Cómo combatir la dictadura
El gobierno venezolano ha pasado de personalista y autoritario a ser un régimen dictatorial. La iglesia católica, los constitucionalistas y las academias coinciden en esta grave apreciación.
El régimen ha abusado de su poder que emana del control sobre los poderes judicial, moral y electoral y de su interferencia en la institución armada. No hay organizaciones económicas, sociales y políticas del país que no hayan padecido los efectos de esa malsana intervención del estado todopoderoso.
El cardenal Jorge Urosa Savino señalaba hace unos días que el gobierno debe cumplirles a los venezolanos. Esta falta de respeto a los derechos electorales del pueblo, la omisión de conceder la libertad a los presos políticos y la negativa a restituir las facultades constitucionales de la Asamblea Nacional son las causas que dieron pie a la insatisfacción del Vaticano y de los obispos venezolanos ante el fracasado diálogo de noviembre del año pasado.
«Democracia es respeto al pueblo, observancia de la Constitución, división y funcionamiento de los poderes públicos, vigencia de todas las garantías, que no haya presos políticos y que se realicen elecciones libres», enumeró. El arzobispo recordó que desde diciembre de 2016 ha denunciado la situación que atraviesa Venezuela. «He expresado mi opinión de que esto es una dictadura.
Por su parte el abogado constitucionalista José Vicente Haro aseguró que estamos frente a un Estado forajido, donde además “tenemos un presidente “entre comillas” que está ilegítimamente y al margen de la Constitución ejerciendo el cargo”.
En su opinión, la decisión de la Asamblea Nacional de declarar el abandono del cargo por parte de Nicolás Maduro está apegada al artículo 233 de la Constitución y la hizo de manera oportuna y acertada.
Al referirse a lo señalado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con relación a que la AN no podía realizar esa declaratoria, Haro aseguró “El TSJ no se puede estar pronunciando por comunicados o notas de prensa, y precisó, se tiene que pronunciar por decisiones judiciales, por sentencias”.
Consideró muy importante que la Asamblea Nacional no se quede en la declaratoria y la instrumente nacional e internacionalmente, es decir, gire instrucciones al CNE y los poderes públicos del país, pero también a los organismos foráneos como la Organización de Estados Americanos (OEA).
Para Haro no hay duda de que tenemos un Estado forajido, debido a que se ha colocado al margen de la Constitución, las instituciones democráticas y violado derechos humanos civiles, políticos y sociales.
En opinión del constitucionalista Juan Manuel Raffalli, el proceso de erosión institucional que sufre Venezuela ha entrado en una etapa “absolutamente inaceptable”. Explicó que en las sociedades democráticas existen tres árbitros: el electoral, el militar y el judicial. “Si en una sociedad vemos que las fuerzas armadas están politizadas; que el Poder Electoral se dedica a entorpecer la participación política y si el Poder Judicial está absolutamente abocado a resolver causas políticas a favor del Gobierno, entonces no hay árbitros institucionales, no hay institucionalidad”, aseguró.
Raffalli resaltó “por vil” el tema del supuesto desacato por parte de la AN, dictaminado por el TSJ, y el cual, en su opinión, no existe. “Lo que se quiere es tener la figura del supuesto desacato como una especie de arma letal para a anular a la AN.
En octubre del año pasado el CNE hizo del conocimiento público su decisión de acoger las medidas cautelares dictadas por varios tribunales penales del país, por medio de las cuales se ordenó posponer cualquier acto destinado a cumplir con el trámite de solicitud del referéndum revocatorio del mandato del Presidente de la República.
Las Academias Nacionales denunciaron la ruptura del orden constitucional producido y reclaman de todas las autoridades el más celoso acatamiento de la Constitución, a fin de que se restablezca a la brevedad el ejercicio de los derechos políticos de los venezolanos.
Frente a estos hechos de ilegitimidad comprobada y promovida por el régimen dictatorial no caben medias tintas ni siquiera pensar en que pueda buscarse una salida negociada mediante diálogo entre la dictadura y las instituciones civiles y políticas que la adversan.
Queremos en este aniversario del Día de la Juventud hacer un llamado a los jóvenes venezolanos para que asuman la rebelión como forma de lucha frente a la dictadura. “La libertad no se mendiga se conquista con el machete en la mano” indicaba el General cubano Antonio Maceo. “Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos…” señalaba el Libertador Simón Bolívar.