Agravios que fortalecen
La unidad democrática sigue cada vez más firme en la exigencia de la realización de un referendo revocatorio para sacar de manera constitucional y electoral a Nicolás Maduro de la presidencia de la República. La misma firmeza pero que raya en agresión, abuso de poder e irrespeto mantiene el Consejo Nacional Electoral para tratar de que no se logre el cometido. Es decir, el CNE está empeñado en impedir que se de ese proceso electoral este año 2016. Y nosotros seguiremos luchando para que se haga este año y produzca el efecto buscado que es la sustitución no sólo del presidente sino también del gobierno.
El nivel al que han llegado las maltrechas instituciones públicas es inaceptable. La agresión que sufrieron varios diputados la semana pasada, especialmente el diputado Julio Borges quien, en el marco de su asistencia al CNE a exigir nuestros derechos, fue salvajemente golpeado por delincuentes oficialistas bajo la mirada complaciente de quienes deben resguardar la seguridad ciudadana; es un hecho abominable que no podemos permitir que siga sucediendo.
Es también una agresión, la decisión de las cuatro rectoras del CNE cuando en cinco oportunidades optan por no reunirse con los dirigentes de la unidad democrática. Definitivamente éste es un organismo electoral impresentable. Este CNE ha decidido invalidar 600 mil firmas, es decir, 600 mil personas, 600 mil voluntades que manifestaron su decisión de convocar un referendo. Lo hace con argumentos fútiles que ni vale la pena mencionar. No da oportunidad a esos firmantes para que se les restituya su derecho, pero si abre un lapso para que la gente se excluya luego de la presión que ejercen desde las organizaciones gubernamentales.
Este CNE ha decidido, además, hacer el proceso de validación del 1% de las firmas del 20 al 24 de junio, pero con algunas particularidades: niegan a la unidad democrática el acceso al listado de las personas que están “aptas” para validar su firma. Esto es como ir a un proceso electoral sin conocer el listado de electores. Estoy seguro de que no podrán mantener esta prohibición por mucho tiempo, tienen la obligación de entregar ese listado. Por otra parte, han decidido que en cada estado del país haya un solo centro para efectuar la validación. Les pongo el caso del Estado Zulia. Es un abuso que les impongan a los habitantes de todos los municipios que se trasladen a Maracaibo para validar. Por eso estamos exigiendo municipalizar el proceso y parroquializarlo en la capital y en San Francisco. En caso de que no lo consideren, estamos solicitando centros más amplios como la Plaza de Toros o el Estadio Alejandro Borges para facilitar el acceso. Ademas, en nuestro estado hay 160 mil personas con derecho a validar su firma. El CNE tiene dispuestas 36 máquinas que pueden procesar 500 validaciones por día, con lo cual, sin ningún percance, solo 90 mil personas lograrían ejercer su derecho. Por esta razón estamos exigiendo que se aumente el número de máquinas a 78. Esto no es todo. La misma presidenta del CNE dijo que de haber sucesos violentos a las afueras de las oficinas regionales, suspendería el proceso de validación. Lo que tenemos que exigirle al CNE es que garantice las medidas de seguridad con el Plan República para que el proceso se lleve en paz. Que además se permita la validación de quienes estén en cola al momento del cierre de cada jornada, como siempre se ha hecho.
Parece mentira que estemos exigiendo asuntos tan elementales y basados en la lógica como los que hemos descrito. Pero esa es la realidad que tenemos. El CNE intenta matar el referendo en este proceso de validación. El pueblo de Venezuela le va a dar una lección y le va a demostrar que no hay obstáculo que nos impida ejercer nuestros derechos. ¡El referendo va en 2016!
Juan Pablo Guanipa
