El efecto Francisco
Jorge Mario Bergoglio ha cumplido dos años de pontificado. Su trabajo pastoral ha roto convencionalismos y presagia un cambio de época en el modo como el Catolicismo, en tiempos de globalización y sociedad del conocimiento, se relaciona con sus feligreses, con los creyentes de otras religiones y los no-creyentes.
El Papa Francisco ha planteado un retorno a los Evangelios y a la palabra de Jesús como manera de conducirse ante las mieles seculares del consumismo, la frivolidad y el individualismo en esta época de postmodernidad. En su Encíclica La Alegría del Evangelio señala: «El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales.»
El primer Papa latinoamericano sabe que debe reformar la Iglesia Católica ante extravíos aberrantes como la pederastia y la corrupción. Ha destituido a sacerdotes y obispos incursos en abuso sexual a niños y adolescentes. Ha expulsado del templo a quienes han defraudado las finanzas del Vaticano. Creó comisiones para vigilar la gerencia financiera y reemplazó a los miembros de la junta directiva y del comité de auditoría del Instituto para las Obras de la Religión.
Francisco predica con el ejemplo. Paga sus propias cuentas y vive en un apartamento privado del Vaticano. Se ha mostrado comprensivo con los homosexuales y los divorciados, sin alterar la condición matrimonial como sacramento de la Iglesia, como lo demostró en el Sínodo de Obispos de 2014.
La revista Time le designó Persona del año 2014. Ha llevado su prédica cristiana al Parlamento Europeo y las Naciones Unidas y, en setiembre, hablará ante el Congreso de Estados Unidos, la primera vez que un líder de la Iglesia Católica se dirigirá a ese cuerpo legislativo.
La mediación de Francisco en la reanudación del diálogo entre Cuba y Estados Unidos ha sido clave, así como su categórica denuncia del terrorismo practicado por el llamado Estado Islámico y la mafia. En la homilía del Domingo de Ramos el Papa fustigó la muerte de 21 cristianos coptos en manos de los terroristas. Pero sigue tendiendo puentes al lavar los pies, por primera vez, a mujeres y musulmanes en la víspera de la muerte de Jesús.
@lxgrisanti