Dañar y matar da felicidad
Tal vez por esa exigua fuerza visual de la razón para ver y entender ciertas cosas de la mente, los análisis infernales de la tragedia venezolana se circunscriben a la política, economía, moral, derechos humanos, etc. por consiguiente: cuanto más precario sea el enfoque de la mente, más lejos llegará el mal… ¡Confusión, atrocidad, melancolía!
Varias redes cerebrales lisiadas sustentan las conductas de los gobernantes actuales, muy bien posicionados en la mentira y perversidad. La intención fundamental es hacer sufrir, a cambio de sentirse protegidos de sus desgracias, que ellos mismos han construido, y de la cuales ya no pueden escapar. Y como ellos ya no pueden escapar, tampoco pueden evitar que la maldad, el horror y la mortandad sean sus objetivos políticos.
Venezuela está bajo el dominio de individuos con neuronas frenéticamente incontinentes para pisotear y descuartizar la condición humana. Imbuidos con la violencia e impulsividad, desafían la lógica, se burlan de la ley, no respetan el derecho de los demás, y roban desaforadamente, incluyendo vidas de niños.
Tienen un hobby, vital para sus existencias, imponer el sentimiento de penuria. ¡Y se han atrevido a lo impensable! Perdón, en realidad es en lo único que piensan, en torturar y destripar para ser felices. Entender este tipo de felicidad es indispensable para negociar, enfrentarlos, sacarlos o…
Luis José Uzcátegui
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