Dinámica de los Mercados: Caso de las Agencias de Viaje
Cada mercado suele poseer una caracterización idiosincrática y en consecuencia mostrar una dinámica propia. Algunos de estos resultan por naturaleza más dinámicos que otros por la presencia significativa de innovaciones o producto de ciclos de vida más cortos de los productos.
Adicionalmente, en términos generales el entorno y las tendencias macroeconómicas inciden transversalmente sobre todos los mercados aun cuando podrían hacerlo con mayor o menor fuerza sobre ciertos mercados-producto específicos. Lo anterior implica que en economías volátiles o poco estables podría esperarse cambios en las condiciones de los distintos mercados.
En el caso venezolano, la pérdida de poder de compra por parte del público ha incidido sobre los distintos mercados de bienes y servicios. Específicamente dicha pérdida de poder de compra ha ido modificando ciertos patrones de compra y/o consumo. Así lo recogen e informan someramente algunas consultoras que asoman o revelan ciertas tendencias referidas a la “Fidelidad de Marca versus la búsqueda de mejores Precios” por parte de los consumidores finales en Venezuela.
Sin menoscabo de lo anterior, pueden presentarse mercados de productos o servicios específicos que forman parte de una cadena de valor cuyo consumo general o final ha podido aumentar, pero que sin embargo los primeros observan una reducción de su demanda y/o una caída de su partición sobre el valor final del producto o el servicio.
Este parece haber sido el caso de las agencias tradicionales de viaje en Venezuela ante la demanda estacional de Semana Santa.
La presidenta de Avavit -Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo- Vicky Herrera de Díaz, habría informado durante la primera semana de abril de 2024 que la demanda de paquetes turísticos en Semana Santa fue baja, en función de la movilización de temporadistas, debido a la competencia “desleal” de agentes informales. Valga decir que este tipo de reclamo ha sido realizado en el pasado por el gremio que representa a las empresas de Hoteles y establecimientos de hospedaje vacacional formales.
La máxima representante del gremio de las agencias de viaje destacó que, a pesar de que durante esta Semana Santa se reportó una movilización importante de turistas, este desplazamiento no se vio reflejado en la comercialización de paquetes turísticos por parte de estas agencias. Añadió que durante esta temporada se comercializaron, en su mayoría, boletos aéreos frente a la disminución de venta de paquetes turísticos, lo cual no corresponde a la importante afluencia de viajeros movilizados durante Semana Santa.
La demanda de transporte y pasajes aéreos constituye una demanda derivada y a su vez un servicio o producto eventualmente complementario con el consumo de servicios de estadía o alojamiento, así como con servicios de entretenimiento y servicios de empaquetamiento y comercialización de estos productos, entre otros. Podríamos asumir que existe una asociación y en consecuencia una proporción -no necesariamente lineal ni perfecta- entre el consumo de dichos productos complementarios (entre otros servicios turísticos, de restauración, etc.). De hecho, de lo anterior se desprende la posibilidad de que las agencias diseñen ofertas de valor del tipo Bundling o empaquetamiento de este tipo de productos y/o servicios -paquetes turísticos compuestos de ticket aéreo más alojamiento, etc.-.
En otro orden de ideas, es probable que una mayor adopción y uso de tecnologías de la información y dispositivos móviles por parte de los consumidores finales haya transformado la forma cómo se adquieren productos y servicios turísticos, así como la dinámica competitiva y los niveles de los costos transaccionales y de búsqueda enfrentados por los consumidores finales.
Estos desafíos competitivos no son del todo nuevos para las Agencias de Viaje, empresas que han tenido que enfrentar con el paso del tiempo el desarrollo de canales y sistemas electrónicos de comercialización propios de las compañías aéreas constituyendo una alternativa a la disposición de los consumidores finales. Justamente estos desafíos han exigido a las agencias de viaje agregar valor, construir ofertas empaquetadas difíciles de replicar por parte del consumidor final o tener que diferenciarse atendiendo cierto público target.
Una eventual presión competitiva en favor de la adopción o desarrollo de un modelo híbrido e incluso virtual por parte de las agencias de viaje -apalancadas en la reputación de marca de las empresas tradicionales incumbentes- no exime al reclamo que hacen, no solo en Venezuela sino internacionalmente, como en el caso de Argentina, donde exigen una “nivelación del campo de juego” en lo referido a las cargas, tributos, regulaciones y obligaciones que suelen asumir respecto a los Freelancers, los informales y las Plataformas Digitales (fundamentalmente modelos de negocio basados en Sharing Economy así como el uso de Redes Sociales como canal de Marketing).
Cargas tributarias y regulatorias desiguales efectivamente pueden constituir una fuente de perfeccionamiento de un escenario de competencia desleal. Aun así, queda claro que la oferta de los servicios por parte de las agencias de viaje debe atraer a los consumidores finales bien porque agregan valor de difícil replicabilidad o porque diferencian sus productos y servicios como para capturar nichos o segmentos del mercado.
Economista UCV.