Chávez nuestro… sin pan
El chavismo ha caído en las garras de su propia ridiculez e insólita forma de ver las cosas desde los ojos de la veneración irracional del mentor y creador. El nuevo padre nuestro del chavismo hace loas al extinto comandante con la misma rítmica del padre nuestro de los cristianos con una omisión muy interesante: no hay pan en la oración chavista.
¿Por qué será que no hay pan? ¿Por qué será que lo quitan deliberadamente de la canasta de recuerdos, cariños y sentidos homenajes al comandante? Sencillamente porque si en la ecuación chavista del madurismo se pusiera la economía en la oración al padre de la revolución, caería estrepitosamente el discurso rojo-rojito.
Con una inflación hasta mayo de más de 60% anualizada, lea bien, no se fue un cero de más en la cifra anterior, es del 60% y no se sabe a cuánto ascendió en los meses estivales de junio, julio y agosto, aunque se estima que podría estar cercana al 76% (en cifras anualizadas), puesto que el Banco Central de Venezuela tiene un retraso en la publicación de las cifras de más de 50 días. Por cierto, nada extraño en materia de información en Venezuela.
El caso es que sí, que los venezolanos para poder acceder a la comida, al pan de la oración cristiana, deben encomendarse a las pistoladas y pendejadas del chavismo, esas de rezarle a la memoria del líder, a las malacrianzas de los gestores de la revolución y sí, por qué no decirlo, a todos los santos que tengan en la cartera para tratar de tener un poco de seguridad personal, puesto que jurídica, tampoco hay.
Ser chavista, de acuerdo a su oración, es ser delegado, una especie de apostolado de sacrificios por la revolución, de trasmisores del conocimiento del líder, evangelizadores de ese pensamiento del socialismo del siglo XXI que lo único que ha traído es destrucción del aparato productivo y, en consecuencia pobreza. Se alejan del capitalismo como un mal que se debe evitar a toda cosa, una especie de peste que podría convertirlos en personajes malignos (aunque los viajes al paraíso de Walt Disney sea un desiderátum de los vestidos de colorado). Buscan la luz en los altares de Chávez porque en el fluido eléctrico no está y, por último, asumen que la oposición, a la que llaman directamente oligarquía, es la que gestiona el contrabando. ¡Tamaña desfachatez y semejante tontería!
La paz, como dice su rezo, tampoco es propiedad del pueblo chavista. ¿Cómo pueden tener paz en la conciencia si saben que tantos venezolanos sufren calamidades que son irresolutas, cuando las instituciones del Estado han sido confiscadas por Cuba, cuando las empresas y puestos de trabajo se han convertido en caricaturas de lo que fueron, o lo que es peor, cascarones abandonados sin uso, sin criterio. ¿Recuerda al Hato Piñero? ¿La hacienda La Carolina? ¿Hipermercados Éxito? ¿El edificio La Francia y los orfebres que allí trabajaban? ¿Qué ha sido de eso? Ha pasado el barbarazo del chavismo, el que acaba con todo.
Trabaje señor Maduro. Haga lo suyo. Deje de hacer campaña de comunicaciones sobre el vacío. Mire que todos saben, por su perímetro abdominal, que pan en Miraflores sí hay, que luz siempre tiene por los generadores eléctricos que tiene el Palacio y que seguridad, gracias a los diferentes círculos de blindaje que tiene, esos que le rodean, no le permiten ver más allá del brillo de su calzado.
El circo del chavismo saca ahora este panfleto revolucionario de una oración por el comandante, una forma de hacer que el pueblo rece por los ideales de una revolución que, lamentablemente, no tiene ni tendrá pan.
Ciertamente, pareciera que algo anómalo lleva flotando sobre el palacio de Miraflores hace ya varios lustros. Los presidentes entran entre pálidos y palúdicos y en cuestión de meses lucen »desparramados», con el abdomen sobredimensionado y en el caso del señor Maduro, cada día se nos parece mas al »bagre» por su parecido con nuestro histórico Juan Vicente Gómez ; y no porque haya nacido del otro lado de la frontera, sino por esa capacidad de digerir cualquier »cosa» sin muchos miramientos y sin ver lo que se le lleva al estomago. Lo mismo le da una cucharadita de caviar ruso que devorarse todo todo un país, con tal de saciar su apetito.
Y es que este grupo de orates fanatizados han creado su propio mundo, perfecto, puro y como hecho a la imagen y semejanza de su líder fundador. El tenía sus jaulas verticales repletas de gallinas cubanas y de gallos traídos de su lejana Sabaneta, pero no para alimentarse como le hizo creer a sus seguidores, sino para practicas propias de las ciencias ocultas y de magia negra con las que dañar a los que mal lo querían. Era feliz poniendo a volar unos helicópteros rusos de segunda mano alrededor del palacio y repleto de brujos importados, quienes practicaban degollinas indiscriminadas sobre las pobres aves y regaba el sanguinolento líquido los techos de las casas de sus enemigos. Y es que de verdad, creía en esa vaina.
Cómo entonces no entender que su hijo predilecto no hiciese algo parecido ?. Y es que hasta regodeandoce y apoyando con todo el poder del Estado a una señora mayor a la cual se le asignó la insigne misión de leer la versión roja de un nuevo » Padre Nuestro «, que blasfema contra la Iglesia y las creencias mas arraigadas de los católicos, ha desplazado a Dios y colocando en su lugar al que después de muerto y convertido en un monigote de cera, dicese que tiene impregnado el viejo Museo Militar con un hedor a mortecina azufrada que no le da paz a los cuidadores de semejante esperpento. Y es que el que nace barrigón ni que lo fajen chiquito.
Esto que llaman revolución y que en realidad es tan solo un vulgar pillaje, ha llevado a aquello que una vez fue país de respeto y trabajo a unos niveles de mendicidad y ausencia de luces que parece lo ha condenado a la degradación mas absoluta y a un estado de tal barbarie, que solo se respira decadencia, abandono y desidia. Pero bueno, si fueron capaces de profanar la tumba del Libertador para satisfacer mórbidas y aviesas intenciones, para luego reconstruir sus »verdaderos» rasgos faciales y transformarlo en un pulpero asturiano, que queda para los demás. Solo gente huérfana de toda cultura es capaz de hacer todo aquello donde los límites de la cordura y el sentido común se extraviaron hace mucho tiempo. Aquí priva la ignorancia sobre el conocimiento ; lo mas abyecto sobre cualquier virtud…Creo que la señora Branger se ha quedado corta en la descripción de nuestra presente situación !.
NOTA: Disculpe señor Romer, estaba pensando en en un excelente artículo de la señora Branger. Un »lapsus».