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Aspectos del ciclo económico venezolano

No hay duda alguna que uno de los problemas más estudiados e investigados de la ciencia económica ha sido el de los ciclos de la economía. El propio John Maynard Keynes, pretendía con su Teoría General de la Ocupación, el Empleo, el Interés y el Dinero, acabar con las depresiones y que desde ese momento en adelante, la economía experimentase un crecimiento permanente. Esto es, sin altibajos. De acuerdo a muchos estudiosos y analistas de este fenómeno, el ciclo económico en general tiene 4 fases: auge o expansión, cima, recesión, y fondo.

En casi todos los movimientos cíclicos que se han producido, los precios de las materias primas han sido los primeros en ponerse en movimiento y causar perturbaciones en otros sectores. Charles Kindleberger, en su libro La Crisis Económica 1929-1939, explica que existía una sobreproducción de “trigo, caucho, café, azúcar, plata, zinc y hasta cierto punto algodón”,  anterior a la caída de precios y estallido del auge de la Bolsa.  En Venezuela en el año 1934, cuando Estados Unidos termina por devaluar  su signo monetario, el dólar, nosotros  más bien ¡revaluamos al pasar la cotización del dólar USA¡ de Bs. 7,0 en 1932 a Bs. 3,93 en 1934!  ¡Esto es, revaluamos para hacernos más dependientes del petróleo!

En el cuadro 1 podemos apreciar cómo se comportó la economía dirigida siempre por los gobiernos de turno.  En efecto, en los años 1950-57 bajo la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, se otorgaron nuevas concesiones petroleras, así se exportaron US $ 12.723 millones en petróleo crudo y refinado, con un precio del barril crudo de US $ 2,8, la inflación en este período fue de 0,76%, y la tasa de desempleo un 7,6%  pero hubo un  crecimiento del producto interno bruto por persona en US $ (PIB p.c) de 5,02.%

Vuelta a la democracia

En el período que cubren los años 1958-63, estalló una triple crisis: económica, política y bancaria. Pero el mandatario electo democráticamente, Rómulo Betancourt, supo conjurarla, a pesar de una tasa de desempleo del 14,2%, mantener a raya la inflación la cual alcanzó apenas un 1,50% de promedio interanual. Cabe destacar que el barril de petróleo había bajado a 2,18 US $ el barril, y esto se consideraba mucho en aquel entonces. Luego, en los años 1964-68, estabilizada ya la democracia, se presentó otra baja más en el precio del petróleo que colocó al barril de crudo en 1,88 US $. Se redujeron las exportaciones petroleras, también bajó la tasa de crecimiento del PIB p.c a 0,88 y la tasa de inflación se mantuvo en 1,40%, el desempleo bajó a 8,4%  como consecuencia de la política de proteccionismo industrial.

Los años siguientes  (1969-73) con Rafael Caldera, por primera vez en la presidencia de la República estos números  fueron similares a los anteriores. Donde verdaderamente comienza un nuevo ciclo esta vez de gran prosperidad fue a partir del año 1975 cuando se detona la guerra del Yon Kippur  y se desencadena un embargo petrolero contra las potencias occidentales y los precios del crudo casi se cuadruplican. En este punto es bueno indicar que The economist se equivocó cuando calificó a esta organización como el más exitoso cártel conocido en la historia económica sobre la distribución de un solo producto”, puesto que fue un acontecimiento bélico lo que produjo un alza descomunal del precio petrolero y no la actuación del cártel.

Años de bonanza

Venezuela entre los años 1974-78 exportó más de 45.160 millones de US $ en petróleo crudo y productos refinados, esta cantidad sumaba más de lo que se había exportado entre los años 1958 y 1973. Los precios de realización del crudo prácticamente se cuadruplicaron al pasar de US $ 1,86 el precio de realización del barril de crudo a US $2,45 a  US $ 11,45.  El principal resultado fue el crecimiento económico y la reducción del desempleo.  En efecto, el PIB p.c en US $ subió un 2,33%, y el desempleo se colocó en 5,8% la más baja registrada en la historia económica del país.  La inflación se colocó en un 7,5%.

Ahora bien, de acuerdo a un conocido analista y estudioso (Pazos,1992) de la economía venezolana: de 1975 a 1978, la deuda externa aumentó de Bs. 6.000 millones ( US $ 1.395 millones) a Bs. 31.100 millones ( US $ 7.209 millones). Su servicio de intereses y amortización del principal, se incrementó de Bs. 1.200 millones (US $  279 millones) a Bs. 5.300 millones ( US $ 1.232 millones) respectivamente, estas cifras equivalían a un 2,9% y 11,9% de los ingresos por exportación de bienes y servicios de aquellos años. Esto es, no solamente gastaron lo que les ingreso que fue bastante sino que también aumentaron el endeudamiento externo.

Hacia el declive económico

En los años 1979-83,  continuaron subiendo los precios del petróleo. Esta vez por causa de problemas en el cercano oriente,  además de complicaciones que tuvieron los ayatolás de Irán con el gobierno de Carter (EE.UU) Irak atacó a Irán:  así ambos países tuvieron que sacar del mercado  los 4 millones de barriles diarios que venían suministrando, cantidad esta que representaba el 15% de la producción de la OPEP y 8% del consumo total del mundo no comunista. Esto llevó el precio del petróleo al nivel más elevado hasta entonces, al establecer algunos países productores un precio de US $ 42 el barril. En Venezuela el precio promedio del crudo se situó en US $ 25,32 el barril. Ahora bien,  el crecimiento económico se paró en seco, el PIB p.c  descendió un 4,7%, y la inflación fue de 11,2% superior a todos los períodos anteriores. Adicionalmente el desempleo experimentó un alza.

Al llegar a la presidencia de la República, Jaime Lusinchi, se origina una debacle en los precios del petróleo cuando éstos disminuyen en todo el mundo. En Venezuela el precio promedio del barril de crudo para estos años se situó en US $ 19,04. En estos tiempos la inflación llega a la ominosa cifra de un 23,7% a pesar de existir controles de precio y la prolongación desvergonzada de un control de cambios. En lo que se refiere al PIB p.c este crece un 1,28% pero al temible costo de agotar las reservas internacionales.  Porque esta administración quería resolver los problemas de un déficit fiscal sin acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial.

La hora del reajuste económico

Al volver Carlos Andrés Pérez de nuevo a la presidencia de Venezuela (1989) se encontró con la desagradable sorpresa de que no había reservas internacionales, y rápidamente accedió a un crédito puente con el Banco de España para luego casi de inmediato acudir a los programas del FMI y el Banco Mundial. Igualmente tuvo que subir los precios locales de la gasolina, terminar con el control de cambios y permitir la sinceración de los precios de bienes de consumo y servicios. El gasto fiscal creciente y deficitario se había colocado en 1988 en una magnitud desagradable para la economía al situarse en un 9,9% del PIB , el cual crecía a una tasa inferior a la de la emisión monetaria. Lo cual impulsó una inflación de grandes proporciones que fue contenida artificialmente durante el año electoral.

El gobierno tuvo que poner en marcha a partir de febrero un programa de ajuste  y estabilización. De esta forma hizo un recuento de las medidas en su mensaje al Congreso en marzo de 1990, de este modo dirigidas  a alcanzar los nuevos objetivos de la política económica, entre las cuales:

  • Un nuevo régimen cambiario único con tasa de cambio fluctuante y libremente convertible.
  • Se inició una reforma comercial para adaptarla a la urgencia de impulsar las actividades productivas que contaban con las ventajas comparativas.
  • Se progresó en el proceso de renegociación de la Deuda Externa  sobre una amplia gama de opciones.
  • Se flexibilizaron las tasas de interés, a fin de presentar tasas reales positivas de interés y fomentar el ahorro nacional.  Además se amplió la variedad de instrumentos para la ejecución de la política monetaria y un mayor control sobre los agregados monetarios.

Con el objetivo de compensar los efectos desfavorables sobre el ingreso real y el empleo derivados del proceso de ajuste económico el gobierno del presidente CAP adoptó las siguientes medidas:

  • Se incrementaron en 30% los sueldos y salarios de la Administración Pública que devengaban una remuneración inferior a Bs. 5.000 mensuales, en 10% para los empleados que ganaban entre Bs. 5.000 y Bs. 10.000 y en 5% para los que ganaban más de Bs. 10.000.
  • El salario mínimo para todos los trabajadores, urbanos y rurales fue incrementado en Bs. 2.000 mensuales.

 El proceso de rectificación produjo sus cambios positivos la tasa de crecimiento del PIB p.c fue de un 3,2%, la más elevada de toda la democracia superando inclusiva a la del primer gobierno de CAP, si bien la inflación debido a la unificación cambiaria se estabilizó en un 36,2%.  Por otra parte, la tasa de cambio en 1989, cuando empezó la unificación cambiaria llegó a Bs.34,14 por US $, y para el año 1993, el último año en que gobernó CAP alcanzó 91,15 por US $ total una devaluación del 177%.

Aparece el segundo gobierno de Rafael Caldera

Como es bien conocido de todos el segundo gobierno de CAP fue adversado profundamente por la clase política venezolana (hasta AD el propio partido del presidente de la República era adverso al proceso de ajuste) y así se produjeron dos intentos golpistas para derrocar a este gobierno elegido democráticamente. Cuando el nuevo gobierno de Rafael Caldera alcanza la presidencia  y desde el mes de diciembre (presidencia provisional de Ramón J. Velásquez) se había producido una temible campaña de rumores contra el Banco Latino: por consiguiente explota una terrible corrida de fondos, y terminan interviniéndolo a puertas cerradas. Así  explotó una crisis bancaria en el país. Recientemente, el brillante economista Pedro Rosas Bravo publicó de su autoría un libro de 500 páginas denunciando la conspiración para acabar con el Banco Latino, en donde había sido presidente Pedro Tinoco ex presidente del Banco Central en el segundo gobierno de CAP.  

El segundo mandato de Rafael Caldera al principio deseó distinguirse del gobierno anterior demostrando una aversión a las políticas del grupo FMI-Banco Mundial. Pero luego finalmente después de haber sufrido los sinsabores de una reverberación de la inflación y de un alza de la tasa cambiaria, tuvo que cambiar de actitud.

La política de apertura petrolera produjo exportaciones de hidrocarburos por valor de US $ 73. 577 millones superior a la cifra alcanzada en el anterior gobierno de US $ 57.577 con un precio de realización del barril de 13,76 US $ inferior al precio promedio del barril del gobierno de CAP que fue de US $ 19,04.  No obstante, se presentó una inflación del 54,4% producto del dinero inorgánico que se emitió para el rescate de los ahorristas y otros depositantes del sistema bancario. Paralelamente se gestó una fuerte devaluación y pérdida de reservas internacionales. En efecto, en 1984 la tasa de cambio había llegado a Bs. 148,94 por US$ y para 1998 había llegado a la cota de Bs.547 por US $, total una devaluación de un 267,6%. Y encima una tasa de desempleo ligeramente superior al 10%. Todo este ambiente de inflación con mezcla de descenso en la producción puesto que el PIB p.c cayó en 0,48%, invitó al electorado —siempre disconforme— a votar por el comandante Hugo Chávez, el golpista que el “estadista” Rafael Caldera había indultado y haberle además permitido lanzar su candidatura a la primera magistratura como si nada hubiese sucedido.

La Quinta República se impone

El nuevo presidente de la República, se tardó mucho en preparar sus planes sociales, pero el carisma seguía intacto, y distrajo a la opinión pública con una Asamblea Constituyente que engendró una nueva Constitución, que lo único nuevo que tenía fue una concentración más absoluta en el poder ejecutivo y en la figura de la jefatura de Estado.  En los años de consolidación (1999-04) de su poder omnímodo, las exportaciones petroleras alcanzan US $ 142.786 millones gracias a un alza excepcional del precio de realización del barril el cual pasa a 23,28 puesto que el mercado se había recuperado. La producción de bienes y servicios cae, y por ende el PIB p.c es -0,64  la inflación en los años 1999-04 aumenta a un 20,4% además de una tasa de desempleo del 15,4% la más alta en la historia económica reciente. ¡Y todavía su popularidad por lo menos en las clases más desposeídas se mantiene! Gracias a insultos a la oligarquía, al imperialismo yanqui, y a la tecnocracia de PDVSA que termina expulsándola después del paro general del año 2002.  

En los años 2005-13, se exterioriza un auge en el mercado petrolero mundial, en este contexto, el precio de realización del barril en Venezuela alcanza en promedio 78,40 US $, y así y todo, el gobierno a partir de 2005  instituyó un control de cambio, además de la expropiación (a todas luces ilegal) de muchas empresas de todas clases. En el año 2008 se le retiran tres ceros al signo monetario venezolano y pasa a llamarse el bolívar fuerte.  Para el año 2017 el agregado monetario M2 aumenta un 1.129,6% y por ende la tasa de inflación llega a 2.007,3%, esto es, ya estamos en hiperinflación y en el momento en que escribimos esto en julio de 2023, los datos de inflación publicados por el gobierno indican que de mayo 2022 a mayo 2023 los precios al consumidor área metropolitana de Caracas llegaron a subir 418,3%.  Como dato  complementario las reservas internacionales  de US $ 22.072 millones en el año 2014 a  US $ 9.602 millones en el año 2017, en la actualidad están en US $ 9.000 millones como promedio anual.

Años 1950-98, versus años: 1999-2018

Durante los años 1950-1998,  Venezuela exportó US $ 358.839 millones, con un precio promedio de realización del barril de 10,57. El crecimiento económico fue de un 1,07% de incremento del PIB p.c. La inflación promedio fue de un 14,57%. De igual modo existió  un desempleo promedio de un 9,9% del total de la población activa.  Podemos por otro lado, destacar que la denominada V república o socialismo del siglo XXI, exportó la fantástica suma de US $ 1.050.550 (un billón de dólares), la cual superó en casi tres veces (2,9) el valor de la  cantidad exportada de petróleo en el régimen democrático anterior. En materia de inflación en los primeros veinte  del régimen bolivariano, desde 1999 hasta el 2019 la inflación promedio fue de 228,8% y en los años más recientes 16.520,50%. Si nos referimos al crecimiento de la producción, desde los años 1999 hasta el año 2018 el PIB p.c  decreció en -3,3%!

Una comparación internacional

Siempre dicen que las comparaciones son odiosas, pero en la vida real perpetuamente nos comparamos: el mejor equipo del mundo es Argentina,  en Corea del Sur está la mejor medicina del mundo, y paremos de contar.

En los años 1950-57, Venezuela fue una de las naciones de mayor desarrollo en el mundo, superamos en crecimiento a Estados Unidos, Brasil, y Argentina entre otros países. Además apenas fue sobrepasada  por Alemania Occidental, que pasaba por una de las mejores épocas de su historia reconstruyendo su tejido industrial y capacidad de exportación. Pero sobre todo, tras la aplicación de la política económica conocida como economía social de mercado (delineada por el entonces ministro de economía alemán Ludwig Erhard, quien posteriormente sería canciller federal). El PIB de Alemania Occidental creció en términos reales a tasas de en torno al 8 % durante la década de los 50. Obligadas a competir con los productos extranjeros, las empresas alemanas también elevaron de un modo considerable su productividad.

En el año 1974, los precios petroleros casi se cuadriplicaron, sea como sea, Venezuela tuvo una oportunidad más para impulsar su desarrollo económico. Pero he aquí la gran sorpresa,  Estados Unidos, Alemania y Brasil sobre todo que obtuvo una tasa de crecimiento del 3,72%, superaron en tasa de crecimiento del PIB p.c a Venezuela. Y aquí nos viene como anillo al dedo, una consideración, un profesor del IESA sostuvo que Venezuela tenía una renta que le permitía un crecimiento mayor que el de otros países. Al parecer, en el amplio lapso que constituyen los años que van desde 1950 a 1998, el crecimiento del PIB p.c fue de un 1,07%  inferior al de todos los otros países EE.UU, Alemania, Brasil, Chile, Perú, Argentina y Uruguay.

Bibliografía

Bowers, David: An Introductión to business cycles and forcasting, EE.UU, Addison-Wesley Publishing Company, Inc. 1985.

Kindleberger, Charles P.: La Crisis Económica, (1929-1939), Barcelona,  Editorial Crítica Grupo Editorial Grijalbo,1985.

Pazos, Felipe: Medio Siglo de Política Económica, T.II, Capítulo XXVI “Efectos de un aumento súbito en los ingresos externos: La economía de Venezuela en el quinquenio1974-1978”, Caracas, 1992.

The American Economic Association, Readings In Business Cycle Theory, Richard D. Irving, Inc. 1951

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