Ébola, pronósticos

La epidemia del virus Ébola en África Occidental ha alcanzado dimensiones antes inimaginables, poniendo en peligro todos los segmentos de la vida cotidiana en esas naciones y amenazando con arruinarlas, según reciente información de la ONU.

Ya son harto conocidas las noticias de personas que fallecen en la calle, donde permanecen hasta que los sanitaristas, convenientemente protegidos, desinfectan tanto el cadáver como sus alrededores, lo retiran y llevan a enterrar. O quienes son devueltos de los centros de atención, porque las unidades no tienen capacidad de recepción y van a morir a sus casas.

Particularmente afectadas son algunas de las pequeñas naciones más empobrecidas del mundo. Sus gobiernos se han quejado, a gritos, de haber sido dejados solos por la comunidad internacional, cuya respuesta ha sido extremadamente lenta. También así se ha comportado la Organización Mundial de la Salud (OMS), según han transmitido voceros autorizados de la organización Médicos sin Fronteras, cuyos miembros se encuentran activos en los países afectados desde marzo de 2014.

La necesidad del pronóstico

La opinión de muchos especialistas es tratar de prever, ahora, qué puede suceder en las próximas semanas o meses, tanto en la región afectada como en otras partes del mundo y poder contener la expansión del virus.

Según el más reciente informe de la OMS, del 26-09-2014, en Liberia, Guinea y Sierra Leona el número de casos totales (probables, confirmados y sospechosos) detectados se ha incrementado a 6.533 y el de fallecidos a 3.083. En Nigeria y Senegal, donde el brote parece estar bajo control, los números correspondientes son 21 casos totales detectados y 8 muertes. (http://www.who.org) Entre las 4 naciones más afectadas han fallecido 211 trabajadores de la salud, un número trágico en países donde casi no hay médicos ni personal auxiliar.

El desarrollo en los próximos meses

• Un equipo de respuesta al Ébola (Investigadores y colaboradores) de la OMS publicó recientemente en la revista The New England Journal of Medicine (http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1411100) sus resultados y proyecciones sobre el posible número de casos de Ébola en el corto plazo. Temen, que solo hasta principios de noviembre de 2014 podrían infectarse alrededor de 20.000 personas, como número acumulado. En promedio, cada enfermo podría contaminar a 1,4 hasta 1,8 personas, siendo la rata más baja en Sierra Leona y la más alta en Guinea. Consecuentemente, duraría 16 días (en Guinea) hasta 30 días (en Sierra Leona) para duplicar el número de infectados.

Los investigadores concluyen, que si las medidas de control no se mejoran en forma drástica, el número de casos y muertes se continuará incrementando desde cientos hasta miles, en los meses venideros.

Probablemente, las cifras verdaderas sean aún más elevadas, ya que según la opinión de los expertos existen considerables números “oscuros” indetectados, por los enfermos y muertos que permanecen ocultos por sus familiares.

• El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos (http://www.cdc.gov./mmwr/preview/mmwrhtml/su63e0923a1.htm) ha estimado, que el número de casos en Liberia se duplicaría cada 15 a 20 días y en Sierra Leona cada 30 a 40 días. Sin medidas adicionales y cambios en el comportamiento de la población, hasta mediados de enero de 2015 se habrán infectado aproximadamente 550.000 personas, y si se consideran los números “negros” hasta en 1,4 millones. Hay que recordar, que en Liberia viven alrededor de 4,3 millones de personas y en Sierra Leona más de seis millones.

Funcionarios gubernamentales de Estados Unidos han ideado un plan para incrementar rápidamente las capacidades de y en instalaciones médicas para tratar al Ébola (Unidades de Tratamiento del Ébola), así como métodos innovadores que pueden ser escalados rápidamente para aislar a los pacientes que se encuentran en instalaciones inadecuadas, con el objetivo de romper las líneas de transmisión del virus en las comunidades. Tanto el gobierno de los Estados Unidos como varias organizaciones internacionales han anunciado compromisos para apoyar estas medidas. Mientras más rápidamente se pongan en práctica estas medidas y se consoliden, más improbables serán las dramáticas proyecciones que se han hecho en este último reporte.

• Jeffrey Shaman, profesor asociado de ciencias de la salud ambiental de la Universidad de Columbia y otros investigadores de varias universidades estadounidenses han establecido proyecciones sobre el comportamiento del Ébola según un modelo computarizado de la propagación del virus ideado por ellos, llamado MIDAS (Model of Infectious Disease Agent Study). (http://www.nytimes.com/2014/09/13/world/africa/us-scientists-see-long-fight-against-ebola.html).

El Dr. Shaman estima el número de casos hasta el 12 de octubre de 2014, con diferentes predicciones basadas sobre el tipo de control de la epidemia. Si los controles permanecen igual a como son hasta ahora, según el modelo, el número de casos ascendería a 18.406 para la fecha antes indicada. Si los controles mejoran, los casos serían de 7.861. Si empeoran, los casos se dispararían hasta 54.895.

• Además de lo anterior, la OMS dibuja un escenario futuro muy sombrío: a mediano plazo sería posible, que el virus del Ébola se hiciera endémico en África Occidental, es decir, que se presente en forma permanente. A esto se agregaría la capacidad del virus de mutar, que complicaría el diseño de las tan necesarias vacunas para su control y la vigencia de las mismas.

• Es cierto que existen medicamentos y vacunas experimentales, pero aún están en lo potencial para su uso en humanos. Además, hasta el presente no existen en las cantidades suficientes para hacer alguna diferencia en la profundidad y peligrosidad de la epidemia en los próximos meses, aun cuando su efectividad fuera comprobable. Ahora se sabe, que el médico estadounidense Rick Sacra, expuesto al virus en Liberia, fue tratado en Nebraska con la droga experimental TKM-Ébola y con suero convalescente y parece estar libre del virus, según los médicos.

Hay otra mala noticia adicional: cuando estén disponibles las vacunas, solamente serán para ser aplicadas a médicos, asistentes, sanitaristas y otras personas que tengan contacto con los pacientes enfermos con Ébola. En otras palabras, no habrá campañas de vacunación masiva. Otra vez el asunto bioético: quiénes sí, quiénes no. Obviamente, el rescate para todos es una ilusión. ¿Cuántos más morirán hasta entonces?

A pesar de las incertidumbres, la OMS espera iniciar tal vacunación en enero de 2015.

Entonces, ¿qué hacer?

Para la contención de la epidemia del Ébola en África Occidental luchan médicos, organizaciones asistenciales de proyección mundial, regional y local, así como políticos de muchas naciones, incluyendo a los de los pequeños países afectados. Lidian en numerosos frentes. Organizaciones critican a otras. Ofertas van y vienen, que se espera concreten en hechos.

Pero lo que las naciones afectadas necesitan con mayor urgencia, son más camas, específicamente en centros de tratamiento acondicionados para el Ébola y más personal auxiliar entrenado, que se ocupe de los enfermos. Por el momento, las medidas más efectivas son las precauciones de protección para el personal, medidas de higiene, un rápido aislamiento de los enfermos y la información y educación de la gran masa de la población. Esto es lo que se está haciendo, pero no con la intensidad requerida para paliar la situación. Es una ventana de esperanza.

En este último aspecto, no deja de ser entristecedor el hecho ocurrido hace menos de dos semanas en Guinea, del asesinato a sangre fría de 7 educadores, periodistas y miembros de la Cruz Roja, que se encontraban en una campaña educativa para la población, al ser acusados de quererlos matar con el Ébola: “El Ébola es un invento de los blancos para matar a los negros”, fue la expresión de los criminales en un intento de justificar su acción. ¿Cómo luchar contra la ignorancia y la superstición? Este hecho es una clara expresión de la frustración y el miedo producidos por la enfermedad.

La opinión del Dr. Peter Piot

Peter Piot es un médico belga, actual director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical, de Londres y co-descubridor del virus del Ébola en Zaire, en 1976. En reciente entrevista en el semanario Der Spiegel, Piot expresó su temor, que la epidemia de Ébola podría extenderse a otros continentes. Citó el caso de los muchos indios que viven en África Occidental. Bastaría que uno solo de ellos se infectara y visitara a sus parientes en la India durante el período de incubación del virus, para que pudieran ser infectados, expresó. “Muchas veces los médicos y enfermeras en la India no usan guantes de protección. Se infectarían inmediatamente y propagarían el virus”, fue su alerta.

Piot manifestó, que igualmente, a Europa irían con seguridad enfermos de Ébola desde África, en búsqueda de tratamiento. Tal vez algunos europeos serían infectados y morirían. Pero tanto en Europa como en Norteamérica un brote como el africano sería rápidamente controlado. Al contrario, en África la epidemia desestabilizaría una región completa, lo que ya parece estar sucediendo.

“Nos debe quedar claro, que esto ya no es más una epidemia, sino una catástrofe humanitaria. Solo puedo esperar, que logremos agarrarla por el mango. Nunca pensé, que sería tan grave”, fueron sus expresiones.

Don dinero y el final

Para detener una expansión adicional del virus se necesita dinero, el cual escasea, a pesar de numerosas ofertas anunciadas. La ONU ha estimado, que se necesita, como mínimo, mil millones de dólares, para controlarla. No se sabe si se podrá recabar. Una cosa es seguro que deberán hacer los receptores y donadores de dinero: protegerlo de la corrupción común en esos pequeños países y manejarlo con transparencia.

Parece que las naciones todavía no se dan cuenta de la gravedad de la situación. Una catástrofe dentro de la catástrofe, dijo alguien.

Es muy difícil establecer pronósticos a largo plazo. Con frecuencia quedará alguien insatisfecho. Es algo parecido al pronóstico del tiempo: se puede acertar con un par de días de antelación, pero con un par de semanas o de meses es mucho más complejo.

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