Utopía 19
Alertada sobre la singularidad del sitio, llegué con entusiasmo. Es la primera vez que voy a una Galería Restorán en vez de un Restorán Galería. Quizá ello explica el nombre, el número es el preferido del dueño.
Este lugar de casorio constante del arte, que permanece con el consumible, solo tiene meses funcionando y estaba por abrir su cuarta exposición. Aún pudimos ver la tercera, dedicada a nuestro Zapata, que hace poco se fue y ya parece que hace años no lo tenemos más; pero allí estaba presente, con una particular muestra de su obra en la que resalta el trazo negro y el humor acorde. Incluso podía degustarse su pasta favorita y concordante: con calamares en su tinta.
Pero aunque la pasta es la especialidad de la casa y, a pesar de los elogios del conocedor y tragón Emilio Figueredo –mi socio y amigo–, Alejandra –mi hermana–, a quien invité tardíamente por su cumple, y yo disfrutamos otros platos muy bien logrados, evadiendo las harinas.
En Utopía 19 la exposición en curso determina mucho más, como, por ejemplo, la tapicería de las sillas del resto, al cual se llega desde la entrada principal, atravesando la Galería o también directamente en esquina privilegiada frente a la plaza de El Hatillo.
Tienen vino español por copa. Ale encontró estupendo el blanco; yo me conformé con agua a buena temperatura.
Gabriel García, el chef, es todo un personaje afable, cordial y con un talante muy profesional. Luce muy joven para su abultada trayectoria. Es de la primera promoción de la ICC, la academia de Sumito, con quien trabajó en total más de una década. Desde los cuatro años se interesó por la música, prefiere ópera y boleros. Trabajó en el Eurobuilding cuando tenía 16 años, escapado de su mamá, quien fue vicepresidenta ejecutiva de un banco. Intentó una carrera universitaria tradicional, llegó hasta el cuarto año de Relaciones Industriales en la UCAB, pero para el quinto estaba en Malabar, ya con pleno apoyo de su madre. Allí permanecieron los cinco años que duró ese resto. Vivió en Lima (Perú), donde trabajó en uno del mismo nombre. Abrió Lola en su primera etapa en 2008. También anduvo por España, trabajó en el famoso Mugaritz, en el país vasco, y en Madrid en uno de nombre Barlovento.
Cada tanto, en Utopía 19 tienen degustaciones por invitación.
Está abierto de miércoles a domingo. Ya ha de estar operativo el proyecto de desayuno los domingos; también está en curso la exposición del fotógrafo Donaldo Barros.
Volveré pronto.