¡A punto de ser la oposición más torpe de la historia!
La oposición en Venezuela atraviesa una era bastante cuesta arriba, aparte de enfrentar la tradicional rivalidad contra el gobierno debe también resistir el incesante ataque mediático y el garrote de las instituciones del Estado, un escenario nada fácil. Probablemente, es por ello que durante los últimos tiempos no ha podido capitalizar el descontento contra el gobierno, a pesar que éste nos ha llevado ser la inflación número uno en el planeta, el tercer país más inseguro del mundo, sin mencionar los vergonzosos niveles de escasez, descalabro de los servicios públicos, entre otras parvedades.
Sin embargo, los lóbregos tiempos de la disidencia venezolana tampoco son atribuibles solo a las acciones gubernamentales, también organizaciones y líderes de esta tendencia han hecho méritos para sumergirse en el pantanal, se han enfocado en una visión estrictamente partidista, ignorando las demás exigencias de los sectores nacionales.
Ahora bien, todas las mediciones opináticas en la actualidad dan cuenta de una impopularidad creciente contra el gobierno, pero sí usted es de los que no cree en estadísticas, basta solo salir a la calle y palpar esa inconformidad, donde hacer pesadas colas o pagar con abultado sobreprecio se ha convertido en el único mecanismo de encontrar alimentos y productos ¡los que hayan, no los que está buscando o necesitando!
Así pues, en cualquier lugar del mundo la oposición se valiera por sí sola para hacerse de la simpatía electoral, el simple voto castigo fuera suficiente en condiciones mínimas de institucionalidad, pero aquí en la Venezuela de 2015 eso no es así, la oposición venezolana debe hilar fino, concretar acertadamente, interpretar adecuadamente, para así construir una esperanza motivadora, real.
La oposición venezolana, llámese MUD, partidos y cualquier otra expresión, tiene en sus manos la oportunidad dorada de poder alzarse triunfadora nada más y nada menos que con el Poder Legislativo Nacional, encargado no solo de hacer leyes sino de ejercer la medular función contralora de la administración pública (todo lo que se desprende del Ejecutivo Nacional). Probablemente, el único requisito que necesita para triunfar es la “unidad”, que todas las fuerzas confluyan en candidatos únicos, de otro modo, ante una dispersión del voto disidente, el gobierno y su arsenal institucional y de recursos públicos obtendría una inercial victoria.
Sí la oposición venezolana afronta esta contienda electoral monolíticamente y los venezolanos acuden al sufragio (como se espera) no hay fórmula en que el Psuv y sus aliados pueda resistir los embates de la exigencia nacional de corrección de rumbo, ante un gobierno debilitado, controlador, con propuestas ya vencidas. La mesa está servida, el deprimente nivel de vida del venezolano imprime fulgentes deseos y necesidad de cambio, todo depende exclusivamente del que la oposición venezolana se una, sí lo hace podría obtener el triunfo más grande de su historia, pero sí va dividida habremos observado el surgimiento de la oposición más torpe… de la historia.
@leandrotango
