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El circo del fracaso

Cuando pasen los años, nuestros descendientes vivirán otros tiempos, verán otros ríos y cruzaran otras aguas. Confío que no serán tan turbulentas como las que nos han tocado vivir en estos años. La corriente nunca es la misma y tampoco la veremos nosotros que tampoco seremos los mismos.  

Aunque el por-venir siempre es incierto, anhelo que vengan tiempos benévolos y serenos, tiempos de encuentro y convivencia, tiempos de justicia y democracia, tiempos de respeto y libertad. Tiempos que sean el comienzo del fin de la larga noche oscura que cayó sobre Venezuela. Por fortuna, el tiempo nunca regresa, nunca es igual ya que lo único constante es el cambio dixit el filósofo de Efeso. Y yo me alegro. Espero lo inesperado y alabadas sean las sorpresas…

Un pequeño ejercicio de ciencia ficción o no tan de ficción. Me ubico en el futuro, me monto sobre los zapatos de los que nos van a suceder, entro en su piel y veo sus mentes, siento la perplejidad e incredulidad cuando ellos miran en retrospectiva los acontecimientos de los últimos años del madurismo en Venezuela, es decir el período entre el 2013 hasta el 2024.

Años infaustos que forjaron, paradójicamente, desaliento y virtudes, penas y triunfos, enfrentamientos y unión. Las acciones de quienes usufructuaban el poder durante esos años y más, fueron una serie de acontecimientos tan inauditos, tan perversos, tan fraudulentos que mutilaron cualquier pensamiento racional, de justicia o sentido común. Simplemente, eran actos de una iniquidad «para no creer».

… vengan a bailar con el payaso / el pasito del fracaso…
Vengan a la casa de los juegos, donde se reparte el miedo
y todos llevan una venda y un bastón de ciego…
Carlos Varela

La feria de los tontos

La mejor forma de caracterizar a la «nomenklatura» de ese período de Venezuela es verlos como una serie de actores de comedia bufa. Un teatro grotesco que ni siquiera provoca risa por lo patético y lastimoso de su troupe. Es como esos miserables circos ambulantes, circos tan ruines que se presentan con una torpe y achacosa programación que ni los niños se la creen. En ese circo pre y post elecciones 2024, el grupo de poder presentó diversos espectáculos. La programación (es-tra-té-gi-ca) era totalmente incoherente, caótica: a veces un superhombre bigotudo, luego un gallo de pelea, otras veces un penitente, un boxeador, un bailarín, un deportista, etcétera. No existía un lineamiento de continuidad que pudiera mantenerse en el tiempo. Por otra parte, en esa cadena de errores, se usó un léxico básico que se repetía hasta la saciedad y, a pesar de los principios goebbelianos que rigen a la «nomenclatura», se saturó de tal manera que perdieron su sentido: extrema derecha, fascismo, imperialismo, apellidos, oligarquía y otro largo etcétera. ¿Y quiénes son los fascistas, sí a ver vamos?

Vengan, vengan a la feria de los tontos
Ya comienza el circo pronto
Tenemos domadores, marionetas, magos y caretas
Vengan, vengan a la casa de los juegos
Donde se reparte el miedo
Carlos Varela

La feria de los tontos

Es cierto, ese circo tiene payasos como Tareck William Saab y Rafael La Cava, domadores como Diosdado, marionetas como Amoroso y Caryslia Rodríguez, equilibristas como Jorge Rodríguez, freakys como Delcy Rodríguez, caretas como Cilia Flores, animales como… -ya lo saben-. No obstante, los dueños del circo están comandados por Padrino López, con su uniforme verde oliva, su gorra roja, sus condecoraciones y armas de fuego. Padrino y sus generales son el oxígeno que garantiza, mediante la intimidación, la violencia y la mentira que el circo se mantenga. Porque a pesar de las deficiencias del circo, de su inoperancia, los bienes y riquezas que le han robado al país han servido para sostenerlo.

Años más tarde, nuestros descendientes se preguntarán por las inexplicables razones de que esa situación perdurara en el tiempo. Difícil de comprender, ¿no? Una situación en la cual unos pocos mantienen toda una población subyugada, secuestrada, sometida, atemorizada y violentada.

Ciertamente, no podemos olvidar el hecho de las armas, la cruel represión de todas las libertades, la hegemonía en las comunicaciones, el control de las instituciones. Ni siquiera el mantenimiento de grupos paramilitares armados. Tampoco podemos olvidar el apoyo de potencias como Rusia, China e Irán y el complejo juego geoestratégico mundial, en el cual somos un pequeño peón que va y viene pero que funciona en el tablero. El desmembramiento del territorio y el expolio de nuestras riquezas, tantas a pesar de la inconmensurable corrupción. Sin embargo, tenemos a nuestro favor una inmensa mayoría de pobladores que desean fervientemente un cambio y expulsar la tiranía. Eso fue ampliamente comprobado en las elecciones del 28 de julio 2024. Pero… aquí viene el famoso «pero» y una reflexión que he escuchado muchas veces.

En esta compleja y difícil coyuntura, una situación que escapa a cualquier razonamiento, a cualquier oferta de negociación, a cualquier posibilidad de cambio incluso en las mejores condiciones para todos, es imprescindible crear un frente amplio. Verdaderamente amplio. Un frente que vaya más allá de la Unidad, de los partidos políticos, de los candidatos. Que aglutine a todas las ideologías existentes en el país, a todos los grupos y organizaciones sociales, sindicales, ONG´s, gremiales, académicas, económicas, sociales, culturales. Que le de paso a muchas voces y no se quede, como hasta ahora, en solo dos: María Corina y Edmundo. Que pueda representar a la totalidad de los venezolanos. Esto lo he escuchado muchas veces de personas que desean salir de la tiranía, pero no se sientes representados por la llamada «oposición» formal. Eso es una verdad, aunque no nos guste, pero forma parte de la «realpolitik» que debe acompañar cualquier estrategia futura.

Llegó el momento de ver con claridad y humildad que la unión no se ha logrado en su totalidad, que hay muchos cabos sueltos, muchas personas valiosas desperdigadas y marginadas, muchos venezolanos que se sienten apresados entre dos opciones binarias. A ellos hay que abrirles el abanico. Darles un ramillete de opciones diversas aglutinados, por motivos estratégicos y coyunturales, en un solo frente. Eso es pluralismo, eso es convivencia, eso es democracia.

Tener claro que lo más importante es poner el foco en un solo objetivo, producir el cambio y avanzar hacia la democracia, la libertad y la justicia. Es el momento de llevar a cabo la creación y convocatoria de ese frente amplio, con la misma capacidad, voluntad y organización que han demostrado hasta ahora nuestros líderes, en especial María Corina, quien no solo es una organizadora extraordinaria, sino que es capaz de entender que hay que sumar, producir un coro de potentes voces que no las calle nada ni nadie.

En Venezuela, en la Venezuela democrática que pretendemos crear, además de fortalecer la institucionalidad, reforzar el pluralismo, la convivencia, la paz, el estado de derecho, la alternabilidad y la libertad tenemos que saber que, aunque nuestras ideologías y creencias difieran, todos tenemos derecho a existir. Todos tenemos ese derecho.

Cuando la tarea es por la libertad, los egos no juegan.

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