Controversia: Memorias de un virus
Después de una ausencia de esta columna controversia que escribo en Venezuela Analítica desde 1998, me es de sumo placer en medio por supuesto de la temática planteada (Covid 19) escribir y reseñar uno de los últimos libros de Jesús Rondón Nucete, Profesor de nuestra Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Constitucionalista, Ensayista, Ex Gobernador del Estado Mérida y autor de una docena de libros dedicados a varias temáticas.
Memorias de un virus y otras pandemias. Una visión global del tiempo del Covid 19. (Ediciones del Autor Amazon, Octubre 2021, 245 pag.) constituye el abordaje que Jesús Rondón Nucete (Tovar 1941) hace de este virus y pandemia del coronavirus covid 19 (Sars-CoV-2) que sin lugar a dudas sus efectos son globales o universales en una diversidad de aristas y áreas, trastocando lo económico, lo físico, lo espiritual, lo financiero, lo educativo, lo social, lo religioso hasta en lo más mínimo que se pueda pensar el covid 19 nos afectó y nos sigue afectando en sus variantes o mutaciones.
Pero además de entrada debemos decir de acuerdo con el autor que el Covid 19 es uno de otros virus presentes en la humanidad creados por la conducta errada de los ciudadanos …incluso desde tiempos ancestrales, por ejemplo, desde la peste de Justiniano hasta llegar al presente el mundo ha tenido un abanico de pestes y otras pandemias. Y cuando decimos otras pandemias nos referimos a esclavitudes viejas y otras más nuevas y más sofisticadas, a autoritarismos y totalitarismos que niegan y representan una afrenta la condición humana, a radicalismos, fanatismos, talibanismos y sus semejantes, y otros virus más. Ciertamente este virus covid 19 (Sars-CoV-2) lo que hizo fue desnudar y mostrar una serie de realidades, fenómenos, conductas, acciones y decisiones algunas contra natura, impulsadas por particulares o colectivos, por individuos o gobiernos, el resultado es que este virus nos mostró la esencia controversial del ser humano su bondad y altruismo y su maldad o fealdad a escala planetaria.
Ciertamente “el virus se impuso a la potencias y limito las libertades de las persona. Obligó a todos a cambiar sus costumbres, determinó el cierre o la restricción de la actividad económica, llenó de enfermos los hospitales y de tumbas los cementerios. Dejó cientos de miles de huérfanos. En pocas semanas las escuelas quedaron sin niños, los templos sin fieles, los teatros sin espectadores, las fábricas sin trabajadores, las calles sin transeúntes… son las expresiones terribles de la realidad”
Indiscutiblemente el coronavirus trastoco al mundo entero, de Wuhan al Reino Unido, de Europa a América, del Mar Caribe a Cabo de Hornos esa extraña neumonía constituye junto a la actual deshumanización la mayor amenaza que la humanidad hoy perciba junto a la precariedad espiritual o material, el hambre y diversas enfermedades hasta la violencia social que nos atraviesan y marcan estos lustros de historia. Acertadamente Rondón Nucete precisa que “el virus nos mostró una humanidad oculta, dolorida, angustiada, amenazada, la que sufre y acumula esperanzas y rabias al mismo tiempo, que aguarda un despertar que nunca llega”.
Asimismo, la deshumanización es un fenómeno que lo describe ampliamente nuestro autor no sólo afecta a países y regímenes totalitarios, bajo distintas formas invade poco a poco las democracias más firmes y de mayor tradición … la deshumanización se manifiesta en el creciente desprecio por la vida. Hoy estamos observando una gama de situaciones desde la eutanasia, pasando por el suicidio, muerte digna al disponer de la vida cuando no se puede mantener con la dignidad que ella misma exige (en el caso de enfermedad incurable o de sufrimiento intolerable o fase terminal). Ya mucha agua ha corrido debajo del puente y desde las reflexiones de Cicerón o Montaigne pasando por Swift hasta Camus no debemos olvidar que la persona es siempre sagrada. Su valor es inalterable y no depende de circunstancias.
El mundo entero ha visto en estos dos años de virus y otras pandemias una serie de hechos, situaciones y fenómenos. En simultaneo a las mutaciones del coronavirus alfa, beta, gamma, delta, lambda, ómicron, ihu, flurona y demás se han sucedido golpes de estado y elecciones, juicios y condenas, caída de bolsas, cierre de aeropuertos, museos y teatros, suspensión de conciertos, temporadas de ópera, juegos de futbol o campeonatos de formula I e incluso juegos olímpicos …sin embargo el virus y otras pandemias siguen pululando y produciendo daños de diversa naturaleza. El hombre necesita repensarse, el hombre y la humanidad deben volver a acercarse a Dios y recapacitar sus acciones y conductas.
Sin duda alguna más allá de la temática planteada y el recorrido de temas y situaciones, algunas muy agrestes y tristes descritas en detalle en la prosa limpia y culta de Jesús Rondón Nucete a lo largo de catorce capítulos y casi doscientos cincuenta páginas, queda claro la naturaleza débil del hombre, los abusos y situaciones degradantes a las que hemos llegado en este siglo XXI globalizado que requiere moderación y la necesidad imperante de volver a colocar al hombre como centro de todo debate como punto de partida y de llegada del humanismo hoy venido a menos.
Profesor de la Universidad de Los Andes
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La humanidad ha transitado muchas etapas y la actual es una de ellas. En todas ha salido victoriosa y fortalecida y esperamos que continúe así. Nuestra supervivencia y evolución dependen de muchos factores, muchos intrínsecos al ser humanos y otros al azar de un planeta que gira alrededor del Sol en medio de asteroides peligrosos. Pero el peligro más grande y que atenta en contra de la supervivencia, somos nosotros, que con su actividad febril que no escatima esfuerzos para dañar nuestro medio y corromper el planeta. Saldremos ileso en ese devenir si tomamos conciencia del entorno y las criaturas que lo conforman, caso contrario desapareceremos como especie.