Dialogar o no dialogar no es la pregunta
Sobran en la historia ejemplos de simultaneidad entre batallas cruentas y diálogos entre las partes en conflicto. Ha sido y es una de las numerosas utilidades de la diplomacia.
Siendo así, entre Estados en guerra, es aún más pertinente en situaciones de conflictos internos en cualquier nación y mientras más tormentoso luce el panorama para la ciudadanía, mayor es la necesidad de diálogo. En tanto que, en situaciones de normalidad, cuando funciona la separación entre los poderes, es decir cuando existen los contrapesos al poder del Estado y, especialmente, del Ejecutivo, el diálogo fluye natural entre las diversas instancias del respectivo Estado, así mismo entre gobernantes y gobernados.
Es usual que antes de los contrincantes y, aún enemigos, sentarse a la misma mesa, entablen un período de pre negociación conducido por intermediario(s) tercero(s) de buena fe. O, al menos, con representantes de ambas partes, en equilibrio. Es lo que se conoce como el método del “go between”, mediante el cual las partes negocian y hacen valer sus condiciones irrenunciables para iniciar el diálogo. Desde luego que en ello influirá el poder real de cada una de las partes.
Entre los requisitos de un diálogo de la naturaleza a la que me estoy refiriendo, está el trato igualitario entre las partes y la voluntad de llegar a acuerdos que sean efectivos para despejar una sombría cotidianidad y una perspectiva aún más oscura. La pre negociación pone a prueba esa disposición al hacerse posible o no concertar el o los objetivos, la agenda y demás elementos operativos de significación que serán el paraguas del venidero diálogo entre las partes.
Así hicimos en la pre negociación de la Mesa de Negociación y Acuerdos (MNA), instalada el 7 de noviembre 2002. Por iniciativa del entonces Secretario General de la OEA, ex presidente de Colombia, César Gaviria (a quien, por cierto, tenemos que agradecerle mucho más de lo poco que le hemos reconocido) en la pre negociación acordamos la Síntesis Operativa que rigió la MNA, la cual logró el propósito que se fijó: la celebración de un Referendo Revocatorio Presidencial (RRP). Que esa decisión de jugarnos el todo por el todo fue una desviación del objetivo original de quienes concebimos la MNA, producida ésta ya en la fase de pre negociación o que el RRP no tuvo éxito, es harina de otro costal.
En el caso específico del reciente y sonado encuentro, poco claro, en República Dominicana, resaltan varios aspectos pero me voy a referir solo a algunos de ellos:
- La intervención de terceros, exclusivamente en representación del oficialismo ¿Por qué la oposición supuestamente organizada, aparentemente no procuró para la ocasión, el generoso y magnífico apoyo recibido de reconocidos y cuantiosos ex presidentes, por qué omitió como requisito para ese primer encuentro la participación de un número equivalente de éstos, por qué aceptó solo la participación internacional de representantes del oficialismo?
- Entre versiones y versiones, es difícil determinar cómo fue realmente el encuentro. El comunicado de la MUD asevera que sus representantes no se reunieron con los enviados por el oficialismo. Solo con los 3 ex presidentes Rodríguez Z, Fernández y Torrijos convocados por Unasur y el Secretario General de ese órgano multilateral. La Canciller informó de un supuesto encuentro entre personeros del gobierno y los de la oposición, representada por dirigentes de partidos integrantes de la MUD. Unasur sostuvo la versión de la oposición. Mientras uno de los oficialistas presentes, contradijo a su hermana canciller, objetó a uno de los integrantes del grupo opositor, vociferando que no se reunirán con la oposición si esa persona forma parte, como si ellos aceptarían que la oposición decida quién representa al oficialsmo. Si no hubo la reunión entre las partes por negativa del oficialismo, casi que les doy las gracias. Ignoro la frecuencia con la que Ernesto Samper dice alguna verdad pero en años recientes supe de una, palabra más palabra menos: en un diálogo lo más importante es la pre negociación.
- Toda esta ensalada vuelve a poner de relieve una inmensa gotera comunicacional en la MUD, tan ancha como para causar una inundación y con escasas esperanzas de mejorar pues ello es así teniendo hoy en la Secretaría Ejecutiva un famoso periodista.
Se pregunta uno ¿por qué la MUD no cuida su credibilidad?, ¿por qué esperó que la información se filtrara, dando lugar a toda clase de especulaciones? Podrían, incluso, haberlo informado al comenzar el encuentro ¿Por qué no tomaron en cuenta la percepción de la gente en cuanto a los antecedentes, en los que las supuestas intenciones de diálogo del régimen resultaron en un ganar tiempo?
Le pusieron en bandeja al oficialismo, minar la credibilidad de la MUD. Si soñaron que el oficialismo no le sacaría partido en su contra, la dirigencia nada ha aprendido en tan larga lucha.
La MUD, en su comunicado, anunció explicaciones de los viajeros. Cualesquiera que ellas sean (y espero que no incluya que fueron engañados), la MUD se hizo un auto gol.
La MUD es lo que tenemos. Ojalá su quehacer no resulte en una prolongación de la agonía del régimen.
@roytayo