Brasil y la Diplomacia de Estado
El Canciller José Serra presentó ante los diplomáticos de su país las bases de lo que será la nueva Política Exterior del Brasil. El ex Gobernador del gigantesco Estado de Sao Paulo, Ministro que ocupó diferentes carteras durante el mandato del Presidente Fernando Henrique Cardoso y candidato Presidencial del PSDB en dos oportunidades, fue designado por el Presidente Michel Temer para reconstruir un Itamaraty cuya trayectoria era reconocida por su profesionalismo. El nuevo Ministro se comprometió en volver a formular una Diplomacia de Estado al afirmar: «Nuestra Política Externa estará regida por los valores del Estado y no por los de un Partido».
Al reconocer aciertos del pasado, destacó el papel del ex Presidente José Sarney en la reconstrucción democrática del país y en la democratización de América Latina que condujo a nuestra región hacia la integración, la defensa de los principios democráticos y los Derechos Humanos situando al Brasil como una Nación propulsora del desarrollo económico con Justicia Social. «Estaremos atentos a la defensa de la democracia, de las libertades y de los derechos humanos en cualquier país, en consonancia con las obligaciones contraídas en Tratados Internacionales» anunció con firmeza el Ministro.
Hizo un llamado a que junto a la Argentina, se renovara el MERCOSUR para garantizar el libre comercio en la región en base al Tratado de Asunción, pero al mismo tiempo insistió en hacerlo de manera realista al anunciar que velará por los intereses de la economía de su país, procurando nuevos mecanismos de estímulo a la producción y facilitando el financiamiento de las exportaciones a través de instituciones como el CAMEX con lo cual se generan mejores condiciones de vida para los trabajadores. MERCOSUR debe retomar el Acuerdo con la Unión Europea que ha estado congelado por años, transformando la diplomacia del conflicto por la construcción de puentes con Europa, al igual que con Estados Unidos, Japón, los países de la Alianza para el Pacifico, con China y los países del BRIC. En relación a la Cooperación Sur-Sur dejara de lado «la finalidad «publicitaria», de escasos resultados económicos y de inmensos gastos diplomáticos, para sustituirlos por alianzas basadas en un intercambio efectivo en lo económico, tecnológico y de inversiones»
El papel del Nuevo Itamaraty, marca un excelente ejemplo para aquellas Naciones como Venezuela que cuando nos corresponda reconstruir la Casa Amarilla podamos motivar a las nuevas generaciones de profesionales para darle a la Venezuela Democrática del mañana, el sitial de admiración que tuvo en el pasado con una Diplomacia de Estado.