El cero cero: símbolo bolivariano
Queridos hermanos y camaradas:
Acá en esta bolivariana patria, vamos cada vez más de cero en cero. Cero azúcar, cero pollo, cero carne, cero sal, cero pan y PAN, cero futuros claros, y hasta le quitaron 3 ceros al Bolívar para hacerlo más fuerte y soberbio.
Propongo pues que el cero, la nada, la ausencia, lo nulo, la carencia, se convierta en símbolo inequívoco de estos tiempos bolivarianos, donde todo pasa para que nada pase o pueda seguir pasando. El cero, la ausencia de unidad, puede evidenciar con claridad los índices de nuestra eficiencia gubernamental.
Mercal se acerca revolucionariamente al cero bolivariano, Barrio Adentro Cero Adentro pronto será, La EDC, RCTV, PDVSA Y CANTV ceros también van siendo, y cualquier otra empresa positiva que se atreviese en mi proceso, cero también será.
PDVSA con angustia se acerca al cero, no en accidentes, sino en producción. ¡Vamos todos hacia el cero!, a los minístraidos de ocasión, esta vez, no les pondré dos ceros como a todos los que ya no están, con uno solo bastará para echarlos del gobierno a silbato de pito que para eso seguimos en Carnaval.
El cero, en su simbolismo, ilustra muy bien nuestra realidad: cero comentario, cero hablar, cero crítica, cero chiste, cero humor, porque toda acción en positivo es, de ahora en adelante, golpista, desestabilizadora, imperialista y contra revolucionaria.
El cero, lo negativo, lo nulo, el NO, se está adueñando pronta e insondablemente de nuestra cotidianidad revolucionaria, el cero es flojedad, antipatía, tedio, desgano, echarle la culpa al otro, sacarle el culo al asunto, sacarle el cuerpo a las personas involucradas y a las cosas hechas, anteponer la razón ideológica o de Estado a cualquier otra razón.
Cero el trabajo legislativo, cero el judicial, cero el educativo, cero el policial, cero el habitacional ¿para qué tanto esfuerzo ajeno? Si lo que más quiero en este proceso mío, es un país de ceros a la izquierda para YO ser el Celebrado, el Incomparable, el único y efectivo cero a la derecha.
Saludos mis ceros, ceros.
YO EL PRESIDENTE DE CEROLANDIA