¿Cuál (re) construcción?
Isaías A. Márquez Díaz
En virtud de la dinámica o evolución constante que en casi todos los órdenes de la vida se viene dando, resulta imprescindible y casi una condición sin equanom revisar y ajustar los modelos y las formas mediante los cuales nos movemos, nos organizamos, nos ccomunicanos y administramos, entre otras.
La reingeniería establece como prioridad que las instituciones públicas y/o privadas se organicen, fundamentalmente, en torno al proceso de producción, orientándose, principalmente, a la revisión y rediseño de procesos a objeto de lograr mejoras relevantes en niveles críticos y actuales de rendimiento y/o eficiencia, como por ejemplo: costos, calidad, servicio y rapidez.
La reingienería se ocupa básica y principalmente de rediseñar procesos: cómo debe ser la manufactura, desarrollo de pedido y servicio, entre otros, a fin de adecentar el concepto de la institución u organismo.
Hoy día, todo cambia y lo otrora paso seguro hacia el éxito, ahora no lo es, porque la comunidad y/o población está cada vez nás exigente ante las mismas propuestas que, al momento de ejecutarse no resuelven sino empeoran, más aun, la situación que se vive, fuera de su origen.
Por tanto, el mandamás pide apoyo al pueblo para su próximo plan y/o septenio (2019-2025) durante el cual pretende continuar con el legado del “comandante supremo y eterno”; modelo retardatorio que el extinto intenta inplementar sin éxito alguno, cuyas secuelas estamos sufriendo ya que no responde a nuestra tradición vernácula de logros mediante esfuerzos y aportes propios.
Por otra parte, la complejidad tan monstruosa que ahora ofrece la Administración Pública Nacional se ha convertido en un derroche millardario de recursos generadora de una improductividad exponencial que continúa obviando “la siembra del petróleo” (1936).
