Acercamiento EEUU – Brasil: Esperanza para Latinoamérica
El hecho de que Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y Donald Trump, presidente de los EE.UU., hayan dado un paso al frente para reactivar las relaciones internaciones, medio muertas desde hace siglos, en un excelente signo de amistad que acerca a ambas potencias, para enfrentar los retos individuales de cada una de sus naciones y los retos unidos como americanos, que permitan fortalecer los lazos de amistad y sus crecimientos individuales respectivamente.
Ya Argentina, otra importante nación de la región suramericana, distanciada de los EE.UU por más de una década, lo ha venido intentando, para en principio intentar reactivar la economía Argentina destruida por los Kirchner, razón por la cual Mauricio Macri intenta desesperadamente de salvar y reflotar al país, hacia un crecimiento económico positivo, sostenido y permanente.
Otro país de Suramérica, Chile, durante la segunda presidencia de Sebastián Piñera de ese país, también se ha acercado a los EE.UU. durante esta presidencia de Donald Trump, con resultados que parecieran ser positivos desde el punto de vista económico, comercial y diplomático, lo cual contribuye con la distensión entre Chile y los EE.UU. y gran parte de América Latina.
Los presidentes Colombia Iván Duque Márquez, de Perú Martín Vizcarra, de Ecuador, Lenin Moreno y de Paraguay, Mari Abdo Benítez; pareciera que están ganados a la idea de fortalecer sus relaciones con los EE.UU., las cuales venían algo deterioradas, por diferentes causas, han dado muestras de acercarse más a los EE.UU., en temas como: la economía, el comercio, el narcotráfico, las guerrillas y en las relaciones internacionales.
No es un secreto, el posicionamiento geo político e internacional de las naciones de Bolivia, Venezuela y Uruguay; cuyos gobiernos a pesar de ser tan diferentes en actuación, tienen una línea política en común, que los une al marxismo leninismo junto a Cuba y Nicaragua y se distancia de los EE.UU. y del mundo libre en Europa.
Un sector latinoamericano de importancia vital, para mejorar las relaciones de latino américa, con los EE.UU., es sin duda alguna Centro América, y no precisamente por el tamaño de sus naciones, sino por su ubicación geográfica, muy cercano a México y a los EE.UU. Lamentablemente, esta región está muy influenciada por el marxismo leninismo, donde Nicaragua lleva el liderazgo y la determinación de seguir enfrentado a los EE.UU. con el apoyo del bloque mencionado arriba.
Ante la crisis actual de la migración centroamericana hacía los EE.UU., situación ésta que podría tomar rumbos más graves, es pertinente que estos países tomen conciencia de la gravedad de esta realidad, la cual estaría tomando un rumbo de disturbios y posiciones extremas; es necesario que los gobiernos de esta región, tomen el control de la misma y busquen soluciones viables de cómo desarrollar económicamente a sus respectivas naciones, lo cual pareciera ser el común denominador de tal situación de extrema pobreza, populismo, delincuencia y corrupción que viven éstas. Dadas las relaciones ya existentes entre los EE.UU. y Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá; es tiempo de definir un programa integral de desarrollo exclusivo para la región centroamericana, en cuyo programa se pudiera incluir a México; de manera tal que los pueblos no huyan de sus respectivos países por la falta de trabajo ni de oportunidades de crecimiento personal. Ni mucho menos por persecuciones políticas e inexistencia de paz.
La gran incógnita de este nuevo ajedrez geo político que se viene conformando en Latinoamérica, sería la del país de México, ahora con nuevo gobierno, con Andrés Manuel López Obrador, de tendencia política marcadamente marxista leninista, con un apoyo político alto, similar al de Hugo Chávez Frías, cuando ganó las elecciones en Venezuela en el año 1998.
Está por verse, el nivel y el perfil de las relaciones entre éste nuevo presidente de México y Donald Trump, para determinar en definida, la orientación geo política y económica de la región, para cuando estos dos presidentes empiecen a interactuar en el ejercicio del poder que el pueblo les ha dado.
Pareciera lógico pensar que, los países y gobiernos latinoamericanos, enemigos de los EE.UU., y de la democracia, dado que han fracasado y aún continúan fracasando, en su empeño de imponer el marxismo leninismo en América, deberían rectificar y hacerse un sincero mea culpa y deberían rectificar en darle otra oportunidad a la democracia y al capitalismo. Hasta ahora la guerra que han iniciado contra los EE.UU. a quién catalogan de imperialista y contra el sistema económico de libre mercado, o capitalismo, es una guerra perder – perder, puesto que la región está muy deteriorada y todos hemos perdido algo.
Los que han ganado algo en esta guerra fratricida, sin duda alguna, son los corruptos y delincuentes de Latinoamérica, que han desvalijado las arcas de sus respectivos países y gobiernos, para enriquecerse a niveles jamás vistos antes. Afortunadamente, muchos de estos ladrones de cuello rojo han sido identificados, algunos capturados y están en vías de pagar sus crímenes financieros ante las leyes nacionales e internacionales.
Si el marxismo leninismo mundial hace un balance sobre su situación en América Latina, sin duda alguna que el balance final sería negativo. Todas esas naciones donde se intentó y aún se intenta insertar el marxismo leninismo, quedaron económica, moralmente destruidas; a tal punto que aún están en periodo de recuperación.
Argentina, Brasil y Ecuador, están en terapia intensiva respecto a sus finanzas actuales. Colombia la cual se ha mantenido erguida ante el brutal embate del marxismo leninismo contra la democracia de ésta nación, se ha mantenido erguida, con esperanzas de recuperarse y salir política y económicamente hacia adelante.
COROLARIO:
Por todas las perspectivas anteriormente mencionadas, es como para alegrarse, que Brasil y los EE.UU., inicien una nueva era de relaciones comerciales, políticas e internacionales, lo cual sin duda alguna envolvería a gran parte del hemisferio, para bien de nuestros países, los cuales se merecen una mejor suerte, que la que propone el marxismo leninismo.
Debemos aceptar de una vez por todas, que los gobiernos son solo una parte de un país, no es el país mismo. Existen otros grupos que no forman parte del gobierno, ni tienen porque hacerlo; puesto que forman parte de las sociedades y organizaciones no gubernamentales que tienen puestos de vista propios. Otra máxima que debemos entender es que solo los empresarios, saben cómo generar negocios para producir riquezas, puesto que a eso es que se dedican de por vida. No se puede incendiar a un país con esa sencilla frase de que el capitalismo trabaja y actúa en contra de los pueblos, puesto que esa es una gran falacia.
La mayoría de los países civilizados han optado por aplicar exitosamente el capitalismo, aportando grandes beneficios a las masas de pobres y desasistidos del mundo.
Los continentes del mundo cada uno a su manera, han encontrado en el capitalismo la mejor manera de hacer negocios necesarios para las economías privadas y las respectivas de los países que lo aplican. La pobreza existe y existirá en todo el mundo, en mayor o menor grado según el país del que se trate.
En los EE.UU. existe pobreza, Eso es cierto, pero en mucho menor grado que en los países subdesarrollados. La pobreza existe y existirá porque ese es el designio al cual estamos sometidos. Ningún político tiene el derecho a engañar a su pueblo, al prometerle que bajará la pobreza a cero, porque es una gran mentira. Lo de igualar los sueldos por debajo, también es otra falacia y peor aún, es una imbecilidad, puesto que frustra e induce a los trabajadores a bajar la guardia cuando les cortas la posibilidad de destacarse como o obrero y/o como empleado. Ni que decir de los empleados a cargos gerenciales. Esa tabla de compensación de unificar todos los obreros por debajo es además, un insulto a la inteligencia, lo cual es el activo más preciado de muchos pobres que aspiran a evolucionar en su vida.
COMENTARIOS FINALES Y CONCLUSIÓN:
Excelente, que Jair Bolsonaro y Donald Trump se acerquen e coincidan en hacer negocios y mejorar sus relaciones políticas e internacionales. Desde mi óptica, es un gran acontecimiento, puesto que Brasil ha estado mucho tiempo en el escenario mundial como sub estimado y hasta medio, huérfano, cuando ha tenido un vecino tan poderoso con el cual solo se saludaba en los grandes eventos.
No tengo la menor duda de que esta nueva amistad con los EE.UU., traerá al Brasil y a Latinoamérica en general a muchas posibilidades de acercamiento en negocios bilaterales y multilaterales que pudieran producir en ese bello e inmenso país mucha prosperidad así como en el resto del continente.
Voy a empezar mi conclusión sobre el tema, con una especie de Premisa:
“EE.UU., necesita de Latinoamérica, como Latinoamérica necesita de EE.UU., luego, ambos nos necesitamos mutuamente, y estamos condenados a permanecer unidos y a vivir juntos y en paz.”
Para cercarnos más, los EE.UU. y Latinoamérica, debemos lograr entendernos mejor y dejar a un lado las emociones y rencores del pasado, cuando acusábamos a los EE.UU. de imperialista, malvado y culpable de usurpar nuestros derechos, libertades y nuestras riquezas. No podemos seguir perdiendo el tiempo en blasfemar, contra los EE.UU., y pretender que éste nos dedique una sonrisa. Por otra parte, los EE.UU., de sentir, aplicar y garantizar el respeto debido a los pueblos amigos de Latinoamérica. Sin duda alguna, la opción de hacer vida común con esa nación, es mucho mejor que estar experimentando con nuevos por conocer, puesto que están en juego la felicidad de nuestros pueblos y las soberanías de nuestros países.