A Teodoro sobre las universidades, c/c a Ramos Allup
Teodoro, estoy entre los muchos venezolanos que tenemos por ti justificada admiración, respeto, reconocimiento. En mi caso, por tus inalcanzables méritos, de los cuales estoy muy lejos, pero también por tus amigos, entre quienes, decenas, destaco dos, García Márquez y J.L. Borges. Y lo hago deliberadamente, porque entre estas dos sublimidades, todos los demás caben siendo también inmensos. Me he referido a ti muchas veces y en especial en un ensayo cuyo título quiere recoger tu historia, TEODORO DEL XX CONGRESO DEL PCUS AL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI, editado en www.analitica.com, febrero 1 de 2009. Compartimos la amistad con Luis Hómez, y, probablemente como Luis, sufrimos las negaciones de Rodrigo Cabezas, de mayor perversidad que las de Pedro a Cristo.
De usted, don Ramos A., no sabía mucho, sólo que era adeco de prosapia con dignidad inhiesta. Me complace su ejercicio como presidente de la AN y jubiloso escribí sobre lo magnifico que hizo al aventar al infierno el pseudo retrato de Bolívar, “sobrevenido” chavista, retrato acomodado para hacer de ese bolívar un mercader del templo, cuyo dios es Chávez. Cuando se rompe el tótem se destruye el mito. Eso dije y repito.
Pues bien, hoy los junto porque ambos son universitarios, porque ambos tienen sobre su vida la compleja, difícil, durísima tarea de contribuir decisivos a enterrar la muerte que vive libre en la RBV en miles de caídos por la violencia, el terrorismo de estado, la impunidad, las mentiras en cadena y, lo peor, la libertad encadenada. Toca a ustedes, conozco a Teo y lo ha hecho siempre, y ahora a usted, Ramos A., liderar con otros desde luego, la más bella aventura, salvar la libertad que se ahoga en el pantano del esta aberración contra la historia, la verdad, la vida, que se llama socialismo de Chávez bajo la conducción de los cadáveres Maduro, Diosdado, Aristóbulo…
Mas, esta aberración del socialismo del siglo ninguno, no es solo una esquizofrenia colectiva del chavismo, sino que es una práctica que en Venezuela, tal vez siempre, ha presidido nuestra historia como psicopatía. Su expresión más visible es el rehuir la responsabilidad de aquello a lo cual se está obligado a emprender y convertir en hechos. Esconden su miseria en atribuirles la causa de ella a otros. El imperialismo, la guerra económica, la burguesía, y cualquier otro sustantivo o adjetivo que les sirva para el ocultamiento. Esta enfermedad no es “originaria”; estudiada ha sido como la teoría de la conspiración que inventaron los nazis, el estalinismo, el macarthysmo y antes las inquisiciones, y antes era lo mismo…pero la nuestra, el chavismo, es un caso único. Se estructura en torno a un vacío absoluto de ideas, lleno de dólares para comprar apoyos, complicidades y devorar conciencias. Mas no se acaba allí el chavismo, lo padecen, como he demostrado hasta la saciedad, las universidades autónomas, cuya renuncia a su mismidad, a su especificad, a su particularidad las ha hecho desaparecer del mundo.
En Tal Cual vi un extenso trabajo que revisaba la crisis total de las universidades. Culpable, el gobierno. No da el presupuesto adecuado, justo. Esto es una falacia, es una irresponsabilidad, es una traición a la verdad. La universidad está en crisis, pero esa crisis ha sido creada por la universidad desde hace largo tiempo para el beneficio estricto de los gremios y de las autoridades, decanos, etc… El presupuesto es para pagar la nómina, fundamentalmente. La burocracia de empleados y obreros tiende a infinito. Muchos más obreros y empleados que profesores. Casos específicos donde un empleado tiene mejores salarios que los limosneros académicos. No hay decisión sobre el presupuesto para investigación, y mucho menos para el desarrollo académico de sus profesores noveles. Los gremios deciden, los Consejos universitario obedecen. Los rectores son sencillamente el eco muerto de lo que blasfema cada gremio.
La Realpolitik ha sustituido por completo a la Academia, su Auctoritas que es expresión de la ética y la ciencia en conjunción perfecta. La ética es una palabra que tal vez sobreviva escondida en las escuelas de filosofía, sin García Bacca, y otras baccas excelsas de esas Bacca. La destrucción de la conformación de la universidad es un negocio electoral. Negocio que pisotea el artículo 109 de la Constitución de la RBV. Negocio que entierra el valor de la comunidad universitaria, su misión, su función. Negocio que “socializa a la universidad”. Pobre Marx también chavidiotizado, a cada quien según sus capacites…en la universidad, según sus habilidades. Todos tienen derecho al voto. Enfermedad maldita que devora a la universidad. La homologación nos hace podencos de los dirigentes gremiales y de los mercaderes del voto.
Demos a la universidad el tesoro del Bill Gate, o el que se apropió Alí Babá, no alcanzará para la merienda de los gremios. Presupuesto incompleto, injusto. Vaya conspiración. La ética como fuente de la política y la razón práctica impone al país la no reelección presidencial, ojalá también, de alcaldes y gobernadores… En las universidades tenemos empresarios del voto, reelectos decanos por varios periodos consecutivos, promovidos a secretarios, vices y de allí a rectores, de modo que el negocio electoral es su único juego y su mejor negocio.
La Universidad tiene como fin supremo buscar la verdad, afianzar los valores trascendentales del hombre y orientar al país. La universidad es una comunidad de estudiantes y profesores dedicados a ello. La investigación es la clave para tener docencia de calidad y para orientar al país y ello no es posible si no se evita que el chavismo óntico culmine la mejor e sus obras, exterminar a la universidad.
A quien grite que decir esto hace daño a la universidad, respondo, todo esa monstruosidad, todas esas aberraciones las conoce y ha sabido cada gobierno. Las estimula, financia, porque negocio es de este tipo de poder, es la ignorancia, la perversión. Sólo la verdad nos hará libres si y solo si la asumimos y echamos a andar.