Cuando las promesas no se cumplen
A veces se prometen cosas maravillosas, cosas que alegran a muchos. Pero, esas promesas no se cumplen y la alegría se vuelve tristeza. Ello sucede, por ejemplo, cuando los líderes, ya sean dictatoriales o presuntamente democráticos, convierten las promesas en engaños
Las promesas de mejorar los niveles de vida de los ciudadanos muy rara vez se cumplen, y hay países cuyos líderes gubernamentales se valen de todos los medios, para afirmar cosas como “nuestros programas acabarán con la pobreza “; “vamos a acabar con la corrupción”, “todos los ciudadanos tendrán acceso a la educación a todos sus niveles”; “la salud será garantizada por hospitales a los cuales tendrán acceso todos, sin discriminación”. Nada cumplen.
Hay promesas que hacen los candidatos en sus campañas. También hay promesas que reiteran los jefes de gobierno, una vez que cada año presentan su memoria y cuenta, y uno observa que no cumplieron lo prometido, cosa que se reiterará a lo largo de su mandato. Veamos algunos ejemplos:
Hay países cuyos Jefe de Estado o de Gobierno al asumir el poder, prometen, entre otras cosas, acabar con la pobreza, implantar una verdadera democracia, acabar con la corrupción, pero no cumplen con nada de eso; hacen que la pobreza aumente y no imponen una democracia, sino un gobierno totalitario. Prometen asegurar la soberanía de la nación, mas lo que logran es acabar con ella, al hacer que su política dependa de otro país, ya sea Cuba, Rusia o China. No cumplen con lo prometido, quisieron hacer creer que lo estaba cumpliendo mediante una reforma constitucional, y no hacen valer los aspectos positivos en ella contemplados, sino que hizo que logren que un gobierno democrático se torne en totalitario.
Algunos de esos jefes imponen un sucesor, uno no elegido democráticamente por el pueblo, que se las arregla para permanecer indefinidamente en el poder, uno que, por sus errores, un país, por largo tiempo rico, termine siendo sumamente pobre.
Ocurre que ese impuesto sucesor, cada vez que presente ante el Congreso su memoria y cuenta, diga que el año entrante la economía crecerá, pero nunca se da ese crecimiento sino un franco decrecimiento.
Hay quienes prometen democracia y no cumplen esa promesa, sino que generan totalitarismo.