Mont Saint-Michel, una experiencia inolvidable
El Mont Saint-Michel (Monte San Michel) es uno de los lugares más visitado de Normandía, con un estimado anual de más de tres millones y medio de turistas. Este es un lugar muy peculiar porque cuando la marea está alta es una isla, pero cuando baja, se une al resto del territorio.
Esta casi isla debe su nombre a la Abadía dedicada al culto del arcángel San Miguel. Su nombre en la Edad Media era, en latín, Mons San Muchelis in periculo maris. Una de sus características resaltantes es la estatua del Arcángel situada en la cumbre de la iglesia a una altura de 170 metros por encima de la orilla.
En ella hay muchos monumentos históricos. Recientemente la isla fue declarada como gran sitio de Francia. Su superficie es de apenas 0,97 km2 y solo viven allí de manera permanente 39 personas.
En el año 708 el obispo de Avranches fundó un santuario, luego de tres apariciones del Arcángel San Miguel. En este sitio el visitante podrá descubrir numerosas joyas arquitectonicas que incluyen : iglesias pre románicas, iglesia abacial de los siglos XI y XV, incluso edificios que fueron carcél durante la Revolución Francesa. La Abadía tiene una comunidad monástica que asegura unsa presencia espiritual permanente.
Sitios para visitar en el Mont Saint-Michel
Museo de cera Grevin
Este lugar expone la vida de los monjes y toda la historia del Mont Saint Michel
El mesón de la Mere Poularde
Este sitio fue fundado en 1888. Aquí se come una famosa tortilla preparada al fuego de leña a la usanza antigua
El Archeoscope
Aquí es posible disfrutar de un espectáculo sobre la historia y las leyendas del sitio
Además, se puede disfrutar de un paseo nocturno al ritmo de la música y del silencio, de las luces, de la arquitectura medieval y del arte contemporáneo.
Entre las experiencias gástronomicas del Mont Saint Michele hay dos que no se pueden perder: una de ellas es comer el cordero lechal pré salé, experiencia única de unos corderos que se alimentan con una grama cubierta de la sal que deja la marea.
Y la otra es la tortilla de la Mére poularde
Como recomendación personal, les comentamos que no se pueden perder la experiencia de comer en el restaurante Le Pre Salé
Y si lo que desea es quedarse a dormir intra muros, puede hacerlo en el Hotel la Mere Poulard