Del Comandante “Fausto” y otros…
Se cumplen 52 años del arribo de un comando de mercenarios cubanos y venezolanos por Machurucuto, el 8/5/1967, con armamento ruso, quienes recalaron por playas de Barlovento, Machurucuto, al este de la entidad mirandina; maquinación que podríamos considerarla de crucial para el régimen castrista, proyecto de la guerra fría, que expiró en 9/1991, financiado por la URSS, con el propósito de sojuzgar a toda Suramérica, raleando la causa democrática, mediante un gobierno de facto. Y, arrogarse todas sus riquezas; principalmente, petróleo y metales preciosos, hasta que en 2/1999 el “comandante supremo y eterno” bajo sofisma de una “revolución bolivariana” durante un madrugonazo insurgió, grotescamente, como representante velado de tal urdimbre, quien mediante un proceso electoral hoy día cuestionable a la luz de una serie de eventos narco delictivos, gana las elecciones de 12/1998 a través de un partido conocido como MBR, que no era otra cosa sino un caballo de Troya de gente indeseable que conformarían su equipo de gobierno, con miras a entregar toda Venezuela al régimen castrocomunista e implementar tal modelo de fracaso en el medio sociopolítico venezolano.
El grupo de irregulares estaban conformados, entre otros, por Alí Rodríguez Araque (a) comandante “Fausto”, como explosivista y comandaba un pelotón integrado de unos cuatro milicianos cubanos y unos ocho facciosos venezolanos; tenían por objeto sabotear la celebración del 400º aniversario de la fundación de Caracas, el 25/7/1967, mediante voladuras del dique de “La Mariposa”, planta Tacoa y, así, generar un caos colectivo-desestabilización- y aprovecharlo para tomat el poder.
A su desembarco chocaron con unos 300 efectivos de las FAN; ínterin, el destructor Aragua D-21 se apoostó frente a aquel lugar, pues se presumía un contraataque nocturno. Pero, gracias a la osadía y pericia de nuestros castrenses, mueren unos dos felones vriollos y apresan a unos dos cubanos; ocurrió una muerte por inmersión; otro, a la huida y una fuga. Así, la avidez castrista queda pausada, aunque ya habían otros focos rebeldes, ingresados por las costas falconianas y hasta ubicados al umbral de Los Andes, en los Humocaros (Alto y Bajo), municipio Morán del estado Lara, además de los estados llaneros y andinos. Además, desde 1964 operaba el frente “Ezequiel Zamora” del MIR por las montañas de El Bachiller, que coordinó tal desembarco.