El gusto por el buen café es algo que se ha popularizado en los últimos años, así que se ha convertido en tendencia, tener un especial cuidado con todo el proceso de preparación. Esto incluye muchas veces desde el origen del grano, la máquina que se utiliza y el tipo de café que se sirve. Así que se ha vuelto bastante normal acudir a locales con baristas especialistas en la materia, en lugar de esperar un café preparado por cualquier otra persona.
Una breve historia
Aunque esto es algo que ha cambiado desde que las marcas grandes de electrodomésticos han comenzado a sacar su propia cafetera automática, una versión simplificada de la que utilizan los baristas en los negocios. Así cualquier persona puede prepararse su bebida con la misma calidad que se conseguiría con un profesional en un negocio dedicado a ello.
Al ser un electrodoméstico sencillo de utilizar y fácil de colocar en cualquier cocina por su tamaño tan reducido, ha sido fácil que comenzara a hacerse un hueco en el mercado. Además, la cafetera eléctrica es, dentro de todo, un aparato relativamente barato si se compara con el resto de electrodomésticos que están en la cocina.
Sin embargo, esto no siempre fue así. Las primeras cafeteras automáticas en ganar fama fueron las de cápsulas, por la gran novedad que representaban. La Nespresso llegó a sacar al mercado un par de estos modelos que triunfaron momentáneamente durante la década pasada, pero se quedaron afuera porque las cápsulas eran bastante costosas y generan residuos no biodegradables.
A pesar de que la tecnología de las cápsulas tienen su atractivo por la gran comodidad que prestan al usuario, la verdad es que las cafeteras exprés son las que se hicieron un hueco en el mercado actual. En este momento, es tendencia tener una de ellas en casa porque evitan los dos inconvenientes de las cafeteras de cápsulas, aunque cueste un poco de rapidez.
Ventajas de las cafeteras automáticas
El principal factor por el cual estos electrodomésticos son tan usados en este momento, es que se puede obtener un café de la calidad de un barista. Estas cafeteras automáticas traen todas las funciones que podría tener una profesional, pero de una forma lo suficientemente sencilla o directamente automatizada, como para que cualquiera pueda usarlas.
También, el proceso está automatizado lo suficiente como para hacerlo mucho más cómodo y rápido que utilizando una cafetera común. Para empezar, varias cafeteras tienen la opción de configurarlas para que comiencen a moler el café a un determinado horario y para que el grano quede con alguno de los diferentes tipos de molienda que existen. De esta manera, se ahorra tiempo, porque ya estaría listo el café molido en el momento de prepararlo.
De igual forma, preparar el café es tan sencillo como pulsar uno de los botones que tiene la máquina para cada uno de los tipos. Tan solo hace falta colocar el café en grano o molido, llenar el tanque con agua y presionar una preparación. En un par de minutos el café sale según los parámetros que podría utilizar el barista, ya que la máquina se encarga de automatizarlo todo.
Además, se puede manejar la máquina para escoger cómo se quiere preparar el propio café. Así, es posible modificar la cantidad de agua, de leche, temperatura y la intensidad del agua para que el café salga personalizado. Una vez hecho esto, varias de las cafeteras automáticas tienen botones para guardar esta configuración, y así solo tienes que tocarlo para que prepare café justo como tú lo quieres.
Incluso, algunas cafeteras tienen las opciones para preparar otras bebidas como chocolate caliente e infusiones. Esto las vuelve en un aparato muy versátil, lo cual es útil si más de una persona va a usarla en casa. Entonces, estos modelos son perfectos para cuando hay niños o si otra persona no es bebedora de café.