Juan Duyos, costura «cocidas a fuego lento» que respiran emoción
La colección de Juan Duyos es luz, una energía intangible que se traduce en una costura en la que brillan siluetas etéreas y longilíneas, vestidos caprichosos realizados con hilos metálicos, lentejuelas, perlas y cristales, una serie de prendas, «cocidas a fuego lento» que respiran emoción.
El diseñador madrileño no se inspira en ninguna mujer en concreto, «sino en aquella que de repente llega a tu vida y aportan luz, energía y buenas vibraciones», explicó este martes a Efe Juan Duyos sobre la colección presentada en la Madrid Fashion Week.
En ocasiones, esa luz encuentra sombras que el diseñador interpreta con una paleta cromática mas oscura, en azul noche, como se ha visto un vestido largo confeccionados con más de dieciséis metros de seda cortada al bies.
Las transparencias vuelven a estar presentes en el trabajo de este madrileño, siempre sutiles y delicadas que se refugian en plisados, abalorios y paillettes multicolores.
Con una paleta cromática alegre y optimista en la que se combinan los tonos pasteles como el verde hielo, melocotón, lavanda, aguamarina o azul cielo con otros más intensos como el lima o morado, Duyos alumbra vestidos con formas caprichosas, uno de ellos confeccionado con más de cuatro mil círculos cortados a láser, una delicia.
Presentado con energía, uno tras otro, sin dar casi respiro para contemplar tanta belleza, todos los diseños centellean luminosidad y una moda de hoy y de siempre.
Antes, la diseñadora Isabel Nuñez presentó una colección de patrones complejos inspirada en la conmovedora historia del Zoo de Varsovia que se convirtió en refugio para los judíos durante la ocupación nazi.
La dureza de esta historia no ha impedido a Isabel Nuñez, directora creativa de la firma INuñez, crear una colección colorista, «llena de ilusión» bañada con un colorido que va desde los rosas a los verdes, pasando por amarillos o verde aguamarina, todos ellos empolvados, para matizar la «alegría», a pesar de la situación.
Patrones de los años cuarenta con acabados desflecados y costuras en zig-zag dibujan un diseño decadente, que rememora los años cuarenta, y que complementa con zapatos en arpillera y madera.
Un trabajo con patrones donde las asimetrías, los frunces, y los nudos, estratégicamente colocados, unen las piezas de los vestidos y ofrecen una silueta fluida y elegante para el día a día de una mujer contemporánea.