¡A un hediondo…nadie lo quiere!
Y acontecerá que en lugar de los perfumes aromáticos habrá hediondez,
y soga en lugar de cinturón, y calvicie en lugar de cabellos peinados,
y en lugar de faja, ceñimiento de cilicio y quemadura en vez de hermosura.
Isaías. 3, 24
Por obra y gracia de la Revolución Bolivariana, los venezolanos Hechos en Socialismo, se han prontamente convertido en verdaderos parias, en nueva lacra social, que genera ronchas y salpullidos en los países que antaño disfrutaron de la solidaridad y generosidad de Venezuela y de sus gentes.
Los malhadados súbditos bolivarianos – obligados a emigrar por las acciones y omisiones de una camarilla inhumana, indolente, dispuesta a todo por defender las prebendas y canonjías, fruto de un poder corrupto y forajido -, se ven enfrentados al rechazo y el escarnio: los panameños imponen visas, los arubeños dólar americano por delante, los cucuteños exigen el cierre del puente fronterizo y la militarización de la frontera, los limeños ni de vaina le alquilan un apartamento a un compatriota, para la solidaria Madre patria somos sudacas de segunda que demandan injustificado asilo y copan las desbordadas oficinas de ACNUR. La Cruz Roja Internacional y CARITAS sucumben ante tanto refugiado venezolano que ya dejó de lado a sirios, afganos e iraquíes. En fin, olemos mal.
Y no puede ser de otra manera, el aroma de basurero nos acompaña, el perfume de la ropa mal lavada nos delata, el sudor agrio de la falta de jabón de olor y desodorante es evidente, la piquiña de la sarna y de la falta de aseo, no se puede ocultar. Deportaciones, negadas de entrada, ilusiones frustradas de asilo, allanamientos y detenciones preventivas, se suman a los sin sabores de los balseros del aire – que ya no cuentan con líneas aéreas para emigrar -, y copan los autobuses de la ruta de los otrora libertadores del continente americano.
Sin embargo, para los crecientes alienados en la esperanza de un mundo mejor y en el consuelo de que Dios es sabio y justo, resta saber que no sólo los hediondos de a pie, los que no comulgan con el proceso …hieden. Sin embargo, Los otros también hieden, son Hediondos con H mayúscula. A esos Hediondos Mayores: mandatarios indignos y corruptos, combatientas nepotistas, narco – generales de cinco soles, rectoras cómplices, magistrados verdugos, obesos constituyentes, embajadores y sus familiares que disfrutan de las dulces bondades de los repudiados imperios, enchufados que no ocultan sus pingües negociados, hijos e hijas de los caciques socialistas, hijos de Hesbolá : todos son repudiados por sus compatriotas en calles y avenidas del mundo; en los palacios de gobierno y las cancillerías; los parlamentos genuinamente demócratas nada quieren saber de ellos. Recordemos con David Lloyd George que:
Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel.