Desenlace lamentable en la Unimet
Hace dos días muchos egresados, profesores y amigos de la Universidad Metropolitana, entidad académica que ha elevado enormemente su prestigio y su influencia en el pais en los últimos diez años, fuimos sorprendidos por la noticia de que habían renunciado tres de las cuatro autoridades de la Unimet, su Rector, su Vicerrectora Académica y su Secretaria General.
Un largo comunicado del Consejo Superior elogiaba a cada una de las autoridades renunciantes y hacía saber que sus renuncias habían sido aceptadas.
Durante 24 horas circularon especulaciones muy diversas y versiones que asociaban la renuncia con el proceso de reforma de la universidad que estaba en marcha basado en un Plan Estratégico que había preparado la muy prestigiosa firma McKinsey, especialista mundial en organización corporativa.
Otras versiones hablaban de diferencias entre el equipo rectoral y el Consejo Superior, integrado fundamentalmente por capitanes de empresas, algunos merecidamente prestigiosos, y con los resultados de una auditoría que dicho consejo habían habría ordenado.
Finalmente, una corta comunicación dirigida ayer por el Dr Benjamin Scharifker a sus amigos, de la Unimet y de fuera de ella, aclaró lo que había sucedido a lo largo de varios meses y las razones para el lamentable desenlace.
La comunicación del rector Scharifker confirmó la existencia de: a) diferentes visiones sobre la academia y sobre cómo ella puede y debe contribuir al desarrollo de las empresas venezolanas a través de actividades que le son propias dentro de un sistema de ciencia, tecnología e innovación; y b) el progreso de esas diferencias hasta convertirse en conflicto, debido a que una de las partes pareciera concebir que la toma de decisiones sobre el desarrollo de la universidad debe basarse en una sujeción obediente a la perspectiva de un board corporativo, y la otra concibe que debe basarse en el análisis racional dentro de una perspectiva universitaria.
Muy lamentable desenlace; ojalá la siembra de 11 años del rector saliente haya echado ya raíces fuertes que impidan ser barridas y aseguren cultivos futuros muy enriquecedores para Venezuela.