Cruz-Diez en la galería Denise René: Homenaje al color
Tuve la oportunidad de observar las labores de montaje de la exposición Carlos Cruz-Diez: Hommage à la couleur, que será abierta al público en los próximos días en la galería Denise René, aquí en París. Más que un homenaje al artista recién desaparecido, es una magnífica oportunidad para recrearse en sus hallazgos relacionados con el fenómeno cromático: Physichromie, Transchromie, Chromointerférence, Induction Chromatique y Couleur à l’espace, palpitan en los espacios de esta emblemática galería.
En las obras de Carlos Cruz-Diez (1923-2019), el color posee un valor intrínseco que le permite afirmarse a sí mismo mediante sus comportamientos y ambivalencias. Como bien lo afirmaba el artista: “En todas mis obras, demuestro que el color, al interactuar con el observador, se convierte en una realidad autónoma y evolutiva, capaz de invadir el espacio sin anécdotas, desprovisto de símbolos, sin tiempo ni ayuda de la forma y aún, sin ningún soporte”. Sus obras no solo se observan con los ojos, sino también con el cuerpo, ya que al desplazarnos hacemos que surjan nuevas gamas de color, otorgándole al espacio y al tiempo funciones inéditas.
Denis Killian, director de la galería, me condujo a una de las salas para que observara algo inédito, el Chromoscope spatial. Se trata de una investigación sobre las transformaciones de la luz iniciada por Cruz-Diez en 1967 y que hoy podemos admirar en esta singular muestra. Según lo describió el propio artista, “El Chromoscopio es un instrumento para llevar consigo, tal como se porta un catalejo. Es una obra destinada a operar la transfiguración del paisaje nocturno de las grandes ciudades. Su interés no reside en el objeto, sino en el acontecimiento visual que éste genera. Es una obra que actúa como intermediaria entre la realidad y nuestro ojo, condicionando la mirada a una lectura distinta del entorno”. Sobre la evolución de esta propuesta a otra escala, Domitille d’Orgeval, curadora de la exposición lo describe así: “El Chromoscope spatial (2019) es la variante monumental y espectacular: en este entorno se convierte en una experiencia sensorial, los objetos y las personas se desmaterializan en un juego de interferencias de colores intensos y luz eléctrica”.
Conversamos también con Carlos Cruz-Diez Jr. director del Atelier Cruz-Diez Paris, quien trabajó junto a su padre por más de 40 años, acumulando una vasta experiencia en la utilización de tecnologías aplicadas al arte. Al preguntarle sobre su participación en este proyecto, nos expresó: “La realización del Chromoscope spatial, ha sido uno de los últimos proyectos de mi padre. Trabajamos sobre el concepto, diseños y planos del Chromoscopio original ideado por él en 1967, para llevarlo a otra escala, como lo vemos aquí”. Sobre el emblemático Atelier Cruz-Diez Paris y sus 59 años de febril actividad, nos dijo “En este momento estamos desarrollando diversos proyectos y exposiciones en varios países que mi padre concibió en los últimos meses antes de su partida. Por otra parte, estamos acompañando y asistiendo a otros artistas en sus proyectos. Pienso que en un mundo de inmensas posibilidades tecnológicas, el artista para lograr lo que quiere expresar necesita valerse de técnicas que están en constante evolución. No soy artista pero manejo diversos medios tecnológicos que siempre han estado a la disposición de mi padre y de los artistas que acuden a nosotros, que a fin de cuentas son los verdaderos inventores. El Atelier Cruz-Diez en París, con su reputación, experiencia y savoir faire, hace posible que artistas con ideas y propuestas coherentes se abran paso en el complejo mundo del mercado del arte”, expresó.
Es importante tener presente que en el desarrollo de sus propuestas, Cruz-Diez realizó ocho investigaciones sobre la luz y la fenomenología del color: Couleur Additive (1959), Physichromie (1959), Induction Chromatique (1963), Chromointerférence (1965), Transchromie (1965), Chromosaturation (1967), Chromoscope (1967) y Couleur dans l’espace (1993). Las reflexiones, experimentos y hallazgos de este artista, lo podríamos comparar con el rigor de un investigador científico. Sobre esto último, en una oportunidad afirmó: “Tú descubres cosas, las relacionas, haces tus reflexiones y asociaciones para luego inventar. El invento es la codificación de algo existente, es decir, de algo que existió siempre pero que tus contemporáneos o tus predecesores nunca lo percibieron. El arte es el vehículo entre el hombre y las cosas de una época, por eso, los misterios se aclaran gracias a los artistas”. Parafraseando al escritor Gustav Meyrink (Golem), podríamos decir que mentes como la de Cruz-Diez no cesan de buscar las preguntas adecuadas en un mundo lleno de respuestas.
No es fortuito que la galería Denise René exhiba a Cruz-Diez. En las décadas de 1950 y 1960, Denise René (1913-2012), impulsó el cinetismo como una proposición plástica que exaltaba la inestabilidad del plano y una nueva dialéctica entre el espectador y las obras. Las exposiciones Le Mouvement (1955) y Le Mouvement 2 (1964), significaron una revolucionaria experiencia visual e interactiva promovida por esta galerista donde participaron Calder, Tinguely, Albers, Tomasello, Vasarély, Morellet, Agam, García Rossi, Soto, Le Parc, Boto, Sobrino, Hewitt y Cruz-Diez, entre otros innovadores del arte contemporáneo. Desde hace 64 años la galería Denise René ha cimentado su posicionamiento en la abstracción geométrica y la corriente cinética, manteniendo así la línea trazada por su fundadora.
Cruz-Diez, desde que instaló su taller en París en 1960, mantuvo una franca amistad e intercambio de ideas con Denise René. Por eso, siempre ha estado presente en esta galería, que de nuevo nos invita a disfrutar el color, como el lo percibió y transmitió.
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Carlos Cruz-Diez. Hommage à la couleur
Fecha:04.10. al 30.11.2019
Galería Denise René
22 Rue Charlot, 75003 Paris