Cleptomoneda, negociación y sanciones
Habiendo saqueado los bienes habidos del patrimonio de la Nación, la dictadura venezolana ya ha caído en default en un par de casos de la deuda pública. Aunado a lo anterior, una metralla de sanciones internacionales de distintos gobiernos han recaído sobre varios de sus altos funcionarios. Hay listas de sancionados por aquí y por allá.
Jorge Rodríguez lanza una joya de declaración, al anunciar que no habrá acuerdo alguno con la oposición, y que ni siquiera se realizarán elecciones presidenciales, hasta tanto sean levantadas las sanciones. “¡Me paso por el forro la Constitución!” le faltó gritar. Las mismas sanciones que cuando EEUU, Canadá y España publicaron las listas con los nombres de los sancionados, varios de éstos declararon muy sonrientes sentirse honrados y hasta publicaron fotos en las redes pintándole la paloma a los gringos, canadienses y europeos, entre otros, La Fosforito. Esas mismas por las que recibieron una réplica de la espada de Bolívar. En ese momento les parecían una maravilla las sanciones.
Pues como que ya se les ha ido borrando esas sonrisas cínicas. Y es que el asunto con las sanciones es que son variopintas. Las hay por vínculos con el narcotráfico como las hay por violación a los Derechos Humanos. En esto la tienen complicada.
Ahora, ante la imposibilidad de proseguir con las finanzas internacionales sin reconocer las competencias constitucionales de la Asamblea Nacional, lo cual pasa por negociar con la Unidad Democrática, apelan a la innovación y anuncian el lanzamiento de la primera CLEPTOMONEDA en el mundo cuyo fin es no solo burlar las sanciones internacionales sino ahora expoliar, robar los bienes por haber, futuros… de la Nación venezolana.
El problema es que esta CLEPTOMONEDA apodada Petro nace como el uranio: radioactiva. Puesto que todo ciudadano nacional de alguno de los países que han sancionado al régimen, y por ahí vienen más sanciones (Vr. et gr. de la Unión Europea), que se involucren con el Petro, obviamente, de anteojitos, estarán expuestos a severas consecuencias legales en sus países. Ello sin contar que se trata de un país en el cual el narcotráfico es una actividad por la cual, precisamente, algunos de los sancionados lo fueron. Y la corrupción. Ni hablar del blanqueo de capitales. Una criptolavandería para el narcotráfico, la corrupción y, ¿por qué no?, el terrorismo. Cuidado y si permite terminar permutando droga por petróleo. Y si su éxito depende de la confianza…
No es de extrañar que aparezcan comunicados de gobiernos incluyendo toda actividad vinculada a “El Petro” como objeto de sanciones a sus nacionales. ¿Será que esta vez como que la negociación es una necesidad para ellos o seguirán pintándole una paloma al mundo mientras sonríen?
@massone59