Dietrich Bonhoeffer, un héroe a carta cabal
Jorge V. Ordenes-Lavadenz
Si el nacionalismo, hoy de moda en varios países del mundo, tuvo un representante que incluso se apellidaba “socialismo,” ha sido el nazi-fascismo sobre todo alemán liderado por el artista austriaco fracasado y a todas luces enajenado, Adolf Hitler, que aprovechando la debacle emocional del pueblo germánico de Alemania y Austria, basada en gran parte en los términos leoninos del Tratado de Versalles del 28 de junio de 1919 que dio por concluida jurídicamente la primera guerra mundial, arrolló la moral colectiva de prácticamente todo el mundo asesinando premeditada, alevosa y ventajosamente a millones de seres humanos acorralados e indefensos, casi todos héroes poco conocidos pero inmensamente recordados por la población saludable y liberal del mundo.
Uno de ellos es el teólogo y pastor luterano, Dietrich Bohhoeffer nacido el 4 de febrero de 1906 en Breslavia, Alemania. A los ocho años de edad es testigo de la Primera Guerra Mundial en la que mueren uno de sus hermanos y tres primos. A los 17 años comienza a estudiar teología en la Universidad de Tubinga y dos años después continúa en la U. de Berlín. A los 21 años se doctora summa cum laude con una tesis considerada por el teólogo Karl Barth como un milagro teológico. Viaja a Barcelona y asume la vicaría de la Iglesia Luterana. Regresa a Berlín por razones de estudio aunque todavía es joven para ser ordenado. Viaja a Nueva York donde toma cursos en The Union Theological Seminary. Finalmente, en noviembre de 1931, a los 25 años, es ordenado pastor luterano.
Según History.com, Editors, dos días después de que Hitler deviniera Canciller de Alemania, Dietrich Bonhoefer, catedrático de la Universidad de Berlín, denuncia por radio el Fuhrerprincip nazi, o el principio de liderazgo que es nada menos que sinónimo de dictadura. La transmisión es interrumpida antes de que concluya. Bonhoiffer luego se traslada a Londres a predicar en una congregación alemana dando apoyo así a la Iglesia Confesante de Alemania que es un pronunciamiento de pastores y teólogos luteranos y evangelistas comprometidos con no cooperar con el gobierno nazi y su afán propagandístico. Bonhoeffer retorna a Alemania en 1935 para conducir un seminario de la Iglesia Confesional, pero que el gobierno nazi lo clausura en 1937. Él continúa expresando objeciones a las políticas del gobierno lo que ocasiona la prohibición de que enseñe y/o publique.
Quizá ansioso y hasta desesperado de ver a su patria guerrear en este, oeste, norte y sur soportando herida, escasez y muerte de su gente joven, y la menos joven e inocente en bombardeos constantes, Bonhoeffer decide adherirse al movimiento de Resistencia… e incluso llega a incluirse en un complot de asesinar a Hitler. En abril de 1943, poco después de comprometerse en matrimonio, es arrestado por la Gestapo, acusado de subvertor, juzgado y condenado a muerte. En la prisión oye, aconseja y consuela a otros prisioneros de distintas persuasiones. Bonhoeffer es inmisericordemente ahorcado en Flossenburg el 9 de abril de 1945, a solo días de la liberación de los campos de prisioneros por la fuerzas aliadas.
Su obra teológica más conocida es El costo discipular y ética. Doce de sus libros también están traducidos al español: Ëtica, El precio de la gracia, Yo he amado a este pueblo, ¿Quién fue y quién es Jesucristo?, Resistencia y sumisión, Cartas de amor desde la prision, et.al. Hay dos películas sobre él. Fue infatigable en su lucha contra la ignominia que azoró su patria… y costó tanto a tanta inocencia.