OpiniónOpinión Nacional

¿Acaso predominará? (2)

La civilización occidental enfrentó a lo largo del siglo XX una fuerza nacida de su propio seno que amenazó con acabarla, o quizá mejor expresado con acabar la forma alcanzada en este peregrinar que entonces definimos con 5 características, de las cuales bástenos recordar 2 para el propósito de hilar con lo anterior: la igualdad del hombre y la mujer y la separación de la religión y el estado, si se quiere de la iglesia y el estado.

Esa fuerza fue desde luego la doctrina del comunismo, que aunque predica que la religión es el opio del pueblo, es en sí misma una religión que a diferencia del judaísmo, el cristianismo y el islamismo (las tres religiones monoteístas) que le prometen al ser humano un paraíso en la segunda vida, después de la muerte, ésta otra nos promete el paraíso aquí y ahora.

Aunque el comunismo se instauró en Rusia en 1917 su fuerza de cambió en la civilización occidental se hizo presente más bien al concluir la II Guerra Mundial entronizado no solo en Rusia, sino en China y media Europa;y la perspectiva inmediata de extenderse a Corea, como en efecto ocurrió, y luego Indochina, el África y finalmente, usando el término errado pero ya enraizado América Latina.

Visto el comunismo como lo que es, una religión cuyos dioses no están en el cielo viéndonos actuar e interfiriendo muy de vez en cuando en nuestras vidas, sino unos humanos como los demás transformados en ídolos, más bien en dioses, que interactúan a diario con nosotros, se puede percibir que esa fuerza apuntaba a destruir ese logro de la civilización de separación de la religión y el estado. Por eso Stalin era el padrecito y otro tanto Mao y Castro. A ellos se debía, porque están muertos, obediencia total, pero al régimen se le sigue debiendo.

Esto explica la ferocidad con la cual los regímenes comunistas han tratado no solo a los opositores, sino a quienes no toman partido por ellos, se trata de una ofensa a los dioses que los líderes encarnan y por lo tanto de un pecado; y esto lo muestra para quien quiera verlo, las imágenes, estatuas y edificaciones (o deificaciones), lo mismo en piedra, que en telas que nos presentan a Lenin, Stalin, Mao, Castro y por supuesto a Guevara.

Con esta nueva religión política que es o fue el comunismo ¿también sucumbiría la igualdad entre el hombre y la mujer? segunda característica de nuestra civilización occidental. Me temo que sí. Si piensan que no, díganme donde está la lista capaz de parangonarse históricamente con Indira Ghandi, GoldaMeier, Margaret Thatcher y en nuestra actualidad Angela Merkel; y por favor no me invoquen a la “primera combatiente”. (continuará)

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Un comentario

  1. Religiòn polìtica.
    Si de religiòn polìtica queremos hablar hay que acomunar bajo ese concepto tambièn el nazionalsocialismo y el islàm.
    Son todas ellas ideologìas totalitarias que niegan libertad y democracia.
    Islàm significa «sumisiòn» a la ley sharìa, que dictamina respecto a todos los àmbitos de la vida humana.
    Por su parte el comunismo, que no es nada màs que uno de las decenas de disfraces del marxismo, està siendo rechazado en todo el planeta.
    Por eso, por el rechazo mundial, ahora la siniestra està fomentado manifestaciones violentas, bajo diferentes pretextos, en todo el planeta: de Colombia a Chile a Francia a USA. Llenando las calles con androides sin cabeza y gente remunerada para armar alborotos.
    A ver.
    Hace como unos 10 años o poco màs, toda Amèrica del Sur estaba pintada con el color rojo, de la Colombia de Santos, al Ecuador de Correa, el Perù de Humala, la Bolivia de Evo, el paraguay de Lugo, el Uruguay de Tabarè Vàsquez y Mujica, la Argentina de los Kirchner, el Chile da la Bachelet, el Brasil de Lula y Rousseff, el Suriname de Venetiaan y Bouterse, la Guyana de Jagdeo y por supuesto la Venezuela de Chàvez.
    No hay duda que esa situciòn se logrò gracias al imponente financiaciòn de Caracas a los partido de la siniestra en todo el sub-continente, cosa tambièn evidente en Nicaragua, en el Honduras de Zelay, en la Dominicana de Fernàndez, en el Mèxico con AMLO, y en toda el àrea caribeña.
    Ahora Am. del Sur, en los paìses en donde hay todavìa elecciones transparentes, cruzò a la derecha casi al completo.
    Falta la Argentina. Pero allì el problema es de vieja fecha: iniciò con Peròn y sus nacionalizaciones, y ahora la colosal y parasitaria administraciòn pùblica es un inmenso depòsito de votos para la siniestra, que impulsa el control del gobierno en todo àmbito.
    Eso es. Control del gobierno. Eso es el socialismo.
    Hay que notar un hecho: ningùn pueblo elegiò ser administrado bajo un sistema socialista, NINGÙNO. Siempre el socialismo fue impuesto: o con las mentiras (Chàvez) o con la fuerza (Stalin, Mao, Castro) o con el engaño y la compra de apoyo (Daniel Ortega, Evo, Maduro).
    Se tentò en el Chile de Allende, y el pueblo lo rechazò en masa.
    En Venezuela al menos el 80% de los habitantes rechaza el sistema socialista impuesto en la economìa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba