Desmoronamiento
Iniciando el año les comentaba que la aparición del gobierno de Macri en la escena latinoamericana le daba al gobierno chavista un potencial “enemigo necesario” a ser activado cuando las circunstancias (internas principalmente) lo requirieran, como había sido en el pasado el gobierno americano, colombiano y español (en orden de frecuencia de aparición).
Tardó en ocurrir pero ocurrió y la prensa de estos dos últimos días nos colocan abiertamente en conflicto…mas mediático que diplomático, pero conflicto al fin.
La duración en escena de cada “enemigo necesario” tiene que ver con el impacto interno que tenga el evento con efectos distractivos sobre la terrible situación interna. Con Obama se recogieron “diez millones de firmas”, con Uribe primero y Santos después se cerraron las fronteras y deportaron colombianos, con España se amenazó con la nacionalización de las empresas españolas.
Pero creo que con Argentina el impacto no va a ser tan grande. No hay empresas argentinas como BBUVA o Telefónica, los argentinos residentes están mimetizados con la sociedad venezolana y los gerentes y diplomáticos (tal vez los más afectados) no son tantos. Y por otra parte en los últimos años de acercamiento en la relación, nos hemos conocido más… y nos hemos gustado. Es creciente la cantidad de venezolanos que llegan semanalmente a la Argentina…los mas con intenciones de radicación.
Este conflicto bilateral no debería durar mucho y más bien debería ir transformándose en una referencia permanente hacia la “derecha” latinoamericana. El buen sentido indicaría que no habría que darle más relevancia (ni mediática ni diplomática) que la que realmente tiene de ser una escaramuza más en la turbulencia que están generando los cambios de viento en la región.
Claro que al ser bilateral (pese a que el tema subyacente es Mercosur) sirve para ambos lados. En Venezuela distrajo (un poco, no mucho) del tema de los billetes y en Argentina sacó de los titulares al tema del impuesto a las ganancias y le permitió al gobierno desarmar la reunificación peronista que este había propiciado…esto porque nuevamente el kirchnerismo apoyó abiertamente a la canciller venezolana en su incursión en Buenos Aires distanciándose de las otras fuerzas políticas que lo condenaron.
Ya volviendo a los temas internos venezolanos, estamos terminando el año con la misma tónica con que lo arrancamos: muchos cambios y anuncios para que nada cambie. Esto es, la radicalización del modelo continúa su avance implacable desde principios de 2013, y continuará profundizándose durante el 2017.
Parece claro para mí que el país como un todo aun no ha internalizado su voluntad de cambio. Y esto se manifiesta en que cuanto más cae el gobierno en las encuestas, mas se radicaliza y mas se consolida en el poder. Es una fórmula que le ha funcionado muy bien. Y esto es extensivo al ámbito internacional: cuanto más aislado parece, mas se consolida en el poder. Y últimamente (por lo menos en apariencia) con El Vaticano funcionando como red de seguridad.
Como comentaba en informes anteriores, el gobierno y la oposición se realimentan mutuamente en un circuito perverso que confirma el estatus quo. Si ambas partes continúan haciendo lo mismo, los resultados serán los mismos. El gobierno no tiene ningún incentivo para cambiar pues está siendo exitoso en la retención del poder (razón primaria de todo lo que hace), entonces la única opción es que la oposición deje de hacer lo mismo y cambie radicalmente su aproximación a la situación…y así, tal vez, los resultados puedan ser diferentes…claro que eso debería ser parte de una estrategia de cambio real y con un plan concreto con escenarios y análisis de riesgo.
Por ejemplo, si se observa la estrategia del gobierno del “dakazo” a los televisores de plasma, a los alimentos, a los juguetes o a los billetes de 100, uno se da cuenta que se trata de acciones sorpresivas y desestabilizantes que cambian radicalmente las agendas. Con el tema de los billetes de 100 se creó una situación artificial de caos que dejó en segundo plano todos los problemas reales a los que nos enfrentamos. Y el caos y la anarquía es el territorio en el cual mejor se mueve el gobierno. Logra molestar al 70% que lo adversa, y consolida al 30% que lo apoya. El viernes 9 terminó la semana sin la más remota pista de que esto iba a ocurrir en el fin de semana. Que la semana iba a arrancar con “borrón y cuenta nueva”. Y al amparo del caos producido pierden relevancia por ejemplo los nombramientos en el CNE y la reconfirmación de la ilegalidad de la AN. Y más aun, pierde relevancia la mesa de diálogo y todo aquello que pueda afectar la gobernabilidad. Retomando el tema: si la oposición no establece un plan que contenga sorpresas y que le devuelva la iniciativa (que perdió voluntariamente al iniciar el dialogo), entonces será cierta la profecía que se cumple sola…
Con la introducción anterior y en un escenario inercial, podemos esperar para primer semestre del 2017:
- Situación política entrampada con correlación de fuerzas equivalente sin que se vea un cambio por lo que el gobierno podría llegar (salvo evento disruptivo) al 2018
- La gobernabilidad se irá sosteniendo con medidas cada vez más radicales y sorpresivas
- Como hace tiempo viene ocurriendo las condiciones están dadas para una explosión social pero no está a la vista el detonante
- La fuerza armada seguirá siendo un soporte importante de las políticas públicas a menos que tenga que reprimir una explosión social…cosa que se negará a hacer
- El tema del choque institucional no cambiará y se extenderá a los nuevos gobernadores opositores después de la elección
- El dialogo no arrojará resultados relevantes y los presos políticos más importantes, tristemente, no serán liberados
- La situación económica empeorará y se notará con fuerza en los meses de enero y febrero (fecha para una explosión?)
- Habrá muchos más controles en la economía con sanciones cada vez mas fuertes
- La escasez y el desabastecimiento continuarán (alimentos y medicinas)
- Este año 2017 podrían nacionalizarse algunas empresas importantes y hasta la banca (o algunos bancos) estará en riesgo
- La Sundde seguirá siendo el brazo ejecutor de la política de radicalización económica, la cual se profundizará
- La Sudeban ganará espacio mediático y político con el nuevo rol, poniendo en riesgo la estabilidad del sistema financiero
- El nuevo billete de Bs. 20 mil perderá rápidamente poder de compra y la tenencia de efectivo se verá afectada por los eventos del corralito y posterior eliminación del billete de 100
- Las transacciones electrónicas ganarán espacio aunque no mejore la infraestructura tecnológica ni el ancho de banda…las transacciones vía celulares serán una opción?
- Podría haber alguna flexibilización cambiaria que permita reponer inventarios (aunque no se hayan presentado las medidas cambiarias prometidas para la semana pasada)
- Las empresas con problemas continuarán cambiando de manos hacia “inversionistas tempranos” anticipándose al cambio…que demorará, pero llegará
- Las elecciones de gobernadores las perderá el gobierno quedándole solo de tres a cinco Gobernaciones
- La oposición tratará de adaptarse a este panorama pero no parece que pueda tener la fuerza de “calentar” la calle que sería su única opción de cambiar la correlación de fuerzas bajo estas circunstancias…claro que siempre podría hacer cambios que modifiquen el panorama
- El tema Mercosur será tratado políticamente y será excusa para activar enemigos externos cuando sea necesario (tal como el caso argentino al momento de escribir este informe)
- El gobierno de Trump sigue siendo una incógnita: desde nuevo mejor amigo hasta peor pesadilla
- La baja sostenida de producción de petróleo podría no compensar un leve aumento en el precio
- Los mercados “negros” seguirán fortaleciéndose, desde el dólar hasta los pasajes, desde los alimentos hasta las medicinas…y posiblemente pasaportes y documentos públicos
- Alcanzaremos un pico nunca antes visto de aislamiento internacional y reputación negativa
Un comentario final: El caso de los billetes de Bs. 100 sigue siendo un misterio en cuanto a las verdaderas motivaciones que tuvo el gobierno.
Están desde las más triviales del efecto distractivo, hasta la lucha interna entre facciones (todas con billetes en el exterior) para que las que fueron sorprendidas lo perdieran todo y las “dateadas” los ingresaran y cambiaran por dólares Dipro y Dicom. Además de las combinaciones tales como que la medida era para hace un par de meses y decidieron sacarla ahora para lograr los dos efectos anteriores, mas avanzar sobre la banca (objetivo planteado hace unos meses por Alfredo Serrano) como respuesta al caso Credicard, toma de la Sudeban, posible intervención a puertas abiertas de algunos bancos con vínculos con la oposición, tales como Provincial/Polar, Mercantil/MCM, BVC/Garcia Mendoza y Caribe y BOD por el caso Credicard y manejo discrecional de las “gavetas” sociales (actuales y venideras).
Se le ha asestado un golpe fuerte al Bolívar como moneda en efectivo, y ya los cheques estaban siendo cuestionados, por lo que solo quedan las transferencias y los POS, ambos debilitados por las limitaciones estructurales del ancho de banda.
Entonces, a las dificultades que anticipábamos de muy alta inflación, recesión, escasez y desabastecimiento e inseguridad, habrá que sumarle las restricciones transaccionales en el ámbito financiero. El sistema bancario venezolano ya no solo se habrá achicado en términos reales, sino que al disminuir las transacciones podría achicarse también físicamente.
La Sundde y la Sudeban, junto con el Seniat, el Sebin y la GN se consolidarán como grupo de choque para impulsar las medidas que se vayan tomando.
Estos últimos días las protestas callejeras se han incrementado y han pasado al vandalismo y los saqueos. El detonante fue la falta de billetes. No está claro si la lectura podría ser el principio de un levantamiento popular. Si así fuera, entonces podríamos estar en presencia de un cambio en los parámetros y que la FAN tenga que decidir si reprime o no estas manifestaciones, las cuales, por cierto, son genuinas y no están vinculadas en nada a la oposición política.
Por cierto que la MUD debería permanecer callada pues cada vez que se pronuncia el gobierno se fortalece.
La mesa de diálogo seguirá siendo funcional al gobierno por lo que no deberían ponerse esperanzas de solución en ese mecanismo.
Nos espera un 2017 con un país más deprimido en lo económico y en lo emocional con más del 70% del país pidiendo un cambio (que no parece cercano) y un 30% con “síndrome de Estocolmo” que apoya al gobierno…y que demorará un tiempo en readaptarse una vez que se haya producido el cambio de la alternancia necesaria de un sistema democrático como el que tenemos…distorsionado, en el límite de los requisitos, pero aun democrático.