas como devaluaciones inesperadas, elevado déficit fiscal son los que tienen mejor reputación resaltando allí Chile como el único con calificación A, siguiéndole México, Perú, Colombia y Panamá.
Países de América Latina | Calificación en el pago de la deuda externa | ||||
Chile | A | ||||
México | BBB+ | ||||
Perú | BBB+ | ||||
Colombia | BBB | ||||
Panamá | BBB | ||||
Uruguay | BB- | ||||
Costa Rica | BB | ||||
Guatemala | BB | ||||
Paraguay | BB | ||||
Brasil | BB- | ||||
República Dominicana | BB- | ||||
Bolivia | BB- | ||||
Nicaragua | B | ||||
Argentina | B | ||||
Ecuador | B- | ||||
El Salvador | B- | ||||
Venezuela | D | ||||
Fuente: Banco Mundial con datos de Fitch (2018) | |||||
A tiene el menor riesgo y D el mayor riesgo de insolvencia (default) | |||||
Además de que Venezuela tiene según estos datos la mayor probabilidad de caer en insolvencia, o mejor dicho que ya está en marcha un default, nos extrañamos también de cómo el Ecuador tiene menor calificación que Argentina con una calificación igual que la de Argentina, quizá debe ser el apoyo que en la actualidad el Fondo Monetario Internacional le está dando a Argentina, mientras que Ecuador dolarizado al igual que El Salvador tiene una baja calificación. Una de las razones es que El Salvador emprendió una elevación rápida de su gasto público y de su deuda fiscal o pública la cual montaba en el año 2003 6.800 millones de US $ y luego en el 2018 había alcanzado los 18.000 millones de US $. Y esto explica la pérdida de calificación. En este sentido, debemos tener en cuenta que la dolarización de por sí, no es una varita mágica si el fisco o mejor dicho el Estado sigue gastando irracionalmente y populisticamente.