¿De verdad eres opositor?
Por Miguel R Carpio Martinez
@carpioeconomics
Se rompió el hilo constitucional, bueno lo rompieron. Y seguramente te dio rabia. Dijiste y desdijiste del Gobierno. Una vez más tus expectativas se oscurecieron, como si eso, a estas alturas de la película, fuera posible.
Seguramente sentiste que tus derechos fueron pisoteados. Te indignó que un ente del Estado pasará por encima de tu voto. Palabras más palabras menos, todo tu odio en contra del Gobierno se colocó en modo “On”.
Ahora te pregunto, ¿eres de los que están esperando que la solución a la crisis venezolana caiga del cielo? ¿Estás esperando a un mesías que les diga a los venezolanos cuál es la solución mágica a todos nuestros problemas? Y es que claro, quizás pienses que es poco lo que puedes hacer como ciudadano para salir de este accidente diario en el que vivimos.
Por otra parte, me atrevo a pensar que eres de lo que cree que todo el pueblo debe salir enardecido a las calles y formar un zafarrancho para que esto se solucione. Tu frase favorita seguramente es: “El día que la gente se erreche … jum”.
Aparte de lo anterior, te pregunto, ¿cómo eres en tu día a día? Y esta pregunta es válida si eres obrero, directivo de una empresa, policía, estudiante, emprendedor e incluso ama de casa. ¿Tu proceder es honesto y transparente? ¿Estás pendiente de cualquier oportunidad para mostrar tus dotes de “vivo criollo”?
Te pregunto esto porque todos los días veo con asombro la sociedad en la que nos hemos convertido. Para buena parte de los venezolanos ir en contra de la norma está bien. Ve a tu alrededor: La gente se colea, se come la luz, no respeta el rallado, hacen fiestas con música a todo volumen hasta la madrugada, se copian en los exámenes, en fin, nadie respeta nada.
Te puedo apostar que, dadas las encuestas, 80% de las personas que cometen esos actos no están de acuerdo con el Gobierno. De hecho, piensan que éste actúa mal y debe rectificar. Y mi pregunta es, ¿a qué demonios juegan? ¿A quién quieren engañar? Se están comportando como críticos de conductas que no se alejan de las que tanto critican. Es una extraña disonancia cognitiva.
En este punto, seguro me dirás que no es los mismo ser un corrupto que roba millones de bolívares a un hijo de vecina que simplemente se come la luz o que no es lo mismo usar activos de la nación en beneficio propio que andar en moto sin casco. Pues te cuento que te equivocas. En todos los casos, están quebrantando la Ley y tu acción tiene consecuencias negativas para el resto de la sociedad.
A veces cuando estoy en el tráfico y veo con frustración como otros conductores se inventan un canal alterno porque seguramente tienen más prisa que el resto de los que están en la vía, me digo “y pensar que más de uno de estos señores es opositor”. Pero claro, ellos tienen más derecho que el resto, las Leyes de transito no tienen sentido, por qué deben actuar distinto si todo el mundo hace lo mismo y los que sí seguimos las normas somos imbéciles.
El punto es, ¿de verdad eres opositor? Pues si te comportas igual que este Gobierno que criticas, lo que eres realmente en un charlatán.
Es fundamental que entendamos que el cambio debe comenzar por cada uno de nosotros. El proceso debe comenzar por una autocrítica. Parecerá tonto, pero la pregunta: ¿está bien lo que estoy haciendo? Tiene mucho poder. Debemos ser honestos con nosotros mismos, con nuestra familia y con la sociedad en la que vivimos. He ahí el punto de partida. Les puedo asegurar que, si muchos venezolanos pensamos así, las cosas eventualmente comenzarán a cambiar.
Así que deja de esperar por un cambio en la sociedad para que todo esté mejor, comienza por cambiar tu forma de actuar. En otras palabras, sé un verdadero opositor.
*Economista
Profesor UCAB
