Complemento a “La Carta”
Escribí las siguientes reflexiones en respuesta a una amiga, muy preparada, que me recomendó leer un editorial de Analítica.com, en el que se etiqueta como víctimas del “Síndrome de Estocolmo” a quienes firmamos o apoyan “La Carta” para re enfocar el uso de las sanciones.
Ese editorial plantea que los firmantes de La Carta estaríamos enamorados del supuesto secuestrador (el gobierno de NM). Eso tiene una fuerte dosis de descalificación personal que no debe ser parte del diálogo entre quienes estemos o no de acuerdo con ese cambio de enfoque. Pero sigamos adelante.
Por ello, respondí a mi amiga que también…”pudiera considerarse lo contrario, que quienes son víctimas del Síndrome de Estocolmo son los partidos y particulares que han puesto todas sus esperanzas en las sanciones enfocadas como instrumento para cambiar el gobierno. Esto es un mito porque, esos partidos y particulares, en vez de organizarse para complementar la presión de las sanciones con movilizaciones internas alrededor de un Plan País incluyente, y atractivo, sólo se ocupan de pelear entre sí y con el gobierno (¿) para llegar al poder, en vez de apoyar a la gente en la solución de sus problemas. Por ello no han aportado el complemento de la presión interna que necesitan las sanciones externas para lograr su proyecto de cambiar el gobierno. Si hoy los partidos están en su peor momento, ni entregándoles el poder serían capaces de gobernar ni mantenerse en él porque, así como están, se comerían entre ellos mismos. No funciona la estrategia de delegar en actores extranjeros lo que no están dispuestos a hacer por si mismos.
A fin de cuentas, lo que lograron los países occidentales que nos sancionaron fue aislarse de Venezuela y regalarle -gratuitamente- el inmenso espacio y valor geopolítico que representa nuestro país a los archi enemigos de Occidente: China, Rusia, Irán y Turquía.
Siento mucho como venezolano que he tratado de apoyar a esos partidos -sordos- y de cambiar el gobierno tener que llegar a la conclusión de que es momento de cambiar la estrategia de aplicar… “sanciones para cambiar el gobierno”, por una de “negociar sanciones a cambio de políticas públicas que superen las que arruinaron a los venezolanos.
A lo anterior, contesta mi amiga:
“…Creo que todos tenemos derecho a manifestar lo que pensamos y nunca llamaría amorales a quienes firmaron eso (La Carta); menos incompetentes o vendidos, pues allí hay mucha gente competente y reconocida. Por eso me parece confuso… ese escrito a Biden. Esto no cambiará por más o menos sanciones;… al contrario, creo que se atornilla a Maduro en un momento en que está muy débil. Es como escribir a la UE o a Biden para que reconsidere lo que hacen hacia Putin.
… más bien creo que un grupo calificado debe estar pensando en cómo replantear las opciones para salir de Maduro y su dañino régimen,…; cómo generar un liderazgo, ya no sólo político sino social, que integre e incluya, donde quepan todos y se diseñe una nueva estrategia de presión y un elenco de valía para liderar y capitalizar el inmenso descontento y hasta indignación que cunde por este país. Eso no ha sabido hacerlo un «liderazgo» opositor que ya percibimos tan nocivo como el propio régimen. Eso sí me parece que merece atención por parte de quienes sabemos gente de prestigio. Esta es una sociedad que ha pateado la calle y puesto muchos muertos, pero cuyos sectores más lúcidos aún no ponen empeño, consistente y sostenido, en articular un proyecto realmente opositor, de peso, de significación hacia afuera y efectividad hacia dentro.
…Allí tienes a… los ucranianos, dando el todo por el todo… A nosotros no nos sacarán las castañas del fuego, con o sin sanciones. Mientras estemos esperando que Biden quite o ponga, vamos en los rieles tácticos del régimen y se mantiene el cálculo chiquito de políticos que alimentan las divisiones desde sus franquicias -mal llamadas partidos- las cuales caben en un Volkswagen escarabajo.
EEUU no hará nada que no responda a sus propios intereses. Eso es historia. Creer que…nos adoptaron porque Trump infló una burbuja es poco menos que ingenuo…Importan nuestras riquezas y ya verán qué inventar… para reactivar una producción que ha caído al fondo gracias a estos terminators bananeros. Pero resolvernos el tema, no. Nosotros solos tenemos que emprender, seriamente, el esfuerzo por remontar este desastre de más de veinte años…”
Parece que mi amiga escribió un excelente complemento al reenfoque de la estrategia que plantea La Carta: Organizarnos de manera incluyente para movilizar el cambio. ¿Y Ud. qué piensa?
@joseagilyepes