Conceptos primordiales
Ciencia; Disciplina que investiga un determinado aspecto de la realidad, buscando conocer sus orígenes, factores y elementos que lo constituyen, mecanismos de funcionamiento, causas y consecuencias, sus variantes, aplicando una metodología que se inicia con una teoría o hipótesis e incluye observar y experimentar, para lograr explicar cada fenómeno estudiado y demostrar, con más del 90% de certeza, la validez de cada resultado, que a menudo no considera definitivo, y en su definición permite añadir cambios derivados de nuevos descubrimientos debidamente comprobados.
Universo; Es la conjunción total de todo lo que existe, expresado como Materia, Espacio y Tiempo. Las ciencias que se han ocupado de estudiar a ese todo, esencialmente la Astronomía, la Física, la Química, apoyan la Teoría del Big Bang o Gran Estruendo, que sostiene que hace 13.800 millones de años TODA LA MATERIA estaba comprimida en una muy pequeña esfera, hasta que esa elevadísima compresión y la consecuente alta temperatura alcanzaron su tope y se produjo la explosión del contenido, que se fue alejando de ese punto primigenio que, por ser esférico, envió a la materia que contenía comprimida hacia todas las direcciones, en los 360 grados alrededor de la esfera, en trillones de porciones de distinto volumen, pequeñas, medianas, grandes, gigantes, todas sometidas a un proceso de expansión a gran velocidad, que las fue separando entre sí, y conformando enormes grupos diferenciables, llamados Galaxias, dentro de cada cual a su vez la materia se organiza de diversas maneras, tamaños y conductas; Estrellas -normales, novas, súpernovas- solas o con otros cuerpos -planetas (que pueden ser pequeñísimas estrellas, que por su reducido volumen pudieron desarrollar una capa superficial de gases, o fría y rígida, una delgada corteza de magma convertido en roca), satélites- a su alrededor formando sistemas estelares (como el sistema solar, del cual somos parte), nebulosas, cometas, asteroides, huecos negros (cuya gravedad es tan intensa que no permite ni que la luz salga de ellos), etc. Existen cientos de miles de galaxias, y en cada una hay miles de millones de astros de diversas características.
Año Luz; Las distancias entre los astros en cada galaxia, y de las galaxias entre sí, son tan grandes, que se creó una medida específica, el Año Luz, que es la distancia recorrida en el lapso de un año pero a la velocidad de la luz, que es de 300.000 kilómetros por segundo (365dX24hx60mx60sx300.000km), lo que equivale a 9.460.800.000.000 kilómetros. Como referencia, La Tierra está a un promedio de 149 millones de kilómetros del Sol, una Unidad Astronómica (por ser elípticas todas las órbitas alrededor de un astro de mayor tamaño los radios varían a diario). Al punto más cercano de la órbita terrestre al Sol, Perihelio, llega en enero, al punto más lejano, Afelio, llega en julio. Para la Luna respecto de la Tierra, esos puntos son Perigeo y Apogeo, para las distancias menor y mayor, de 350.000 a 400.000 kmts. La Vía Láctea es la galaxia a la que pertenecemos, contiene 200.000 millones de estrellas, 9.000 de ellas visibles a simple vista, y la más cercana al Sol es la “Próxima Centauri”, que está a 4 años luz de nuestro sistema planetario. La máxima velocidad lograda por una nave o sonda lanzada desde la Tierra es de 28.000 kmts por hora, para llegar a orbitar la Luna se requieren doce horas y media, llegar a Marte toma 6 meses. La luz del Sol tarda 8 minutos en llegar a la superficie terrestre. Todos los planetas respecto del Sistema Solar, equivaldrían a 9 arvejas en un campo de fútbol. Y el sol es una estrella enana.
Variaciones semánticas: Los equipos que hacen recorridos en el espacio extraterrestre se llaman Naves si llevan astronautas/cosmonautas, y Sondas si son manejados a control remoto, sin tripulación. Los asteroides que son atraídos por la gravedad terrestre, pasan a llamarse meteoritos desde que ingresan a nuestra atmósfera, donde la fricción quema parte de su materia (produciendo “estrellas fugaces)”. El Sistema Solar se formó hace 4.500 millones de años, alrededor de una estrella de pequeño tamaño, 9 planetas; Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón (nombrados en orden de sus distancias al Sol). La Tierra es una esfera imperfecta, un esferoide abultado en el centro, su Ecuador, con 40.000 kmts de circunferencia ecuatorial, achatado en sus áreas polares, 12.757 kmts de diámetro ecuatorial, radios variantes, alrededor de 6.400 kmts. Adquirió esa forma de esfera imperfecta durante los primeros 500 millones de años de existencia, por el efecto centrífugo del movimiento de rotación sobre el material a miles de grados centígrados que conforma a todos los astros del Universo, básicamente gas Hidrógeno en constante combustión, y de consistencia maleable. La corteza terrestre es la delgada capa superficial que se enfrió y rigidizó, puede tener un grosor de 7 a 70 kilómetros, una concha muy fina para nuestro planeta, bajo la cual están las placas tectónicas flotando sobre el Manto, constituido por Magma, y al centro el Núcleo, también llamado NIFE por contener Níquel y Hierro fundamentalmente. A las porciones de magma que atraviesan la delgada corteza a través de fisuras (volcanes y fallas, los hay incluso submarinos) y aparecen en la superficie, las llamamos Lava. La corteza se produce por el gradual enfriamiento de la porción más superficial del magma, formando una capa dura, de forma irregular y espesor variable, de rocas denominadas Ígneas o volcánicas, magma enfriado y rigidizado, las rocas primigenias, transformadas durante miles de millones de años por complejos procesos de compresión a altas temperaturas y por erosión, en rocas Metamórficas y Sedimentarias, que siguen siendo modificadas por la dinámica Tectónica, del conjunto de enormes e inestables placas, que flotan sobre el Manto y sostienen a la frágil corteza, generando importantes modificaciones geológicas, sismos/terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, hundimientos o levantamientos de grandes volúmenes de la corteza, cambiando incluso la disposición horizontal de las capas rocosas, que ahora muestran una condición diagonal o curvada, ocasionada por el colosal empuje de las placas tectónicas (por ej. la cordillera de Los Andes se eleva uno o dos cmts cada año, todavía está en proceso de formación, contrario al fenómeno ocurrido en el escudo guayanés, donde las viejas montañas perdieron su forma puntiaguda y hoy presentan ese perfil aplanado de lo que llamamos Tepuyes. El río Orinoco desembocaba al Norte, en el mar Caribe, la dinámica tectónica le cambió el curso hacia el Este y ahora su delta está a cientos de kmts de su desembocadura original). La porción emergida de la corteza terrestre, que hoy se muestra separada en 7 grandes porciones, a las que llamamos África, Europa, Asia, América, Oceanía, Ártico y Antártida, en tiempos remotos ha estado conformando diferentes porciones emergidas, Pangea, Laurasia, Gondwana, las más recientes). Radio terrestre: promedio 6.378 kmts (corteza, de 7 a 70 kmts de espesor, el radio terrestre sería de 91 a 911 veces más largo). Comparando con una naranja promedio de 10 cmts de diámetro, 5 cmts de radio, la concha de la naranja sería delgadísima, tendría de 0,110 mm a 1,09 mm.
El magma es Hidrógeno en combustión, el elemento primigenio del cual por la elevada temperatura se produce el segundo elemento, Helio, y así sucesivamente van produciéndose los otros elementos que conforman la dimensión material del Universo (la Tabla Periódica muestra más de 106 elementos diferentes que encontramos en el planeta). La Ley de Gravitación Universal le imprime varios movimientos a cada porción, de cualquier tamaño, los de Rotación sobre su propio eje y los de traslación en torno al cuerpo de mayor tamaño, son el común denominador (los satélites naturales en torno a algunos planetas, los planetas en torno a algunas estrellas), y cada conjunto está sujeto al efecto de la expansión del Universo, a escala interna de cada galaxia, y a la escala general del todo infinito en constante expansión. En nuestro planeta, por su tamaño y distancia a la estrella solar, la rotación moldeó la forma de esfera imperfecta, abultada en su centro, achatada en sus extremos polares, Geoide, y sus específicos volumen y posición, permitieron el enfriamiento y endurecimiento de la capa superficial, la corteza terrestre, sobre la cual pudo luego formarse el Agua (H2O) y en ella los primeros seres vivos, microscópicos, vegetales y animales, flora y fauna, que ha aumentado y diversificado hasta producir por un proceso Evolutivo, especímenes macroscópicos, de mayor tamaño y variedad, a lo largo de los 4.500 millones de años que lleva existiendo y funcionando el sistema solar.
El Agua H2O (puede estar en estado líquido, gaseoso, o sólido, en moléculas con 2 átomos de Hidrógeno y 1 de oxígeno). El Aire está conformado por Nitrógeno 78%, Oxígeno 21%, otros gases inertes 1%. A medida que ascendemos en altitud -distancia al nivel del mar- disminuye la presión atmosférica y se separan los átomos, lo que dificulta la labor de los alveolos pulmonares, encargados de tomar los átomos de oxígeno y trasladarlos al torrente sanguíneo arterial (el fumar o respirar aire contaminado, también daña los alveolos, lo que obliga a respirar oxígeno puro, comprimido de bombonas, cuando los alveolos no funcionan, o la extrema altitud mantiene muy separados los átomos de oxígeno en el aire, por ello los alpinistas deben llevar bombonas de oxígeno puro, a gran altitud).
Hay que recordar los conceptos elementales de la escuela primaria; el Círculo con todos sus radios y diámetros de igual longitud, la Elipse, todo lo contrario, que en términos de las órbitas presentan un punto de menor distancia y uno de mayor distancia al astro en torno al cual orbitan, Perihelio y Afelio, para la Tierra respecto al Sol, Perigeo y Apogeo, de la Luna respecto de la Tierra, lo que a su vez aumenta o disminuye la velocidad de traslación para mantenerse en la órbita. La Luna efectúa sus dos movimientos de Rotación y de Traslación en el mismo lapso, 28 días, por lo que muestra siempre el mismo hemisferio, vista desde la Tierra. Su “lado oculto” sólo ha sido visto desde naves o sondas que han orbitado en torno a nuestro satélite. Cada 18 meses coincide la trayectoria de la elipse lunar con el plano solar, lo que produce Eclipses, visibles en franjas espaciales (muy pocos eclipses son visibles desde toda la superficie terrestre), en especial si se usan Telescopios, que permiten ver la Corona del Sol, cuya esfera está temporalmente tapada por nuestro satélite natural. La corona (gases que rodean al Sol) es 100 veces más caliente que la superficie del mismo Sol.
La Estación Espacial Internacional está a 400 Km Sobre el Nivel del Mar, por esa cercanía la Ley de Gravitación Universal le imprime una velocidad de traslación de 28.000 Km/h, da una vuelta al planeta cada hora y media. La Órbita Geoestacionaria/Geosincrónica se logra a 36.000 kmts de altitud, snm, a esa distancia el objeto (nave, sonda, satélite artificial) permanecerá sobre la misma área de la superficie terrestre, cada órbita le toma 24 horas (con una red de varias docenas de satélites artificiales, se puede cubrir toda la superficie planetaria, recibir y transmitir información).
Resumiendo lo anterior; El elemento primigenio de todo el Universo es el Hidrógeno, y su combustión produce otros elementos, ese continuo proceso de transformación en este planeta ya acumula más de 106 derivados del hidrógeno primordial (el Helio es el Nº 2, el Oxígeno es el Nº 8). En el sistema solar, la Tierra es el único astro en el cual las ciencias han descubierto tres reinos naturales diferentes, el Mineral (por el enfriamiento y endurecimiento una delgada capa superficial del magma que también conforma la absoluta mayoría de los astros en el Universo), el Vegetal y el Animal. Estos dos últimos ocurrieron sobre la capa rocosa (el magma superficial, al que llamamos lava, forma al enfriarse y rigidizarse, rocas ígneas, que a su vez la propia dinámica de esa capa, llamada Corteza, transforma en metamórficas y sedimentarias, por las altas presiones, temperaturas y movimientos tectónicos, y la acción de la erosión -el viento y el agua- a lo largo de miles de millones de años. La primera forma de Vida fue posible, sobre la Litósfera, gracias a la combinación de elementos de las primitivas atmósfera e hidrósfera, es decir, gases como el metano, el amoníaco, y el agua acumulada en las concavidades de la corteza, mares y océanos, elementos metálicos y no metálicos, que, mezclados, reaccionaron por la electricidad de rayos provenientes de tormentas. Aquella primera manifestación de Vida dio lugar a oganismos microscópicos, muy simples, que gradualmente evolucionaron para generar organismos cada vez más complejos y grandes, hasta surgir lo macroscópico y la enorme variedad de especies vegetales y animales que han existido, algunos se extinguieron, otros siguieron evolucionando durante miles de millones de años, hasta producir la muy variada flora y fauna actuales, cada especie es descendiente de una especie anterior, de lo micro a lo macro, de lo simple a lo complejo. El cerebro es un producto de la evolución, no lo tienen los microorganismos, tampoco lo tenían los macroorganismos más primitivos, no lo tienen los vegetales, y es un órgano que trasciende los códigos de conducta primitivos, atávicos, en la especie humana, que no depende exclusivamente de sus instintos y tiene la capacidad de pensar en otras opciones para superar las dificultades, sobrevivir, e incluso elaborar cosas que la Naturaleza no produce, generando Cultura, herramientas, armas, uso del viento, del fuego, las corrientes fluviales y marítimas, la rueda, hasta aprovecharse de los recursos vegetales y animales, y modificar el espacio que ocupan, construyendo viviendas, senderos, carreteras, puentes, túneles, lenguajes, primero verbales y luego escritos, domesticando bestias para el trabajo y alimento, carretas, canoas de remo, barcos de vela, máquinas a vapor y después con combustibles fósiles para naves sobre agua, trenes, vehículos, aviones y cohetes. El cerebro es el órgano que más nos diferencia del resto de los animales, el órgano más valioso. Somos el único animal que tiene conciencia de sí mismo, de los riesgos y las oportunidades, del pasado, presente y futuro, creador de conceptos para definir y explicar a cada fenómeno que podamos percibir, a nuestro alrededor o a grandes distancias, capaces de reconocer en cada época qué es bueno y qué es malo, qué es correcto y qué es incorrecto, incluso podemos modificar esos conceptos cuando descubrimos que estaban errados, y cambiamos nuestro enfoque, nuestra actitud, nuestros puntos de vista, en la medida en que aumentamos el conocimiento de la realidad y desechamos lo que deriva de la invención, las leyendas, los mitos, las falacias, las supersticiones, nos hacemos más humanos, más civilizados.
La Humanidad, que hasta hace apenas 500 años estaba convencida de que habitábamos un objeto plano, que era el centro del mundo, en torno al cual giraban el Sol, la Luna, y todos los planetas, estrellas y cometas visibles en ese entonces, ha enriquecido sus conocimientos gradualmente. Los homo sapiens descubrieron la redondez imperfecta de su hogar, los siete continentes en las porciones emergidas de la corteza, recorrieron sus océanos y mares en naves flotantes cada vez más grandes y potentes, inventaron equipos para registrar imágenes, primero en fotografías, luego en películas, del blanco y negro pasaron al color y añadieron el sonido. Las comunicaciones avanzaron con el telégrafo y el teléfono, la electricidad, el petróleo, lo nuclear, desplazaron al viento, la leña y el carbón como fuentes de energía, y el vuelo dejó de ser privilegio exclusivo de las aves. De las hélices y turbinas en aviones, saltamos a los cohetes, y desde la sexta década del siglo 20 exploramos el espacio extraterrestre; los pioneros, Sputnik, Laika, Yuri Gagarin, Alan Sheppard, John Glenn. A discretas distancias, Neil Armstrong y Edwin Aldrin lograron el primer alunizaje, con The Eagle, en julio de 1969, con Michael Collins esperándolos en órbita. Hasta 1972 ocurrieron 6 alunizajes exitosos del Proyecto Apolo (el único abortado fue el Apolo 13, en total 12 astronautas -todos de la NASA, EEUU- han estado sobre la Luna por unas horas, de 1969 a 1972. Desde entonces sólo sondas de diversos países han sido enviadas a nuestro satélite. Desde 1975 las sondas Vikingo, Voyager y Pioneer han estado viajando y explorando parte del sistema solar, ya algunas de ellas han trascendido el espacio dominado por la atracción solar. Para llegar al planeta Marte se necesita un mínimo de seis meses, a la velocidad que hoy logran esos equipos. El 4 de julio de 1997 la sonda Pathfinder fue la primera que se posó en Marte, y su vehículo robótico Sojourner exploró los alrededores. Otras sondas también lo han logrado, y envían valiosa data sobre nuestro vecino. El Hubble nos ha enviado maravillosas imágenes, orbitando desde los años 90 sin la dificultad de la atmósfera entre su lente y los lejanos paisajes que registra ese valioso telescopio, no sólo de nuestra galaxia. Los astrónomos conocen, cada vez con mayor precisión, las formas, composición y posición de los planetas del sistema solar y demás astros al alcance de los telescopios en la Tierra y del asombroso Hubble.
Todo lo anterior es un resumen de la información esencial que las Ciencias han demostrado sobre el Universo y la pequeña porción que en él ocupa nuestro pequeño sistema solar. La hemos simplificado y redondeado para facilitar la comprensión, memorización y utilización de esa data, que toda persona debe conocer, en especial si tuvo el privilegio de cursar estudios formales (Primaria, Secundaria, Universitaria, postgrado), lo que obliga a rechazar cualquier especulación, toda afirmación que niegue o adultere la Realidad que las Ciencias han producido, mediante una metodología de estricta objetividad, que incluye observaciones, experimentaciones, exploraciones, y la acumulación de evidencias que no provienen de la fantasía o las invenciones de remotos ancestros, que buscaron compensar su ignorancia creando personajes, eventos, lugares, concebidos desde la ficción, imposible demostrar su existencia, son esencialmente imaginarios y ficticios.
El genuino conocimiento no sólo se obtiene en las aulas de la Educación formal, también está al alcance de todos a través de las informaciones confiables, veraces, objetivas, provenientes de ciertos espacios en la programación radial y televisiva, en diarios y revistas, en las redes que la informática ha puesto al servicio de toda la Humanidad, en los celulares, las computadoras de escritorio, las laptops, y en las Bibliotecas, que afortunadamente hallamos en casi cada ciudad y pueblo del planeta. No pueden coexistir dos visiones diferentes y contrarias sobre un mismo fenómeno, y quien domina la información correcta no debe aceptar, ni siquiera por mínima tolerancia o mal interpretado respeto, la cosmovisión que contradice la sostenida por los esfuerzos científicos y las evidencias. La misma razón que nos obliga a señalar como absolutamente falsa la afirmación de que la Tierra es plana, que Portugal tenga frontera con Singapur, que las vacunas no refuerzan el sistema autoinmune ni previenen las enfermedades, porque desde la escuela primaria nos explicaron -con argumentos irrefutables- que la Tierra y la mayoría absoluta de los cuerpos de importante volumen en el Universo comparten un mismo origen, excepto los cuerpos más pequeños -producto de choques o explosiones- la mayoría de los astros adquiere una forma redonda, de esfera imperfecta, por el efecto de la constante rotación del material a elevada temperatura y maleable, que es la materia primigenia de todo lo que conforma el Universo, estrellas, planetas, planetoides, cometas (sería absurdo, imposible, que los astros en el espacio adquirieran forma cilíndrica, cúbica o piramidal). Que dada la condición del magma que los constituye y por la fuerza centrífuga generada por la rotación de cada astro, su masa tiende a extenderse en el sentido horizontal en su centro ecuatorial, y por ende, a contraerse en el sentido vertical, de polo norte a polo sur, dando por resultado la deformidad que impide que sea un globo perfecto, y adopta la forma de esfera imperfecta, con radios y diámetros distintos, Geoidal la definen en el caso de nuestro planeta. Los únicos cuerpos sin forma esferoidal imperfecta son aquellos que por su reducido tamaño pudieron enfriarse y endurecerse antes de que la rotación y la maleabilidad del magma que los conformaba les produjera las deformidades que no permiten que tengan forma de esfera perfecta, con radios y diámetros iguales. Son trozos de forma irregular que mientras vaguen por el espacio intersideral se definen como Asteroides, pero si ingresan a nuestra atmósfera, atraídos por nuestra gravedad, pasan a llamarse Meteoritos (uno grande chocó hace 65 millones de años contra lo que hoy conocemos como la Península de Yucatán, en México, y produjo un inmenso cráter e incendio, del que a su vez surgieron millones de toneladas de polvo, humo y cenizas, que conformaron una capa alrededor de la Tierra, impidiendo que la iluminación y el calor de los rayos solares llegaran a la superficie terrestre, lo cual a su vez impidió la dinámica natural, la fotosíntesis que hacen las plantas, matándolas. Muchas especies animales se extinguieron a consecuencia del choque inicial, y sus consecuencias posteriores. Desaparecieron muchos herbívoros y sin ellos para alimentarse, algunos carnívoros, entre ellos la mayoría de los Dinosáurios.
Así como la dinámica universal, con su proceso de expansión, movimientos y colisiones, produjo la reunión de los 9 planetas, 205 satélites naturales, cometas, asteroides, en torno a una pequeña estrella, el Sol, en una porción de nuestra Galaxia la Vía Láctea, cuando ya el Universo tenía 9.300 años de edad, el proceso evolutivo de las especies sobrevivientes al choque del asteroide en Yucatán hace 65 millones de años, condujo a la aparición de nuevas especies, y desde hace apenas 7 millones de años surgieron los primeros homínidos, en el costado nor-oriental de África, a partir de primates superiores, orangutanes, gorilas, chimpancés. De las tres primordiales especies de homínidos, dos se extinguieron hace unos 50.000 años, Neandertales y Denisovanos, la tercera especie sobrevivió, somos los Homo Sapiens (antes Homo Hábilis y Homo Erectus), que en cierta medida nos cruzamos con las otras dos especies, y se muestra en pequeñas proporciones del ADN Ácido Dioxirribo Nucléico en algunos humanos actuales.
Los minerales no mueren, simplemente se transforman. Los vegetales y animales si tienen Vida y Muerte, la duración de la existencia depende de cada especie y de las circunstancias en que deba sobrevivir. Hay insectos que duran apenas horas, los perros, gatos, caballos duran de 10 a 30 años promedio, los elefantes pueden vivir un siglo, y ciertas tortugas gigantes casi trescientos años. Hay plantas que viven sólo meses, hay árboles como las Sequoyas que pueden existir hasta por mil años. Hubo épocas en que las dificultades, enfermedades, hambrunas, guerras, limitaban la esperanza de vida a un promedio de 30 años, hoy los avances en civilización, alimentación, medicina, han aumentado la longevidad humana, la esperanza de vida ronda los 70, y algunos individuos pueden sobrepasar el siglo. La distancia desde el Sol al centro de la Vía Láctea es de 27.700 años luz. Hay 88 Constelaciones, 9.000 estrellas visibles a simple vista. Un pársec equivale a 30,860 billones de kilómetros, 3,26 años luz, o 206.265 unidades astronómicas.
La muerte del homo sapiens puede ocurrir incluso en los primeros estadios de la gestación intrauterina, durante la infancia, o la niñez, la pubertad, la adolescencia, la adultez, y para una minoría de privilegiados ocurre en avanzada longevidad. Las causas van desde defectos en el óvulo fecundado, enfermedades, traumas, hasta el natural desgaste luego de 8 ó 9 décadas de vida. Muerta la persona las opciones para sus restos (si no desaparecen) son actualmente cinco; 1º. El tradicional entierro, por lo general dentro de un ataúd y en una fosa cavada en tierra (o en cubículos, en estructuras de concreto donde se mete la urna y se identifica cada cubículo), algunos cadáveres son sometidos a procesos de preservación, para impedir o retardar su degradación, especie de momificación. 2º. La Cremación, incinerando el cadáver sobre leña, o colocado en una caja de cartón grueso, dentro de hornos a gas, las cenizas se guardan en vasijas de metal o cerámica, y pueden ser preservadas en el hogar, en edificaciones llamadas cenizarios, o regadas en espacios donde la persona fallecida tuviera preferencias (el mar, la montaña, etc). 3º. El cuerpo es preservado en cápsulas criogénicas, a menos de 190 grados centígrados de temperatura, que lo mantienen congelado, es un procedimiento complicado y costoso, cuyo propósito es descongelar el cadáver cuando la ciencia haya avanzado lo suficiente como para revivirlo e intervenirlo para eliminar la falla orgánica que causó su defunción. 4º. El método de la plastinación, del alemán Gunther Von Hagens, substituye la sangre y los fluidos naturales por una fórmula líquida (formalina, acetona, silicona, poliéster) que se distribuye por todo el cuerpo e impide su deterioro natural (la descomposición por bacterias, gusanos, intemperie), con resinas, polímeros, silicona, pudiendo mostrar todo el cuerpo, o partes sobre las que se desea hacer énfasis (en especial con fines didácticos, para un aprendizaje idóneo): lo esquelético, lo muscular, el sistema nervioso, etc. 5º. Que el cuerpo sea enviado a una facultad de Medicina, para prácticas de fisiología de los estudiantes (en ocasiones por donación voluntaria, otras por tratarse de personas sin deudos que los reclamen y se ocupen de sus restos). Al morir, todo el organismo deja de funcionar, huesos, músculos, tendones, venas, arterias, órganos, piel, lo que por supuesto incluye al cerebro. Todo lo que conforma a un ser vivo deja de funcionar, y aunque se someta a procesos de preservación (con formol, congelado a menos de 190º bajo cero, plastificado, etc), todo el cuerpo se transforma, la piel se reseca, las facciones del rostro cambian, todo el organismo deja de funcionar, incluso de pensar. Cesó de existir y sus restos sólo tienen las 5 opciones que ya reseñamos, pero ninguna le devuelve la dinámica vivencial normal.
La capacidad de pensar que deriva del crecimiento y complejidad del cerebro, que favoreció a la especie humana, nos permite no sólo observar y razonar para aumentar nuestros conocimientos y dominio de la realidad, también estimula la fantasía, de la cual forman parte personajes, eventos, lugares, que han sido inventados por una porción de la humanidad, en especial nuestros ancestros, y adoptados por las mayorías, como parte de su bagaje cultural, aunque la mayor parte de las fantasías cumplen funciones de entretenimiento y socialización, hay otras que pueden ser dañinas si las manipulan para substituir a la Realidad, incluso negando o llevando la contraria a las informaciones que son resultados comprobados del quehacer científico, reflejan la verdad investigada y demostrada. Los dragones, grandes animales mitológicos, especie de dinosaurios modificados, que pueden volar y lanzar fuego por sus bocas, el trineo con renos de Santa Claus, que puede volar desde el polo norte a todo el planeta y repartir regalos la noche de Navidad, son dos de las fantasías más conocidas y populares, pese a la total imposibilidad de que pudieran ocurrir, dados sus extraordinarios atributos, aplicando las leyes que rigen para que un dragón o reno pueda volar, llenar los requisitos que exigen la gravedad y la aerodinámica. Menos probable es que pudieran suceder la mayoría de los hechos que sostienen las fantasías manipuladoras de las religiones, en especial cuando rechazan verdades científicas pero incurren en contradicciones para respaldar sus mitos y falacias esenciales (la exageración en lo del arca de Noé es tanta, que en la biblia tuvieron que asignarle a él y sus familiares, que ayudaron a construirla y llenarla con parejas de cada especie animal, ¡¡ una edad de 900 años !! ).
Los creyentes en la cosmovisión religiosa aseguran que hay una vida ulterior, en el más allá, que además sería eterna, aunque con las variantes de vivirla en “el cielo o en el infierno” dependiendo de la conducta del fallecido durante “su primera vida”, esta que sentimos y nos consta. Como todo el recipiente muere, el cuerpo fallece, la persona deja de respirar, latir, moverse, pensar, sentir (luego ocurre la declaración formal del deceso y el rigor mortis, y se dispone del cuerpo según alguna de las 5 opciones ya descritas), al más allá (que ni siquiera nos indican dónde queda, a qué distancia, de qué manera se traslada, etc), iría una especie de Ectoplasma, sin estructura ósea, sin órganos, sin piel, sin rostro, sin cerebro ni capacidad de pensar y comunicarse, un ente imposible de identificar toda vez que el cuerpo que le daba la imagen que lo hacía reconocible y único, quedó enterrado, cremado, congelado, plastinado o diseccionado. Habrá dos espacios, donde funcionan el cielo y el infierno, no sabemos dónde, recuerden que en lo que ocupa nuestra galaxia no ha sido visto, y la estrella más cercana a nosotros, luego del Sol, es Próxima Centauri, a 4 años luz de distancia, 1/8 de la masa del Sol, con 2 planetas. Las otras estrellas y astros están todavía más lejos. Quienes tienen más responsabilidad en la difusión de las ideas religiosas, los sacerdotes, imanes, rabinos, deberían explicar la ubicación exacta de esos espacios -cielo e infierno- a donde ellos afirman que van los creyentes luego de finiquitar esta primera vida, y cómo funcionan esas dimensiones, qué hay en ellas, cómo identificar a cada ectoplasma, si al menos recupera su rostro y su nombre o les colocan etiquetas con la data básica para identificar a cada ectoplasma, y qué actividades realizan en la vida eterna, sea en el cielo o en el infierno, quienes murieron en la vida real. Algo que deberían aclarar los creyentes; Al ocurrir la muerte, al cesar la vida en el más acá, esa porción no tangible a la que denominamos ectoplasma, ¿de inmediato inicia su viaje al más allá, cada ectoplasma por su cuenta, o van en grupos?, ¿qué distancia recorren hasta llegar a su destino, celestial o infernal? ¿método, ruta y duración del traslado?, o permanecen un tiempo y -si corresponde hacer ese examen- ¿son testigos de su propia autopsia, asisten a los rituales de su velorio y la opción seleccionada para disponer del cuerpo; entierro, cremación, plastinación, disección o congelación criogénica?. Otra inquietud; ¿Esos entes sin rostro, forma ni identidad obvia, van a someterse a la rutina propia del entorno que les corresponda, celestial o infernal, por toda una eternidad, durante esa presunta vida en el más allá? Falta información sobre dónde queda el más allá, cuánto dura y cómo es la travesía hasta el más allá, y -muy importante- qué hacen los ectoplasmas durante nada menos que la eternidad; Ya sin cuerpo no hay qué satisfacer las necesidades de los sistemas respiratorio, digestivo, circulatorio, neurocerebral, muscular, etc, de manera que, sin esas funciones pendientes, deben dedicarse todo el tiempo -per sécula seculorum- a otras actividades. Podemos simplificar lo que ocurre a quienes no cumplieron los mandamientos religiosos, a esos les toca sufrir ininterrumpidamente en el infierno por su mala conducta, los ectoplasmas serían indestructibles. Pero ¿a los que merecen la vida eterna en el cielo, les dan opciones deportivas, académicas, culturales, laborales, a las cuales dedicar esa eternidad, o la ociosidad y el aburrimiento son también opciones en el más allá, por los siglos de los siglos?.
Niegan el Big Bang y la Evolución, desprecian los resultados de innumerables esfuerzos científicos que han producido las informaciones y evidencias que provienen de la Astronomía, la Geología, la Antropología, la Arqueología, la Física, la Química, la Biología (en sus dos ramas, Botánica y Zoología), pero aseguran que “dios” existió en la NADA previa a la “creación” del Universo, “que creó la Materia, el Espacio y el Tiempo en seis días, e hizo, a su imagen y semejanza, de barro al Hombre, y a la mujer de costilla adánica”. Reducidos a ignorantes, Epicuro, Demócrito, Eratóstenes, Bruno, Galileo, Darwin, Sagan, Hawkins, desplazados por ilustres analfabetos funcionales que obtienen sus conocimientos de antiguas “escrituras sagradas”, textos dictados por “dios” a sus representantes autorizados, ergo textos infalibles, incuestionables, perfectos, que describen eventos ultra asombrosos, megafantásticos; Un mar abriéndose en dos mitades, Noé y su familia longevos hasta los 900 años para realizar lo del arca y el diluvio, Lázaro levantándose de su tumba, caminar sobre las aguas, embarazo sin contacto alguno ni espermatozoide, multiplicación de panes y peces, agua transformada en vino, resucitaciones, Jonás dentro de una ballena, cura de la lepra por simple y milagroso toque, apariciones virginales exclusivamente ante dos o tres analfabetos, “dios” ante Moisés, “Alá” ante Mahoma, solamente ellos dos, nunca ante multitudes, mucho menos en esta época con capacidad de registrar sonidos e imágenes a color, para ser transmitidas al planeta entero.