Confiscación del derecho a la salud
El servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario de Caracas cerró en diciembre por no tener insumos con qué operar. Por lo menos 10 personas fallecieron , entre los cuales se encontraban los casos siguientes:
El señor Pedro González murió mientas dirigía un retiro de padres y jóvenes en una iglesia de Cartanal. Ocho días antes, había sido dado de alta del HUC, porque necesitaba válvulas vasculares que no había
Liz Giraldo, 38 años de edad, ingresó al HUC en junio de 2014 y murió de endocarditis infecciosa el 30 de diciembre. Requería una válvula mecánica
Carmen Quiñones, de 51 años de edad, ingresó al HUC el 10 /12/14 y murió por un aneurisma de aorta tóracoabdominal el 26 de diciembre. Requería una prótesis en el corazón
Triste consecuencia del abandono en el que el régimen ha dejado caer a toda la atención médica pública venezolana, que ha sido condenada a muerte, para sustituirla por la cubana que ha probado estar en un atraso increible.
Por falta de fármacos y otros insumos
Daniel Solórzano sufría una rara enfermedad llamada tirosinemia hepatorrenal tipo 1. En febrero 2014 pidieron a Min Salud que importara el único fármaco que garantizaría su vida. La petición pasó, infructuosamente, por 4 organismos públicos. En diciembre murió de un paro cardíaco
Niña murió por falta de una ambulancia y de insumos: No la atendieron en clínica de El Paraíso por falta de insumos. Su padre denuncia que por falta de transporte no la pudieron llevar a otro centro de salud, hasta que murió por una complicación respiratoria
La escasez característica fundamental de la Venezuela roja alcanzó al sector salud , no hay medicinas, no hay materiales necesarios para la atención médica, el sector ha sido devastado hasta llevarlo a ser lo más parecido al padecimiento de un cáncer terminal. Eso si “tenemos patria”.
El 23/01/15 fue recibida la noticia: “Suspensión de la difusión de Información Epidemiológica en Venezuela”. Medida con la que el Ministerio del Poder Popular de la Salud, censura la información en la materia a partir 1/11/14, con el fin de impidir que la población esté enterada de riesgos potenciales para la salud, sobre 72 enfermedades y otras condiciones de notificación obligatoria, de interés público, y que como ha sido señalado impide la participación de las personas en el cuidado de la salud individual y colectiva. Cabe destacar solo para tener una idea de la gravedad de la situación algunas de las estadísticas publicadas el 24/1/15:sobre la epidemia de malaria y su agravamiento por la “Sociedad Venezolana de Salud Pública. Red Defendamos la Epidemiología Nacional”
En 2013, la cifra de incidencia anual acumulada de la enfermedad, fue de 76.966 casos, alcanzó niveles máximos en 70 años
Información preliminar correspondiente al año 2014, hasta la semana epidemiológica N· 53, indica que la incidencia acumulada de casos autóctonos a nivel nacional fue de 89.822 casos, 16,7 % mayor que en 2013, es decir, 12.856 casos más. Fuente: Dirección General de Salud Ambiental. MPPS. (Esta es una nueva cifra record de incidencia nacional).
El índice epidémico (IE) del año para Venezuela fue de 189, mostró un incremento de 89% ,respecto al quinquenio 2009-2013 En total, 13 estados, 55 municipios y 122 parroquias aportaron casos en 2014.
En la primera semana de 2015 hasta el 10 de enero, la situación epidémica en vez de mejorar se ha acentuado; se identificaron 1.824 casos autóctonos ( 67,33% de aumento), 734 casos más que en el período correspondiente de 2014
Aún más preocupante es lo expresado en el párrafo del cierre del boletín:
El Informe mundial de Malaria 2014, ubica a Venezuela, entre los países del Continente Americano que ha retrocedido más en el control de la enfermedad, en donde ha aumentado la mortalidad por malaria y en donde se hace la menor inversión per cápita para la lucha contra la enfermedad. Separándose cada vez más de cumplir la meta del milenio para el año 2015, ya que la incidencia de casos actualmente es 6 veces superior a lo esperado.
La expectativas de control de la epidemia para el año 2015, no son esperanzadoras, porque las asignaciones financieras en el presupuesto ordinario para la lucha contra la enfermedad no fueron aumentadas y estarán limitadas por la crisis económica del país. Deberán preverse los desembolsos para la compra anticipada de medicamentos antimaláricos, de mosquiteros impregnados y de insecticidas, todos ellos productos importados. Las medidas efectivas y permanentes de control de la minería ilegal en la zona de la Guayana venezolana, no pueden posponerse más.
Firmado: José Félix Oletta L, Ángel Rafael Orihuela, Carlos Walter V.. Oswaldo Godoy, Ana C. Carvajal, Julio Castro M., Saúl O. Peña, Andrés Barreto
¿Qué puede esperar el pueblo venezolano por parte del Ministerio del Poder Popular de la Salud? ¡NADA puede esperar!
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@Mechemon
Interesante y muy útil retrato de la penosa situación sanitaria en Venezuela. Agregaría, específicamente con referencia al Chikungunya, que una elevada cantidad de víctimas NO aparecen en las cifras oficiales, porque son casos de AUTOMEDICACIÓN, en parte generada por la saturación de los Hospitales y Clínicas, y por la escasez de medicamentos que hacía inútil el tratar de conseguir ayuda en los centros hospitalarios, si de antemano se sabía que no había los remedios ni cupo para atenderlos (el hacinamiento es terrible). Para colmo, NO hubo fumigación previa ni inmediatamente posterior a la aparición del brote de Chikungunya (en mi familia inmediata hubo SEIS casos fuertes de Chikungunya en Noviembre, y no se conseguía el Acetaminofén, tuvieron que aguantar la evolución de la enfermedad, que a algunos los postra totalmente en una cama, sin poder moverse y con fuertes dolores en las articulaciones). Por supuesto, ninguno de esos seis casos está incluído en las estadísticas oficiales, y esa situación se repite en todo el país. Yo tuve la enorme suerte de no sufrir el Chikungunya, que hubiera empeorado mi condición individual pues me operaron en diciembre y estuve 4 semanas convaleciente y temiendo que ese mal viniera a profundizar mi frágil estado. La Tifa con los humos fumigadores, pasó hace pocos días, en enero, cuando ya el pico extremo de la enfermedad había sido superado por los venezolanos, por su propia cuenta. Es muy probable que las cifras oficiales se duplicarían si pudieran sumarles las cifras de casos no atendidos por el deficiente sistema de salud a cargo del régimen.