De cómo la clase política ignora sus propuestas de “Chile, rumbo al futuro” del Dr. Boeninger
Una buena reseña hace el Sr.Alejandro Foxley de su amigo y camarada Don Edgardo Boeninger. http://www.nuevopoder.cl/boeninger-y-la-calidad-de-la-politica/
Sin embargo me llama la atención que el Sr. Foxley no hace ninguna referencia a su ensayo póstumo “ Chile rumbo al futuro”, y sus sensatas propuestas y advertencias que han ignorado deliberadamente los dirigentes DC., y la clase política en general. Pues bien, me permito hacerle un homenaje a su notable contribución a la exitosa transición y su visión de país que debemos defender y sus sabios consejos que la clase política sensata debe implementar, a saber:
Don Edgardo Boeninger, no veía motivos para un cambio radical en Chile, por las razones expuestas en su libro póstumo,”Chile rumbo al futuro”, Ver:
En efecto, es bueno recordarlas e insistir en ellas por su total vigencia y sabiduríapolítica,:
1) Era totalmente contrario a cambiar la Constitución, porque según él la actual no tiene una ilegitimidad de origen porque las reformas de 1989 y del 2005, corrigieron ese defecto.
2) Se oponía a introducir normas que orientaran al país hacia un Estado Social de Derecho.Pensaba -es correcto- que el umbral de las políticas sociales no pueden ser los derechos, ya que eso haría muy rígidas las políticas públicas. (Basta observar el origen de la crisis europea por su enfoque de bienestar o welfare, con escasas excepciones como la sueca, que supo hacer las correcciones a tiempo).
3) Era partidario y – le parecía correcto – que en el campo productivo el Estado desempeñe un rol subsidiario.
4) “No creía que una Asamblea Constituyente fortalecería la democracia, porque haría del próximo gobierno una arena de disputas constitucionales y jurídicas que distraería tiempo y talento de la agenda económico-social de la que depende el bienestar de las mayorías. Una asamblea constituyente o una democracia plebiscitaria (donde decisiones de política pública se voten cada cierto tiempo) son entretenidas para las élites; pero conducen a una relación manipulada de los mandatarios con el pueblo. Así lo muestran ejemplos cercanos que poseen precarias credenciales democráticas. En suma, ese tipo de propuestas suena bien; pero suelen realizarse mal”.
5) “La educación es el más trascendente de los desafíos que enfrentamos. Era partidario “de construir en torno a la educación un gran acuerdo nacional de largo plazo que otorgue apoyo político suficiente a un plan maestro (necesariamente flexible en el tiempo) y asegure su aplicación continua a través de sucesivos períodos presidenciales, con independencia de quienes detenten el poder”.
Debe entenderse que “no hay reforma educacional sin la concurrencia activa de los profesores, que son parte fundamental del proceso educativo y requieren estatus, remuneraciones adecuadas e incentivos a la carrera docente; pero también debe entenderse que los profesores no pueden imponer gremialmente su voluntad, centrada en la mantención delstatu quo y de “conquistas adquiridas”, lo que suele ser una fachadapara las motivaciones políticas de grupos dirigentes dominantes”.
6) El Dr. Boeninger afirma “en Chile existe una economía social de mercado regulada, que nada tiene de neoliberal, y que es similar a las opciones que están surgiendo en el mundo desarrollado tras la crisis”.
“Debemos asegurar la continuidad de nuestra actual política económica, conservando el poder y estatus de los ministros de hacienda, sin perjuicio de que se efectúen cambios que aconseje el contexto internacional e interno”. “Alcanzar las tasas de crecimiento más altas posibles es un imperativo del futuro que no debe relativizarse por supuestas contradicciones con la justicia social, porque es un requisito necesario para seguir elevando los niveles de protección social mediante el aumento del ingreso fiscal y la creación de más empleo”. “Considera una de las mayores fortalezas de nuestra institucionalidad es la existencia de las entidades autónomas del Estado y su aparato regulatorio (Superintendencias y otras), que tienen amplio apoyo y han contribuido a generar confianza y certezas”.
“Asimismo, nuestro bien asentado Estado de Derecho, la fortaleza de nuestra institucionalidad, el respeto a los contratos y la independencia del Poder Judicial son activos no cuestionados por grupo significativo alguno y han creado un entorno propicio para el desarrollo de la actividad privada”.
7) “El sello de la protección social como objetivo predominante de la política pública ya está consagrado en Chile”. “Es preciso consolidar lo que se ha logrado, mejorando la eficacia de los programas sociales y la eficiencia del gasto público y eliminando asomos de clientelismo político y de malas prácticas que afectan la legitimidad de los programas. Para seguir aminorando las desigualdades y ampliando la protección social se requieren avances previos sustantivos en educación y capacitación, así como una modernización del Estado que mejore su capacidad de gestión, que está ya tensada al límite”.
E incluso, en el libro citado, el Dr. Boeninger, aboga por una política de acuerdos y convergencias y nos recomendaba para lograrlo, “necesitamos –y esa la tesis de su libro– una estrategia de desarrollo que permita una competencia abierta, pero no confrontacional, más amistad cívica. Los países que avanzan son aquellos cuyos miembros entienden que una nación es una empresa compartida que se cimienta sobre la confianza y la convicción que estamos condenados a vivir juntos. Nada de eso impide la competencia, pero es distinto vivirla sobre la base de bienes comunes, que vivirla como un juego de suma cero.”
Por las razones expuestas, así entonces, no veía motivos para un cambio radical: el Dr. Boeninger “estaba convencido de que en lo sustancial Chile debe continuar por la senda del crecimiento con equidad iniciado en 1990”.
¡Ojalá el sistema político despierte y reaccione y prime la sensatez y no sigan ignorando al Dr. Boeninger antes que sea demasiado tarde.