Nancy Morón presenta su nueva colección de carteras
La firma que cuenta con unas modestas tres décadas dedicadas al diseño y la marroquinería, lanzó al mercado -acertadamente- durante el mes de mayo su más reciente colección, en la cual mostrará el resultado de una peculiar fusión madre-hija; traducido en una diversidad de carteras que prometen complacer los gustos más variados y llenar las expectativas de cualquier ocasión
No hay duda de que una de las alianzas más maravillosas y perfectas que puede existir, es aquella que nace entre el amor y la conexión de una madre y su hija; más aún, si eso significa la unión de ideas para crear algo que sea una digna muestra para la posteridad de la creatividad surgida en ese momento.
Y como el dicho reza: “Hijo de gato, caza ratón”, pues en ese sentido, las Morón no quisieron ser la excepción. Bautizadas con el mismo nombre, estas venezolanas emprendedoras se han preocupado por dejar paulatinamente una huella en el diseño venezolano con sus creaciones en el exquisito arte de la marroquinería; cada una a su tiempo y paso propio.
Todo comenzó hace exactamente 32 años cuando Nancy (madre) regresaba de vivir en París, y trajo consigo una cartera que de inmediato se convirtió en el objeto del deseo de quien la mirara. Curiosa con la situación, no dudó en averiguar dónde podría adquirir diversos cueros y quién podría asumir la tarea de elaborarle algunas carteras a su gusto y solicitud. Así, saboreando poco a poco los halagos y aceptación de lo que iba creando, se fue sumergiendo en lo que pronto se convertiría en su leit motif y a lo que se dedicaría profesionalmente el resto de su vida.
Con estudios en Diseño de Interiores en Caracas y Diseño Espacial en la cosmopolita ciudad de Nueva York, Nancy (madre) fue incorporando parte de sus conocimientos técnicos en su firma homónima de carteras, aunado a ese talento innato y buen gusto para cuidar detalles como la estética, el equilibrio, los colores y las dimensiones de cada una de sus piezas.
Fue tras un duro momento personal con la enfermedad de su esposo en el 2002, que Morón decidió tomarse una pausa en lo laboral para dedicarse a él y a su familia; y tras su fallecimiento, dicha pausa se extendió inevitablamente. Es a partir de ese triste momento, que su hija Nancy quiso levantarle el ánimo proponiéndole ideas desde España (país en donde vivía para aquel entonces), y comienza a mandarle algunas muestras de materias primas como cueros, herrajes y otros materiales con los que posteriormente crearía lo que fue su colección de relanzamiento al mercado.