Aún es Lula

Traducción de Carlos Armando Figueredo

Al traer una vez más a Venezuela, el presidente Lula demostró la importancia de su elección. Su antecesor tuvo el desacierto de poner sus posiciones políticas personales enfrente a los intereses de Brasil, prácticamente al romper relaciones con el país con el cual tenemos 2.199 kilómetros de frontera. Lula reanudó las relaciones con Venezuela, pero puso también sus posiciones políticas enfrentadas, cuando dijo que las violaciones de los derechos humanos y la quiebra de las instituciones democráticas son apenas narrativas de opositores del gobierno venezolano. Al decir eso, Lula ignoró a aquellos que lo apoyaron en 2022. Pero que no estuvieron de acuerdo con el comportamiento de Maduro de irrespeto a ls instituciones democráticas.

Mismo así, sigue siendo Lula. Se apartó de sus electores, pero ellos siguieron reconociendo sus méritos con la esperanza de que su gobierno sanara la caída de los servicios públicos, cuidara el medio ambiente y los pueblos autóctonos, consolidara nuestra democracia. Sigue siendo Lula, pero parece haber olvidado que su victoria, por mínima diferencia, se debió a electores que no están plenamente de acuerdo con sus visiones, ni las de los más próximos a él ideológicamente.

Al tratar sobre las tasas de intereses como una cuestión personal entre él y el presidente del Banco Central, Lula ignora centenares de economistas cuyo aval en el 2022 fue esencial para darle la credibilidad que necesitaba para ganar la elección, Que se sepa, nadie que esté en desacuerdo con su narrativa fue invitado a sugerir cómo disminuir la tasa de intereses, sin actitudes negativas, ni bravuconerías. Aun así, esos que lo apoyaron piensan que “aún es Lula”.

Al seguir dividiendo a Brasil entre él y su antecesor, entre “nosotros” y “ellos”, Lula ignora la esperanza de quienes votaron por él soñando con la reunificación que la democracia permite entre quienes no están de acuerdo. No tuvo gestos para pacificar a millones de electores que votaron por el anterior presidente, pero que no estaban de acuerdo con ideas retrógradas o autoritarias, y esperaban palabras y acciones de un pacificador para el futuro y a veces se alinea con conflictos que se remontan al pasado. A pesar de ello, aún es Lula.

Fuente: https://www.metropoles.com/blog-do-noblat/artigos/ainda-e-lula-por-cristovam-buarque