El colapso de la industria petrolera venezolana: De la Tragedia de los Commons a la profecía de Seneca [1]: El desmoronamiento de un sistema complejo
Un colapso social nos refleja la comprensión general de una caída o desintegración de grupos sociales constituidos en sociedades fuera de su dominio primitivo. Por lo general tambien desaparecen sus sistemas alternos que prestan cierto soporte vital. El tema incluye cualquier otro de declive que pueda ocurrir a largo plazo de una cultura, de sus instituciones civiles, así como otras características importantes de la sociedad en cuestión o su civilización. Veamos abajo en la mano de la economía y la teoría económica, acompañados de sonados casos empíricos.
Diferencias en el ciclo: de una contracción severa a un colapso económico
Un colapso económico es un acontecimiento extraordinario, el cual no tiene necesariamente que provenir como parte de un ciclo económico, entre auge y recesión. Por el contrario , puede ocurrir en cualquier punto del ciclo, dirigida a un intenso proceso de contracción económica que podría correr por la lógica de las fases recesivas seculares, entre la responsabilidad social y la vuelta al crecimiento económico y social. La teoría económica describe varias fases que una economía puede pasar. Un ciclo económico completo incluye el movimiento de recuperación, expansión, seguido de un punto culminantes -pico- y luego una contracción que conduce nuevamente hacia una recuperación. Una economía nacional no sobrevivió al socialismo, de allí al grado de destrucción, bajo el eje creado por el discurso de la igualdad y muchas otras expresiones que lo inercia.
El Efecto Seneca, el Estoico en el marco de la Tragedia de los “bienes comunes”.
Con el uso de sistemas dinámicos, los sistemas económicos lo son, economías en redes, modelos econométricos basados en agentes, lo que llaman sistemas complejos, una nueva visión crecida en el estudio e interpretación de la filosofía de Seneca, el estoico filosofo que nos permitirá entrar en un mundo que aunque siendo conocido y sentido por todos, el llamado mundo de las cosas reales que nacen, crecen, desarrollan – no es necesario ni es requisito central de lo que comúnmente ocurre; lo sistemas muy complejos colapsan, en palabras de Seneca el filósofo antiguo son hechos que pueden y toman “el camino de las ruina”.
En un ensayo que escribí hace unos meses, titulado “Venezuela una economía petrolera en ruinas”, recogemos las ruinas como concepto en la filosofía estoica de Seneca (62 AC), del filósofo Seneca, tratando de discutir y colaborar con muchos que aun dudan y hasta no les ha sido facil aprender las razones del severo colapso que ha sufrido la industria petrolera nacional. En esta nota, extraída de un texto mayor en progreso.
Un colapso social nos refleja la comprensión general de una caída o desintegración de grupos sociales constituidos en sociedades fuera de su dominio primitivo. Por lo general tambien desaparecen sus sistemas alternos que prestan cierto soporte vital. El tema incluye cualquier otro de declive que pueda ocurrir a largo plazo de una cultura, de sus instituciones civiles, así como otras características importantes de la sociedad en cuestión o su civilización. Veamos abajo en la mano de la economía y la teoría económica, acompañados de sonados casos empíricos.
Esto es exactamente lo ocurrido a Venezuela en estas cuatro décadas, no se define económicamente y como esta explicado en medio del ciclo económico. Por eso la diferencia entre crisis y colapso en términos económicos y que lo obliga a definir de manera correcta. En ese sentido un colapso -económico- ocurre en una economía, que se encuentra el medio de una extendida recesión caracterizado por una contracción de la economía privada y empobrecimiento violento de la población.
El colapso económico por lo general registra algo más que un colapso en lo material económico, dado que el estado de derecho que cada economía procura, el rol de las instituciones, de las libertades económicas, de desmoronamiento de sectores enteros en una economía cuyo efecto aguas abajo construye un largo proceso de contracción de la economía, empobrecimiento, descapitalización de los servicios públicos, crecimiento desbordado del crimen, masiva migración al exterior y países vecinos, probablemente impacto de ese fenómeno de la economía global denominado “cisnes negros” capaz de eliminar cualquier sector del ciclo económico, desatando el colapso económico, o colapso de la economía y sus instituciones.
Economía, servicios e instituciones en ruina: el Estado Fallido
A diferencia de las contracciones y las recesiones, no hay directriz acordada para un colapso económico. En cambio, el término colapso económico es una categoría que puede ser aplicada por la economía -teoría y análisis económico- así como instituciones multilaterales económicas y financieras, y no tiene periodicidad alguna, un evento que puede perdurar anos, el caso Venezuela. Los gobiernos también tienden a hablar en términos de colapso económico al crear estímulos a gran escala durante los pánicos del mercado. La amenaza de colapso económico se plantea para que se ate la intervención en la economía.
Aunque las economías pueden y siguen experimentando un colapso económico, existe un fuerte incentivo para que los gobiernos nacionales intenten evitar o disminuir la gravedad de un colapso económico a través de cambios en la política económica -fiscal y monetaria- así como reformas institucionales importantes, por ejemplo, una dolarización, o masiva privatización para reducir el peso económico de recurrencia fiscal y tributarias recesivas.
El colapso económico
Un colapso económico, nos habla de fracasos y extensiones temporales del propio colapso, conlleva a un espejismo, resolver un colapso económico que se caracteriza por descomposición tanto de los material como lo institucional, el piso que soporta la actividad económica de creación de riqueza que únicamente pertenece al individuo, razones por las cuales las medidas de corte -coyuntural- con la falsa creencia que un a fuerte intervención fiscal y monetario con mayor intervención del gobierno podrán revesar las consecuencias del colapso, acotemos que el colapso -económico- no es algo que se parezca a una crisis económica.
Curiosamente, los gobiernos han perdurado en el poder, dividido a veces entre grupos padrinos del neopatrimonialismo que controlan y comparten parcelas de poder. El escalón final lo veremos cuando el pais en absorbido por la dimensión del Estado Fallido fenómeno que puede extenderse hasta una crisis de fractura político territorial, caso típico en África. Los casos de Cuba, Venezuela Nicaragua, Bolivia en Latam y una buena cantidad de países africanos.
Tras un colapso económico, en aquellos países que lograron sobreponerse han tenido que asumir posiciones reformistas, cambios legislativos -reformas económicas fiscales, monetaria e institucionales, todas ellas conducentes a la disminución del tamaño del Estado para reducir la presión fiscal y así acelerar el crecimiento económico, todo el sobre la refundación de un rule of law que cubra las garantías y derechos económicos del ciudadano.
Soluciones
Todos encaminados a evitar una situación similar en el futuro. Estos cambios suelen estar informados mediante un análisis posterior al colapso destinado a identificar los factores clave que condujeron y conducen al colapso e integrar los controles en la nueva legislación para mitigar esos riesgos en el futuro. Ejemplos en la historia hay muchos de colapso económico a nivel nacional a lo largo de la historia.
Cada colapso económico suele tener sus propias circunstancias y factores especiales, aunque algunas acciones se desencadenan como con la Gran depresión, estos factores se mezclan con muchos de los factores macroeconómicos que se producen en las contracciones y recesiones, como la hiperinflación, la estanflación, ruina en los mercados de valores. Por supuesto, los colapsos económicos también pueden ocurrir por factores extraordinarios como las políticas gubernamentales desastrosas, aplicaciones de agendas socialistas.
El caso Venezuela sería el más conocido tanto con la nueva Constitución de 1999 que trajo el socialismo desde el mismo Preámbulo pasando por 365 artículos referidos la mayoría a asuntos que solo importan a los individuos -sociales y económicos- así, con una constitución de tipo reglamentaria necesitamos un esfuerzo institucional que nos lleve a la desmantelamiento del Estado “que no crea riqueza, pero empobrece la riqueza que los ciudadanos en regimen de propiedad privada en un movimiento de corto plazo que nos lleva a la ruina, como la define Seneca, necesaria para acabar la reglamentación de las actividades económicas por parte del Estado, causas de un mercado deprimido, violento crecimiento del Estado via confiscaciones, expropiaciones, endeudamiento, inversión de la renta del petroleo, por parte del Estado de vastos sectores privados.
Su objetivo e inmediata consecuencia sido el crecimiento del Estado, convirtiendo en un eje central de la constitución, descapitalizar y empobrecer el sector privado, fenómenos que ocurren en el paso del crecimiento a un gran Estado, dueno de todo, tanto lo que pertenece al hombre como commons, pero tambien con las propiedades expropiadas de la economía privada, socialmente un estado guerra interna, hambre, peste y muerte.
Las hipótesis de Seneca y el petroleo venezolano
También hay muchos colapsos económicos internacionales que se han producido a lo largo de la historia. El socialismo en Europa Oriental, en América Latina Cuba, Nicaragua y Bolivia, y recientemente, Grecia, Argentina y Venezuela copado historias de décadas en este sentido con relación al nivel de endeudamiento y su disminuida capacidad de honrar sus deudas; el síndrome de un Estado habitado por maulas, enseñanza dejada por los grupos políticos en poder en los últimos 40 años. Con economías colapsada -Grecia, Argentina, Venezuela- los complementadas con serios problemas de endeudamiento, con arraigados problemas de liquidez y solvencia, para un periodo mayor de diez años, generando niveles de endeudamiento impagables porque sus ingresos nacionales no alcanzan para ‘swapear’ deuda por inversión.
Los filósofos del periodo clásico lograron, Seneca, por ejemplo, expresar ese fenómeno de colapso, con la expresión ruina, en sus discusiones acerca de los tiempos que define un crecimiento y la ruina ocurrida por el colapso de sus instituciones y economía. Me refiero precisamente a las raoznes que conllevarían al descalabro y colapso del Imperio Romano comenzando con la escasez de plata, que trajo serios problemas de liquidez, hiperinflación, fuertes corrientes migratorias hasta el colapso final. Ello nos permite, entrar con detalles al tema de esa nota, el efecto Seneca, que describe la lentitud con la cual se genera crecimiento nacional y que velocidad operaria el periodo de ruina, en el corto plazo.
Nuevamente en el Efecto Seneca
Bardi su autor expone que la relación temporal que reduce el efecto Seneca tiene su origen en la clásica Roma y se encuentran en los escritos de Seneca, particularmente los relacionados con los problemas que presentaba para esos años el Imperio Romano, un dominio que se fue instalando lentamente al largo de siglos, para entrar en su fase de colapso que «solo “tomaría dos a tres siglos,. En relación con esa diferencia entre el tiempo en progresar como Imperio y el gastado para generar el colapso, se puede encontrar en una línea escrita por Seneca, filósofo estoico romano, que expresaba «…las fortunas de un crecimiento lento desaparecen con un colapso -ruinas- rápidas relativamente con relación a los tiempos que se tomó el Imperio para alcanzar su «punto de derretimiento» un fenómeno natural que puede encontrarse universalmente, según Bardi.
Tenemos diferencias, sin embargo con Bardi, de los líderes en la ONU para detener el cambio climático, el describe al colapso a un evento que ocurrirá totalmente por razones naturales, sin embargo, el aceptas que los sistemas complejos, aunque condenados a fracasar, es decir, el colapso, puede prevenirse, pero la cirugía en su favor es el cambio en los derechos de propiedad, y esto no lo aprecia Bardi. Por ejemplo, sería el caso de cambio climático, el hombre según Bardi genera el cambio porque el cambio va hacia el colapso, pero olvida que ese mismo hombre tiene en sus manos los instrumentos para que ese colapso no sea como lo describió en general Seneca, sino un colapso ordenado diferente al que se podría dibujar, por ejemplo, con el vuelo de la mariposa como causante del caos.
Sin embargo, la historia ha demostrado que el colapso llega no por ser un evento natural empujado por la mano del hombre, sino que el sistema complejo puede perfectamente generarse con participación del hombre, en este caso en función de la estructura de incentivos que el fenómeno de ese sistema complejo, como sistemas dinámicos con curso aleatorio, no lineal, desmonta la racionalidad de los hechos inducidos por el hombre en base a un comportamiento racional que depende desde luego del propio hombre, algo así como la parodia en las economías “generadas “por Robinson Crusoe, en la obra de Daniel Defoe. [1]
¿Colapso bajo el efecto Seneca?
Quisimos traer el colapso de la industria petrolera venezolana, no como una fatalidad de los tiempos y la historia, sino porque el sistema complejo, deshecho y llevado al caos al violar la racionalidad del sistema -económico- que exige, eficiencia, competitividad y un marco jurídico que remunere la violación de la racionalidad económica, es decir, derechos de propiedad, por un largo plazo o que se permita que bajo la tragedia de los commons, bienes de todos, pero de nadie en términos de propiedad privada, a un sistema donde la racionalidad económica forjada por las categorías descritas en estos dos párrafos, sea violada para establecer esquemas redistributivos sin arbitraje en el intercambio y sin la operatividad racional de los incentivos y las instituciones.
Así hemos vivido las preocupaciones de Bardi, hacia un modelo de sistema complejo que estaba condenado al colapso. Veamos más adelante algunos detalles interesantes que nos lleva, por el mismo curso de la tragedia de los commons, o del colapso simplemnte porque todo sistema complejo sufrirá en el tiempo su colapso, solo que dejamos de lado el supuesto de Bardi, expresado n la fatalidad de las cosas del hombre dejando de lado las manos del hombre que forjaron el colapso del sistema dinámico. Dejamos claro, sin embargo, que el modelo de Bardi pone la mano del hombre en la corrección del inevitable colapso del sistema complejo, y así lo discute en su segundo libro, en “The Seneca Effect – Why Systems Collapse and How We Can Handle Ii.
De hecho, Bardi es un conocido militante del cambio climático (Club de Roma) nos interesa dejar fuera su determinismo que apunta al colapso, sin ofrecer que el colapso desde el inicio es generado por la mano del hombre, con una estructura de incentivos no adecuada al tiempo, y sin las instituciones requeridas por la sociedad que llama a la libertad, la vida y la propiedad, todos derechos humanos naturales que deben estar reforzados por la civilización. Bardo, al final le pide a la mano del hombre que haga todo lo posible para evitar el colapso.
Esta frase de Seneca[i] resume las características del fenómeno que llamamos» colapso «, que suele ser repentino y a menudo inesperado, como el proverbial «castillo de naipes», siendo este un sistema -complejo o no, es irrelevante- organizado de tal manera que sus estructuras intermedias fueron impuestas en modo inestable -debido a la nacionalización- lo cual camino hasta el derrumbe total. De esta manera podemos trasladar la expresión de Bardi a un contexto más general que abandone el efecto Seneca de la fatalidad universal y natural de Bardi en su comprensión del “efecto Seneca”, a otro ambiente donde la mano del hombre interviene. así nos separamos del “doomsday” donde Bardi acorralo el “Efecto Seneca”. De todos modos, Bardi -en su último libro- se mueve entre lo social-histórico y lo natural, sin embargo, su esfuerzo sigue apuntando al destino manifiesto “que pase lo que pase la naturaleza puede colapsar”. Llevemos el ejemplo al petroleo, y el «pico» del petroleo.
Petroleo, nacionalización: el efecto Seneca, el colapso de la industria petrolera
Hacia el pasado, los tiempos de cambio de un negocio en el poder del Estado dio sus pasos iniciales con la nacionalización del petroleo en 1975. Quienes disfrutaron el rentismo de trabajar en la industria -petrolera- en poder del Estado y convertida en monopolio estatal se han desde esos años en los principal lobby ideológico del nuevo sistema petrolero, complejo en su forma y en su estructura económica, complejo como cualquier economía en redes escogiendo un camino que por algún mágico análisis y por decisión política -inducida por el incentivo fiscal del Estado/Gobierno propietario con derechos de propiedad difusos, similar al modelo de propiedad de los bienes comunes bajo la administración del Estado/Gobierno- se extrapolaran simplemente las ganancias de las corporaciones privadas, concesionarias, que serían en su totalidad trasferidas al Tesoro en forma de renta dada la condición de propiedad monopólica.
En otras palabras, un curioso fenómeno económico que, bajo criterios emergidos como línea de análisis de la ingeniería social, abarcaría en la categoría económica descrita como maximización de la renta, un objetivo aun no considerado por la Constitución vigente para 1975 como un recurso administrado sobre un objetivo de maximizar la renta generada a partir de 1975 nominalmente generada por la empresa estatal -PDVSA..
El análisis económico -costo beneficio- era muy sencillo, la renta generada por las concesionarias y transferida al Estado/Gobierno bajo contrato se complementaba con la presión tributaria del Gobierno sobre los concesionarios para maximizar la renta. La realidad fue otra, el costo de la nacionalización se llevaría realmente lo que eran las ganancias de las concesionarias y el neto fiscal en renta del petroleo caería en el largo plazo cuando con el crecimiento de los costos ahora expresados como por efecto natural físico y por crecimiento por la caída de la competitividad y eficiencia de la industria en manos del poder fiscal.
Todo funciono como un “autoengaño’ de los nacionalizadores contenidos en un falso supuesto de la expansión -crecimiento continuo- de la renta del petróleo si el negocio estuviera en manos del Estado, aparecería como por arte de un golpe de birlibirloque creado por la industria nacionalizada, sin tecnología ni gerencia ni petroleo barato para finales de los ochenta. así, apenas unos diez años posteriores a la nacionalización, el gobierno y los políticos tuvieron que tragar grueso y volver al mercado internacional en busca de socios, la industria petrolera nacionalizada estaba en camino de colapso.
La dirigencia de PDVSA en negociaciones con los poderes públicos, léase, la política, buscaron el camino, sin mayores sacrificios institucionales y constitucionales reincorporar al capital internacional a la industria bajo acuerdos políticos de reparto en organizaciones empresariales -especie de empresas mixtas- en convenios, asociaciones estratégicas, que velaba cierta distribución de ganancias -entre el Tesoro y los socios de PDVSA- pero con derechos de propiedad mal definidos. El capital reputacional del Estado venezolano como socio y repartidor de las ganancias se recuperaba sin considerar el cambio de clima político que se inmediato se estableció entre grupos políticos y militares -nacionalismo petrolero- que surgieron violentamente con dos golpes de Estado en 1992.
El complejo sistema contenido en negocio que operaria esencialmente en el mercado internacional fue destruido para convertirlo en un negocio cuyo costo de oportunidad se implicaría cuando la renta masivamente quedara en poder del Tesoro. En esas condiciones y bajo nuestro paralelo en la historia el sentido predeterminado de lo que se entendía el “efecto Seneca” en medio de la apertura ya se observaba que la conversión al Estado habia regado el daño aguas abajo, y no dejaba espacio para el capital, la tecnología, y la economía del negocio, el colapso tenía cara para los dias del conflicto petrolero donde el nuevo Gobierno -Chavez- quería sus manos, ambas sobre el PetroEstado.
El Gobierno tenía su propia Constitución, , y que luego trajo lo que siempre llame como el paro suicida, hijo de una decisión política errónea pero facilitada por la naturaleza rentista que tomaron entre el Estado, el Tesoro, los poderes públicos y los grupos de interés sindicalizados de los trabajadores petroleros, el capital humano que logro empoderarse dentro de la Corporación. El Gobierno de Chavez decidió via su nueva constitución de tipo originaria la nacionalización -nuevamente- del petroleo y esta vez sí dieron el paso delante de constitucionalizar el petroleo, los yacimientos serian en delante de poder tributario, los impuestos alcanzarían desde 2007 niveles del 80% de la renta petrolera obtenida bajo la categoría de empresas mixtas, pero con intrínsecos derechos de propiedad incorrectamente definidos. ..
La versión venezolana del efecto Seneca.
El modelo puesto en movimiento fue el de prestar la propiedad sobre la parte del negocio internacionalizado con empresas extranjeras que entraron durante la apertura, modelo que no tenían la fuerza institucional debida y su fragilidad seria mostrada cuando el modelo del Petroestado entraría en su última fase con la nueva nacionalización tanto de capitales extranjeros, así como el “marginal” capital marginal venezolano invertido en las llamadas actividades conexas del petróleo. El momento religioso que opero en 1975 colapsaba -pese a la apertura- y luego con la segunda y tercera ola renacionalización, el fenómeno político que acelero el desenlace y su respectivo colapso.
La nacionalización a lo largo de esos treinta y cinco años era en realidad una alianza de sindicatos políticos encerrados en sus intereses, que lograron por seis décadas mantener al venezolano “lejos” del petroleo, las fuerzas “naturales” del PetroEstado representan el impacto final de la “ruina” que explica el modelo del “efecto Seneca” en la modalidad que compagina el fenómeno natural del recurso y las leyes de fenómeno económico, la mano del hombre. La centralización que nació como modelo gerencial que acercaría el proceso de produccion al fisco, elimino el modelo de unidades Empresariales independientes y en competencia que definían la eficiencia de us sistema administrativo descentralizado como economías en redes, cuya fisonomía económica en su administración y el proceso de toma d decisiones -eficiencia.
La incubación del efecto Seneca: PDVSA, el PetroEstado
Ese fenómeno de centralización continuo su marco centralizado durante el proceso de apertura, que dejaba los lotes, el estatal en PDVSA, toda la industria bajo un mismo Comité Central, y el resto de los asociados a PDVSA, los clientes de la apertura, así lo que se ganaba con la apertura se perdía en la propia corporación del Estado -PDVSA- cuyos resultados finales muestran las inconveniencias de ese proceso de centralización alrededor de un Comité Central, el Directorio de PVDSA.
Si utilizamos la teoría del “efecto Seneca” encontraremos que el efecto feedback que arrastra PDVSA posterior al paro iría contra los grados de libertad para una economía petrolera eficiente y competitiva, se perdió, el colapso de la industria nos muestra en desnudo, las taras gerenciales y administrativas y decisiones económicas pervertidas con decisiones politicas, corrupción, mala asignación de recursos, etc., la destrucción de la infraestructura y un directorio que entre otras cosas, se interesaba en el delito de legitimación de capitales, y eventualmente con conexiones con el narco tráfico.
Así mutaron por decisión política, y la conjunción de fenómenos físicos de la geología misma de los hidrocarburos disponibles en Venezuela, no permito un análisis cierto de costo beneficio que pudieran predecir los conocidos los puntos de derretimiento -descongelamiento- que brotarían en el rápido proceso que iría del camino a la ruina y el colapso final, como ocurriría realmente. El comportamiento de los líderes del petroleo, políticos y gobierno de turno siempre pensaron y así lo siguió la intelligentzia venezolana que sobre puso la ideología a la economía.
Era evidente que el estado/Gobierno exprimía la renta del petroleo y al caer esta casi secularmente desde los ochenta -pasando por el corto periodo de elevados precios en los 2000- se agota el recurrente presupuesto -frente al ingreso petrolero per se, y que se podía leer su impacto en caída de los ingresos con el violento crecimiento de la deuda pública, el Presidente de PDVSA en realidad se sentaba en el Gabinete, como Ministro de Minas, así lo pedía la LOH.
Algo que podríamos explicar cómo los efectos institucionales causados por la centralización del PetroEstado entre dos puntos de decisiones, el agente y el principal, los conocidos problemas económicas de agente y principal, que explicamos en detalle en nuestro ensayo La Economía Política del Petroleo Venezolano. Esos cambios arrastrados desde la nacionalización y seguidos curiosamente con la llegada de la apertura, entrando en un cinturón de restricciones conjugadas con la conversión del petroleo en un ex ante ingreso fiscal en el Tesoro.
Volvamos al pasado reciente: ¡el principio del colapso, 4 décadas atrás!
Volvemos atrás para recapitular el proceso de caída de la renta, los precios del petróleo en el largo plazo, y la política encima de la Corporación Estatal, la corrupción tomo un camino de elevado peligro porque potencian la mala asignación de recursos y el desvío de los capitales hacia la industria petrolera, la cual se descapitalizaba a gran velocidad y ello ocurriría en dos grandes momentos, desde la nacionalización en depresión, hasta posterior a la nacionalización que trajo lo que hoy tenemos.
Hagamos ahora la correlación con el citado efecto Seneca, nuestra versión. Así se juntaron en un mismo efecto, los cambios estructurales que comenzaron con la nacionalización, las contradicciones del proceso de apertura, que por un lado enfatizaba los incentivos rentistas del dinero facil, que llevando a la economía nacional al caos de solo vivir del petroleo, por en rentismo fiscal de los grupos de intereses políticos que gobernaron las decisiones de fuerza rentista en la Corporación pública, y la cual evolucionaria a ser un ente económico administrativo que repartía una renta, y para lo cual no tendría que ser una empresa, el Petroestado no tenía perdidas según sus creadores. Esta expresión de Ramirez, puede ser puesta en la boca de cualquier dirigente anterior de PDVSA, su labor de reparto fiscal, desde la transferencia de la renta al Tesoro de la Republica hasta su actividad netamente fiscal colocada en la Constitución y LOH.
La conjunción de esos hechos anunciaba que la industria petrolera iría en sentido contrario a los preceptos nacionalistas, el modelo centralista de toda estatización volteó a los pocos años hacia el fondo de los yacimientos y encontraron que para hacer del recurso un commodity, se tendrían que buscar socios internacionales con bolsillo profundo, exactamente lo contrario a lo que hicieron con la nacionalización en 1975. Al cabo de algunos años el colapso haría recordar a Seneca, el progreso si existe no es sobre la renta del petroleo, esta es una burbuja que explotaría eventualmente en el horizonte corto como realmente ocurre sino en el trabajo el ahorro y el emprendimiento y esas cosas no las traía el petróleo, esas categorías pertenecen al individuo, y no al Estado.
¿Porque la curva de Hubert?
La curva de Hubert traía en su misma, aunque no era reproducida por sus creadores mostraría que sin reconocimiento de la tecnología y el progreso tecnico, la escasez de petroleo sería tan horrible como la escasez de alimentos, traída a la economía clásica a principios de 1800 en Malthus, el economista que pensó ayer como lo hace el Club de Roma hoy y como lo especial a Bardi en su visión sobre el Efecto Seneca. Hubert pensaba no en un pico, sino en decenas de ellos, es mi conclusión, un pico para cada componente importante en el mercado. Por cierto, el pico de Venezuela trajo la apertura petrolera, al final el pico se tragó la industria, el pico de la política y el PetroEstado, uno por cada pais productor del recurso. En el caso de la curva – la campana de Gauss- en el “pico” de Hubert fue realmente realizada exclusivamente para dibujar el pico del petróleo en EE. UU.
Si observamos la matemática del Pico de Hubert, podemos concluir que el pico sería algo así como la 1era derivada de la curva de Malthus en su teoría de un medio donde la población cuyo crecimiento multiplicaba ala produccion de alimentos, todo terminaría en una gran hambruna, un razonamiento de gusto de Bardi y su tesis del Efecto Seneca, nosotros hemos querido corregir a Bardi y recoger el Efecto Seneca en la manera que este vio a la escasez de plata como el comiendo de la caída o colapso del Imperio Romano. Barda hizo esa relación, para emparejar su visión del “efecto Seneca”- produccion de alimentos más lenta que el crecimiento poblacional- un economista clásico de principio de 1800 quien expreso que la población crecía a ritmo geométrico mientras que la produccion de alimentos lo hacía más lenta, ritmo aritmético.
Ambos hombres se equivocaron -en el corto plazo- porque no pudieron anticipar los shocks tecnológicos que inducen fuertes cambio en la oferta, reduciendo el costo de las nuevas tecnologías dado el volumen de petróleo que sería sensible de ser producido más allá de los llamados convencionales. Esa debió ser la razón por la cual Bardi da un paso de lado y corrige el a historia natural del Efecto de Seneca. Volvamos a Hubert. Esa fue la gran restriccion que Hubert se colocó frente a sí mismo, se amarro las manos del conocimiento. el progreso tecnológico en ambas historias en los tiempos de Malthus y del petroleo en los 50 y 60, fue relegado, lo cual trajo una gran falla en la especificación de la función de costos y de oferta -léase produccion.
El colapso, el sistema dinámico -natural y social, pero complejo es una función del hombre y la eficiencia con que explota su suelo y subsuelo: el petroleo y su fungibilidad
La realidad de los saltos e innovaciones tecnológicas, para expresarlo en la narrativa de Shumpeter, pondría a producir petróleos no convencionales, con la misma eficiencia en costos que la explotación de Petróleos convencionales. La economía, su teoría económica y sus análisis económico pone orden en ese debate de geólogos que no se toparon con dos conceptos distintos pero que podría hacer confundir a cualquiera, el concepto de agotamiento en la geología y el de escasez en lo económico, algo es escaso pero no implica su agotamiento y algo tambien puede agotarse sin que se piense que los que estaría ocurriendo es escasez y no agotamiento, desde luego en el largo plazo, en su condición -matemática- de equilibrio -steady state.
Veamos estos detalles, en el largo plazo si el sistema entra en colapso, – se agota el petroleo convencional- se permite el desorden de la realidad frente a las curvas idealizadas. De sistemas dinámicos, como ocurre con los sistemas económicos donde las economías en redes, por ejemplo, el uso de modelos econométricos fieles al proceso de generación de la data como a la evolución de la teoría económica y el análisis económico, ambos fenómenos data y teoría perfilan el comportamiento de sistemas complejos, que aunque no desecha el efecto Seneca o la profecía de Seneca, por el contrario invita a Seneca a estudiarlo cuando mencionaba que la escasez de plata comenzo a dinamitar desde adentro la historia de los próximos años del Imperio Romano que finalmente colapsaría.
El Efecto Seneca, saldría del mundo universal natural por donde algunos lo han llevado, como Bardi, nos complementaria una nueva visión crecida en el estudio e interpretación de la filosofía de Seneca, el estoico filosofo que nos permitirá entrar en un mundo que aunque siendo conocido y sentido por todos, el llamado mundo de las cosas reales que nacen, crecen, desarrolla – no es necesario ni es requisito central de lo que comúnmente ocurre; lo sistemas muy complejos colapsan, en palabras de Seneca el filósofo antiguo son hechos que toman “el camino de las ruinas..».
Rediseñando el concepto de sistemas complejos en la industria del petroleo: la economía del petroleo fungible
En otras palabras, no es per se la naturaleza de la causa el caso, sino una conjunción compleja en un sistema donde el progreso tecnico e innovaciones tecnológicas, a los Shumpeter, repito, permiten que la mano del hombre pueda detener la ruinas «naturales“ sino las ruinas son generadas por sistema complejos sociales y económicos que traen la mano del individuo, sus libertades, propiedad privada, y derechos de propiedad, competitividad y eficiencia, condiciones sociales de la mano del recurso inagotable del hombre en su destino. En el caso del petroleo y la teoría del pico, las tecnologías que hicieron posible la innovación tecnológica y ampliar la produccion del petroleo, parte de un conceto sencillo, pero que es capaz de explicarlo todo en un concepto: la fungibilidad de los petróleos, solo los separa la línea de crecimiento de los costos marginales, y su representativa competitividad y eficiencia de los mercados.
De esa manera, juntamos las disciplinas mencionadas arriba, siguiendo el argumento desarrollado en el libro «Colapse» de JDiamond (2005) para analizar el colapso petrolero en la metodología de Seneca, por qué la ruina ocurre mucho más rápido que el tiempo que toma el progreso, como apunta Bardi, una “avalancha de ruinas”, lo que ha ocurrido en Venezuela, un escenario donde lo ocurrido se manipulan hechos para culpar solo a Chavez, desconociendo que el presente tiene anclas en el pasado.
El colapso petrolero era previsible, con el solo hecho de nacionalizar y convertir el negocio en un monopolio estatal, la simbiosis del PetroEstado
En un ensayo que escribí hace unos meses, titulado “Venezuela una economía petrolera en ruinas”, recogemos las ruinas como concepto en la filosofía estoica de Seneca (2450 AC), del filósofo Seneca, tratando de discutir y colaborar con muchos que aun dudan y hasta no les ha sido facil aprender las razones del severo colapso que ha sufrido la industria petrolera nacional. En esta nota, extraída de un texto mayor en progreso.
Y porque el feedback en el PetroEstado
La idea básica en el comportamiento de un sistema complejo seria aproximadamente la misma, la evidencia empírica muestra que esos la complejidad de los comportamientos de esos sistemas complejos es similar en lo que respecta a sus eventuales colapsos. Por esa razón incorporamos el concepto y algo de la “ciencia de la complejidad de sistemas complejos” para continuar nuestra explicación del colapso de la industria petrolera nacional y el eventual colapso de la nacionalidad venezolana incluido un potencial desintegración político-administrativa.
Un sistema es complejo porque estan dominados por lo que corrientemente llamamos en español o inglés, retroalimentación o feedback, entendamos que el retroalimentador es esencialmente un mecanismo de comportamiento; así, los efectos de retroalimentación en una estructura dinámica y grande puede colapsar, llevamos ese concepto a la economía, su teoría económica y encontraremos que el comportamiento minuto a minutos en el caso de PDVSA su existencia estaría en juego por su debilidad estructural -en su diseño- causado por el mecanismo del feedback cuando un solo de sus elementos, que lo componen, simplemente fallan.
A contrapelo del mandato petrolero de maximizar la renta petrolera los Estados -léase PetroEstado- el elemento central de la industria petrolera, una estructura de poder dentro de la estructura dinámica compleja, obliga por la necesidad de violar las economías del sistema que pudiera permitirle que nunca colapse porque la racionalidad económica le daría vida ha sido depredada por el mecanismo de maximización del ingreso fiscal generado por el negocio, dejando fuera la racionalidad del funcionamiento del sistema complejo, y afectando las dos palancas del crecimiento, – el mismo que estudio Seneca, competitividad y eficiencia son echadas de lado por las ansias fiscales de los grupos que controlan el sistema complejo desde afuera.
Colapsa el sistema complejo basado en un solo ‘player”: el Estado
El colapso del sistema complejo refleja en esa trayectoria que otras autodefensas del sistema, en el cado de la industria petrolera venezolana, caigan por el efecto retroalimentador que alimenta(ba) al sistema, la analogía con el control fiscal de la industria petrolera generada en la Constitución y en el marco jurídico, dejo que una de los frente esenciales de ese sistema, los derechos de propiedad, que guarda una natural lógica en términos de sus economías, provocaron su falla, los derechos de propiedad tanto sobre el recurso en el subsuelo como de la produccion, que le muchísima complejidad al negocio petroleo, no estan siendo protegidos y el eje de dominación fiscal del negocio, los logre depredar -feedback- y así desmontar los anticuerpos de la ruina -parafraseando a Seneca.
El fenómeno de retroalimentación -el efecto Seneca– es continuo hasta que la produccion de petroleo de detiene y ello traerá al sistema su destrucción rápida -efecto Seneca- el rápido crecimiento de los costos y finalmente la parálisis total, el sistema simplemnte ha colapsado, y así en los términos estudiados por Seneca hace más de 2400 años, como el mismo los juzgó, la ruina. Recuérdese que el título de un ensayo mío sobre ese tema del petroelo venezolano, lleva por título la Ruina de un país petrolero. Allí se podrá seguir estas reflexiones sobre el efecto Seneca.
[1] Donde la economía en esa lejana isla, conformada por un bien, un productor y un consumidor, generaría aparentemente las típicas multitareas en una economía siendo que el productor como el consumidor en realidad pueden elegir entre disfrutar del paisaje de la isla remota en la que se han encontrado o pasar su tiempo cazando; y así equilibrar su utilidad marginal aumentando la búsqueda de soñar despierto o disminuyendo su utilidad, en la búsqueda de producir para enfrentar al alivio de su hambre, lo cual nos llevaría a representar una economía pero con algunas modificaciones, así de la misma manera como antes pero con algunas modificaciones.
[i] Sería un consuelo para nuestra debilidad tanto de nosotros como de nuestras obras, si todas las cosas perecieran tan lentamente como nacen; pero como está, el progreso en el crecimiento es lentos, pero el camino a la ruina es rápido. (Lucio Anneals Seneca, 4 a. C.-65 d. C.)