«Will Grigg en llamas», el 9 norirlandés que sacude las redes… sociales con su hit
«Will Grigg’s on fire, your defence is terrified», con música del hit «Freed from desire» de Gala y letra modificada, el atacante norirlandés del Wigan pese a no disputar ni un minuto en esta Eurocopa es uno de los protagonistas con esta canción que sacude las redes sociales: «Will Griggs está en llamas» y todos sueñan que la meta contra Alemania de cara al choque en París por el grupo C para volver a cantarla con más fuerza y motivos.
Todo arrancó el 3 de mayo cuando Sean Kennedy, un simpático hincha de 26 años del club que ascendía a la segunda división de Inglaterra se filmó cantando esa canción con un tamborcito de mano.
Posteado en las redes sociales, su parodia del hit musical de 1996 de Gala «Freed from desire», inspirado por los 25 goles en 40 partidos que marcó el atacante, es desopilante y no para de subir y repetirse.
Casi nadie lo sabe, pero con cerca de un millón de visitas en los sitios de intercambio antes del partido contra la Mannschaft, Will Grigg va a dar la vuelta al mundo, entre hinchas ingleses que usan el nombre de Vardy o Rooney en su lugar, en lo que lentamente empieza a convertirse en el himno oficioso de la Eurocopa.
Algo así sucedió con el tema «I will survive» de Gloria Gaynor retomada en Francia en 1998 durante la consagración de los Bleus en ‘su’ Copa del Mundo.
Antes de haber pisado el césped francés, el jugador que marcó su primer gol internacional al ingresar al partido contra Bielorrusia el 27 de mayo pasado en su octavo partido con su selección, accede al rango de superestrella de la Eurocopa de Francia-2016.
«Los muchachos no paran de cantarla, no puedo escapar», comenta con una sonrisa este héroe de la Euro. «Mi teléfono es una locura. Es genial escucharla aquí esta canción, sobre todo porque estamos lejos de Wigan. Todo esto es un poco surrealista», dice el hombre que lleva la camiseta número 9.
La marea verde cantando en las calles su nuevo hit musical modificado, que también ensalsa los bares, ya es una marca registrada.
«Va a marcar, más y más, es por eso que lo hemos reclutado», grita la armada pacífica de sus fanáticos con cerveza en mano.
Durante la victoria frente a Ucrania, incluso algunos aficionados portaban máscaras con la cara de Grigg en las gradas del estadio de Lyon, donde el jugador esperaba paciente en el banquillo.
En tierra norirlandesa, los hinchas llamaron un día a los bomberos para pedirles que intervengan en el apagado de un incendio. «¿Qué se está incendiando?», preguntaron, antes de escuchar del otro lado de la línea el ya famoso himno «Grigg is on fire» (Grigg está en llamas)…
Los aficionados de fútbol en la Europa tendrán la oportunidad de jugarlo en «Set Will Grigg on Fire» en un juego en línea llamado Heads Arena: Euro Soccer. Donde los jugadores podrán batir a Alemania y ver al irlandés arder en llamas mientras se escucha el popular canto.
«Nananananana…»
Nacido en Solihull, el goleador ya no controla más lo que pasa en medio de una carrera sin demasiado relieve.
Fanático del Aston Villa, creció en Birmingham. El City, segundo club de la ciudad, lo largó cuando se quebró una pierna a los 15 años, para continuar luego su ruta por clubes de tercera división inglesa: Walsall, luego Brentford, Milton Keynes hasta llegar al Wigan esta temporada.
Pero sus tantos con la camiseta del Latics han desatado el amor de esos hinchas por un jugador con parecido facial al argentino Gonzalo Higuaín, aunque nada que ver en el campo. Eso le permitió cruzar un desierto de 18 meses en su selección, entre octubre de 2013 y marzo de 2015, tras su debut internacional en junio de 2012.
«Su» hit, de hecho, tuvo un ascenso tremendo, y el remix retomado por el grupo electro Blonde acaba de subir al sexto lugar de los charts ingleses.
«Es increíble, es una sensación increíble», se alegra el hincha Sean Kennedy. «Suena desde hace un tiempo y es una linda motivación», añade.
Su pasión por el club y este suceso inesperado le valió al hincha una recompensa por parte del presidente del club de sus amores que le ofreció un abono gratuito para la próxima temporada.
«Es Sean el responsable de todo. Sería genial escuchar la canción si jugara un poco para dar motivo de cantarla», reconoce Grigg, quien sueña con marcarle a la Mannschaft y hacer historia en el césped, pero eso depende de él y no del «Nananananana…».