¿Corea del Norte de pronto creíble?
Jorge V. Ordenes-Lavadenz
En Singapur la semana pasada Mr. Trump concedió precipitadamente a Norcorea suspender las maniobras militares que por décadas realizan las FFAA de Corea del Sur y EEUU en territorio y mar surcoreanos, lo que el presidente estadounidense llama “juegos de guerra”, sin que los altos comandos militares de Surcorea y EEUU fuesen informados. Norcorea se dijo que reciprocaba ipso facto ofreciendo una vez más la promesa, siempre incumplida, esta vez del “heredero del trono” Kim Jong un, de desmantelar su aparato militar sobre todo atómico. Como dice The Economist: “Hablar es mucho mejor que pelear, pero Corea del Norte registra una larga lista de engaños. Y para que el raquítico acuerdo acaso llegue a algo, EEUU tiene que estar atento porque hasta el momento Mr. Trump parece más interesado en ganar encuestas…“ que en desarmar a Corea del Norte que tiene 141 fábricas de armamento de destrucción masiva incluyendo cohetes que se dice pueden alcanzar la costa oeste de EEUU; y los medios estatales del régimen ni siquiera han mencionado el ambicioso grado de desarme que el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, delineó el 13 de junio. Desde 1945 EEUU ha sido garante de la seguridad de Japón y Corea del Sur. Hace tiempo que Mr. Trump mienta el costo que EEUU sufraga por la presencia de fuerzas estadounidenses en la región. La economía libre de Surcorea es 36 veces más grande que la de Norcorea.
Luego de tratar mal a los líderes del Grupo de los 7 sobre todo a Justin Trudeau de Canadá la víspera de viajar a Singapur, embarazoso fue que Mr. Trump dijese de Kim a ABC Newsque “su país lo amaba”, “se ve el fervor de su gente.” Cuando todos sabemos que los norcoreanos están obligados a rendir culto al Jefe, y los castigos por no hacerlo son severos incluyendo condena a las docenas de campos de concentración, tormento y muerte que pululan en el territorio. Hasta parientes del “culpable” son condenados. Que Mr. Trump descarte aspectos tiránicos comprobados es inconcebible, raro y a contrapelo de la tradición estadounidense de tolerancia, libertad y derecho a la defensa. El presidente de EEUU no solamente descartó, olvidó o quizá ignora la brutalidad del régimen de Kim… cuando luego de Singapur lo caracterizó de “muy abierto”, “muy honorable”, “muy inteligente”, “muy digno”, “muy talentoso”, “que quiere hacer lo correcto”.
También desfachatado de Mr. Trump fue su comentario sobre qué dirá si Kim incumple y lo hace quedar mal. “Me presentaré ante ustedes y diré: hey…me equivoqué.” Luego, recapacitando, añadió: “No sé si jamás lo admitiré… pero de alguna manera encontraré una excusa…” El Washington Postcomentó: “esta es la manera en que nuestro vendedor-en-jefe encubre y engaña.” El senador estadounidense Chris Murphy, dijo luego en “Morning Show” televisivo… que no se oponía a la diplomacia, pero que sí se oponía “a la mala diplomacia”… como la reciente del presidente de EEUU en Singapur.
Suspender las maniobras en Surcorea vendría a ser un obsequio a China que en su momento sugirió que Norcorea suspendiese sus programas nucleares y de cohetes a cambio de la suspensión de las maniobras de EEUU y Surcorea. El objetivo de China es reducir la influencia de EEUU en la zona donde China busca consolidar y expandir la suya. El retiro de las tropas estadounidenses de Corea del Sur, enaltecida por Mr. Trump, ha sido un objetivo estratégico de China por décadas. De lo de Singapur, China es el ganador.