Del Medio Oriente al mundo
Mientras Joe Biden se reúne con Benjamín Netanyahu y el rey de Jordania en Tel Aviv, Vladimir Putin visita a Xi Jinping en Pekin. La OPEP no se reúne, con internet basta para acordar el aumento del petróleo. Y si Irán, que grita desde Teherán, se mete en el asunto, no sólo los israelíes los volverán a bombardear –ya lo hicieron antes penetrando las defensas rusas recién llegadas S 400 para sorpresa de todos incluyendo a Chávez que acababa de comprar las inferiores S 300- sino que muchos se angustiarán porque la decisión de Israel de borrar a Hamás de la faz de la Tierra se transformará en una guerra real en todo el Medio Oriente, y eso significa que las fronteras de combate se expanden con Egipto y Siria por el este y los países que flanquean a Irán por el oeste, como Turkmenistán y el complicado Afganistán talibán (presuntamente propensa a Hamás y muy relacionado con Irán)
¿Se meterán Rusia y China en el brete?
Es difícil. Los chinos tienen una economía gigante con problemas y realmente no quieren guerras que les cuesten montones de dinero sino venderle cosas al mundo, hablarán y gestionarán mucho pero es difícil de pensar que enviarán tropas. Eso, claro, aparte de que los chinos para meterse en ese berenjenal, tendrían que pasar por encima de India, y eso es un grave problema más.
Rusia, que presumiblemente es impulsor e inspirador de Hamás, usa el conflicto como medio de presión contra Estados Unidos, pero Rusia por una parte sigue metida en su berenjenal ucarniano aunque por la otra está ganando un dineral con el petróleo, el gas y la reciente óptima consecha de trigo que vende al mundo aunque se impida la del trigo ucraniano.
Estados Unidos y los europeos pueden “discutir” y presionar a Israel para que sea menos drástico, pero no podrán evitar que los israelíes se quiten el problema de Hamás de una vez por todas. Tómese nota de la intervención hasta ahora muy limitada de Hezbollah desde el Líbano.
El escenario medioriental va a cambiar, seguidamente cambiará la orientación política del gobierno de Israel pero este país continuará fortaleciéndose, ahora más que nunca.
El verdadero problema es qué hacer con los palestinos que nadie quiere. Para Egipto son una masa intragable, para los jordanos una masa traidora y peligrosa, los demás países musulmanes pueden aceptarlos pero a cuentagotas, las monarquías árabes no quieren enredos.
El Gobierno egipcio dijo que había una solución: Europa.